En Chile es obligatorio que todas las naves presenten planes de vuelo y en el caso de que el empresario estadounidense quiera despegar desde sus aeródromos privados debe acercarse al Servicio Aéreo más cercano a la zona donde mantiene sus terrenos. El subdirector de tránsito aéreo de la entidad señaló que no han existido hasta ahora problemas con el magnate.
La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) no sólo es la encargada de ver el equipaje de los pasajeros sino que está a cargo un complejo control de seguridad en todos los aeropuertos de nuestro país. Una de las áreas que está dentro de la esfera de su preocupación es la del tránsito aéreo, donde a través de un centro de control de radar "se cubre el 95% del espacio aéreo nacional y se verifica que los pilotos vuelen por las rutas asignadas y que, efectivamente, vayan por ellas".
Así lo señaló el subdirector de tránsito aéreo de la entidad, Alberto Fernández, quien explicó, a modo de ejemplo, que "si va a existir una ruta que pueda entrar en conflicto con otro avión, se deben adoptar las medidas de control necesarias para evitar aquello".
-¿Todo perfecto en el tránsito aéreo?
-El control del tránsito aéreo debe tender a la perfección porque la imperfección puede provocar un riesgo o bien ineficiencia. En ese sentido se puede provocar un costo adicional para la empresa y el piloto que está volando.
-¿Cuándo se produce mayor complejidad?
-En las horas punta en los terminales porque aumenta el número de vuelos. Por ejemplo, en la mañana de 7 y media a 9 de la mañana ya que a esa hora hay varios aviones que van saliendo hacia diferentes partes del país y otros que van llegando de vuelos de larga distancia, de Estados Unidos y Europa. Allí hay mayor densidad de tráfico, pero para ello el controlador tiene la preparación y capacitación suficiente.
El espacio aéreo
El espacio aéreo también es responsabilidad de la DGAC. "Santiago está inserto en el espacio de todo Chile. Así coordinamos con los países vecinos las soluciones para la congestión ya que no sólo se empieza a tomar contacto cuando el avión se comienza a comunicar con nosotros sino que mucho antes. Por ejemplo, si hay problemas de niebla, por ejemplo, en Merino Benítez, se le puede advertir a Buenos Aires o Mendoza para que el tráfico aéreo venga lo más ordenado posible".
Fernández dijo que "la DGAC presta seguridad a los aviones para que no choquen entre sí y se puedan salvar los obstáculos naturales y no la confundamos con una misión de control del espacio aéreo para vigilar, por citar un caso, vuelos clandestinos, lo cual sería misión de la Fuerza Aérea y no nuestra".
-¿Qué sucede con los aeródromos que mantiene Douglas Tompkins en nuestro país? ¿Cómo se hace para supervisar los vuelos que desde allí emprende?
-En Chile es obligatoria la presentación del plan de vuelo, para lo cual la DGAC ha hecho un esfuerzo tecnológico único a nivel mundial al diseñar e instalar un software que permite a los pilotos presentar sus planes de vuelo por Internet. Hay excepciones con los aviones fumigadores o los que se dedican a apagar incendios forestales, pero todo el resto está obligado a hacerlo. En el caso que tú mencionas está obligado a presentar su plan de vuelo al Servicio de Aéreo más cercano que tenga o utilizando los medios de comunicación disponibles.
¿Y el espacio aéreo de esos lugares también depende de la DGAC?
-El control del espacio aéreo, incluidas las pistas en Chile, lo entrega exclusivamente la DGAC. Todo el espacio aéreo nacional es controlado por la DGAC.
-¿Lo mismo pasaba con el aeródromo de Colonia Dignidad?
-Sí, ellos pidieron autorización para un aeródromo hace varios años y funcionó de acuerdo a la norma vigente.
-¿Con Tompkins han tenido problemas?
-Que yo recuerde, no.
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