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Polémica por secretismo en ratificación de Muñoz como integrante de Suprema

Tal como se esperaba, el magistrado que investiga el origen de la fortuna del general (R) Augusto Pinochet Ugarte consiguió el respaldo de los legisladores para llegar al máximo tribunal del país. La polémica entre los parlamentarios estalló cuando el presidente del Senado, Sergio Romero, intentó sin éxito hacer pública la votación.


En una sesión marcada por su carácter reservado, la Sala del Senado ha aprobado la tarde de este martes la propuesta presidencial del ministro Sergio Muñoz Fajardo como nuevo integrante de la Corte Suprema.



El ahora ex miembro de la Corte de Apelaciones de Santiago fue ratificado con 36 votos favorables y ocho en contra, superando el quórum de 33 sufragios, y con sus 48 años se transformó en el integrante más joven en la historia del máximo tribunal.



Muñoz, que inició su carrera en el Poder Judicial en marzo de 1988 en el Segundo Juzgado de Letras de Los Andes, actualmente tramitaba la investigación sobre las millonarias cuentas del general (R) Augusto Pinochet Ugarte y la red de pedofilia encabezada por Claudio Spiniak.



El magistrado cobró notoriedad pública cuando asumió el caso por el crimen del sindicalista Tucapel Jimenez, que sólo tardó tres años en resolver, en circunstancias que esta causa tuvo 17 años de tramitación sin avance, en manos del jubilado ministro Sergio Valenzuela Patiño.



El titular de Justicia, Luis Bates, destacó que se trata de un juez que cuenta con "todas las cualidades y condiciones para llegar a la Suprema", así como su "preparación académica y un estilo profesional muy intenso".



"Al ministro Muñoz le tocaron procesos de mucha connotación pública y demostró que en ellos primó, por sobre todo, los rasgos que debe tener un juez de la República, que es una función delicada, no protagónica", agregó el secretario de Estado.



En Palacio de Tribunales, el nuevo supremo se excusó de dialogar con la prensa durante esta jornada, argumentando que debía realizar trámites personales, pero adelantó que el miércoles se referiría a su ratificación.



Una de las interrogantes que ha surgido tras la nominación de Muñoz ha sido el nombre el futuro del caso Riggs. Se estima que quien cuenta con el mayor respaldo al interior de la judicatura es la ministra Dobra Lusic, que en algún momento le tocó subrogar al ahora supremo.



Discusión por carácter reservado



La sesión en la que se ratificó el nombre de Muñoz estuvo marcada por una extensa discusión previa sobre el carácter reservado de la votación y de la sesión, que incluso pudo derivar en una inédita censura contra la mesa de del Senado, que encabeza el RN Sergio Romero.



El titular de la cámara alta quiso hacer pública la sesión y la votación, argumentando para ello las recientes reformas constitucionales, que establecen que «son públicos los actos y resoluciones de los órganos del Estado, así como sus fundamentos y los procedimientos que utilicen.»



Sin embargo, la mayoría de los parlamentarios estimaba que antes se requería una modificación a la Ley Orgánica Constitucional del Senado y al reglamento interno de la Corporación, para lo cual el propio Romero había presentado un proyecto.



Finalmente, los comités de las distintas formaciones políticas acordaron que el debate sería público, pero que la votación sería de carácter reservado.



"Ha habido un debate con altura de miras. Ha habido argumentaciones y, por supuesto, contradicciones en las posiciones, lo que sin duda engrandece al Senado. (…) Yo en el entendido de que todas las sesiones deben ser públicas en el futuro, he tomado la decisión de mantener el carácter público de la sesión y, con el objeto de conciliar posiciones, he admitido que por última vez se haga con el sistema de votación reservada, privada o secreta", señaló Romero.



El titular de la cámara negó haberse sentido cuestionado, asegurando que "no se trataba de una posición política, sino que de una interpretación jurídica. Yo tenía a mi favor el reglamento, que me permitía claramente poder señalar un camino u otro. Sin embargo, la prudencia que siempre he aplicado como presidente del Senado, me indicó que era importante primero escuchar a los comités y adoptar la decisión que se adoptó".



En tanto, el jefe del comité de la Democracia Cristiana (DC), Hosaín Sabag, reconoció que habían presentado una censura contra la mesa del Senado, que retiraron tras el acuerdo alcanzado entre las diferentes bancadas.



Explicó que "el presidente (Romero) no estaba respetando el sentimiento ampliamente mayoritario de la Sala. Nosotros le decíamos que se votara su proposición de que fuera pública. Le dijimos, aceptamos lo que dice, pero si no tiene que respetar lo que dice la Sala, y cuando dice "no, se hace lo que quiero", bueno me veo en la obligación de presentar la censura, porque los derechos de la inmensa mayoría del Senado estaban siendo sobrepasados".



En tanto, el senador UDI Juan Antonio Coloma explicó que "el voto debe ser secreto en este tipo de materias, para evitar interferencias, amenazas indebidas, cuestionamientos indebidos. Todo debe ser público, pero el voto de la persona siempre debe ser secreto respecto a las personas nombradas".

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