Publicidad

Guillermo Holzmann: ‘Chile necesita reformular su inteligencia estratégica’

A juicio del analista, ésta »debe ser orientada a la identificación de riesgos, oportunidades y amenazas». »Una buena inteligencia se debe ocupar de cuatro ejes fundamentales: la política nacional e internacional, el ámbito de estrategia y defensa, el económico e internacional y, por último, el científico y tecnológico», dice este experto de la U. de Chile.


La llegada sorpresiva del ex presidente Alberto Fujimori a Chile dejó al descubierto no sólo fallas en el sistema de policía internacional, que permitió su ingreso, sino que un deficiente sistema o «comunidad» de inteligencia que coordine a todos los organismos que trabajan en esta área para anticipar escenarios, como lo realizan en forma permanente los países desarrollados, sobre todo después de los atentados del 11 de septiembre en Washington y Nueva York.



Justo la próxima semana el analista de la Universidad de Chile Guillermo Holzmann partirá a Uruguay a impartir una charla sobre "Democracias, Sistemas de Inteligencia y Nuevas Amenazas: Condiciones y Desafíos", y en su condición de experto en estas materias no duda en señalar que en Chile no hay una inteligencia que cubra todos los sectores.



Si bien existe la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), que de acuerdo a su estatuto legal está orientada básicamente al tema del terrorismo, el crimen organizado y a generar información que el Gobierno pueda necesitar a través del Ministerio del Interior, además de "coordinar a los organismos de inteligencia de las Fuerzas Armadas y de Carabineros e Investigaciones, lamentablemente se quedan afuera Aduanas, Cancillería, el Servicio Agrícola y Ganadero y el Servicio de Impuestos Internos", dice el cientista político.



-¿No basta entonces, a su parecer, con la ANI?
-Uno podría asegurar que nuestra agencia, y eso no pasa desapercibido para aquellos que son observadores externos de su accionar, no está en el seguimiento de todos los temas que pueden interesar al gobierno sino en aquellos que solamente el gobierno señala que le interesan. La ANI, por razones obvias, debe hacer un seguimiento de potenciales conflictos nacionales y regionales, pero básicamente su misión, en las condiciones actuales, está más orientada principalmente a lo que es crimen organizado y terrorismo.



-Por ese motivo la ANI no tendría porque haber tenido información sobre la llegada o no de Fujimori.
-Exactamente. Y tampoco el tema de Fujimori está relacionado con aspectos vinculados a la inteligencia militar puro, salvo que estuviera interrelacionado con algún elemento bélico, pero no es el caso.



-¿Es posible que Fujimori haya planificado su viaje con una discreta protección de Japón?
-Es posible aunque no me consta, pero claramente es cosa de sumar uno más uno cuando lo pensamos en inteligencia estratégica. Ahora, cuando lo pensamos en términos de inteligencia asociada a seguridad del Estado, que es lo que está haciendo la ANI, obviamente que ésta queda fuera de órbita para poder capturar la información anticipada de si viene o no Fujimori.



-¿Quiénes son los responsables, a su juicio, de esta incapacidad de prever escenarios futuros?

-La responsabilidad recae en quienes tienen la misión de conducir el país, tanto en el ámbito estatal como privado, que son los que lideran y definen lo que el país va hacer a futuro. Y en este ámbito no se quiere aceptar que se requiere un análisis permanente de todos aquellos elementos que pueda constituir riesgo o amenaza o incluso oportunidades para el país. Y, en esa perspectiva, dada nuestra condición de país de desarrollo intermedio se requiere otro sistema de inteligencia con una mayor visión en ese sentido, es decir, mucho más allá de la que ahora tiene.



Mayor especialización



-¿Falta en Chile una mayor especialización en inteligencia?
-Falta instalarse en la idea de que Chile necesita de un organismo de inteligencia de acuerdo a lo que son hoy sus intereses en el mundo actual.



-¿La ANI no cubre los intereses que Chile tiene en el mundo?

-Cumple una importante labor, pero es insuficiente para poder cautelar los intereses que tiene Chile en este momento en el mundo o ser capaz de neutralizar las amenazas no visibles que lo pueden afectar en el futuro. La ANI quedó limitada en la práctica a ser un organismo de inteligencia orientado a seguridad del Estado, y bajo ese esquema su preocupación cemtrañ está abocada al tema del terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado. Lo que hace falta es una nueva visión de lo que hoy día requiere y exige una inteligencia, de acuerdo a la posición que en este minuto Chile tiene en el mundo y en la región. De hecho, se puede ver envuelto, por ejemplo, por razones políticas, económicas y sociales, en un conflicto entre Estados Unidos, Europa y Asia, y debe ser obviamente capaz de prevenirlo.



-Pero por lo visto no hay mucha prevención…
-No, porque no tenemos una capacidad del Estado desarrollada ampliamente en este campo, y la ANI, como quedó dicho, no está orientado hacia eso. Tenemos una falencia en ese sentido. Aunque lo que la ley le dice a la ANI que haga, lo efectúa bien.



-¿Que habría que hacer, en su opinión, para tener una buena inteligencia?
-No hay que tener más o menos organismos. Es un tema de replantearse la inteligencia que el Estado de Chile necesita y ello puede significar desde una modificación a la ley que da origen a la ANI o la creación de otros organismos o integrar otros que ya existen. Chile necesita reformular una inteligencia estratégica para que realmente sea un instrumento importante a la hora de la toma de decisiones por parte del Ejecutivo.



-¿Como debería ser esa «nueva inteligencia» en Chile?
-Requiere a lo menos tener presente que la inteligencia está orientada a la identificación de riesgos, oportunidades y amenazas. Una buena inteligencia se debe preocupar de cuatro ejes fundamentales: la política nacional e internacional, donde se deben establecer los intereses que a Chile le importa cautelar, hacerle un seguimiento y ver lo que puede afectar dichos intereses. El segundo es el ámbito de estrategia y defensa, que es el tradicional y el más potente en los países de América Latina. El tercero es el económico e internacional. Y, por último, el científico y tecnológico,



-Aquí sólo está desarrollado el segundo punto.
-Claro.



-¿Qué países de América del Sur han desarrollado mejor el concepto de «inteligencia total o integrada»?
-Varios países han desarrollado reformas a su sistema de inteligencia en los últimos 10 años: Uruguay, Perú, Brasil, Colombia y Ecuador están reformulando sus sistemas de inteligencia. Venezuela ya lo hizo, desconozco el caso de Bolivia, y en Paraguay se discute el tema. Todos reconocen que lo más potente que tienen es la inteligencia militar, luego la policial y la de Estado no existe.



-¿Y Chile?
-Chile en términos estratégicos de defensa tiene una buena inteligencia, pero en el nivel estratégico-político hay una debilidad porque se confía más en el derecho, que es una condición necesaria, pero no suficiente, o en las redes personales de quienes gobiernan.



-¿Se podría decir que los gobiernos de la Concertación han fallado en el desarrollo de un sistema de inteligencia moderno y eficaz?
-Sí, evidentemente, porque han sido víctimas de la historia reciente, donde la inteligencia está asociada a torturas y atropellos a los derechos humanos, y por eso no se ha podido avanzar en ese sentido como debiera.



Artículos relacionados

‘Llegada de Fujimori a Chile habla de las fallas en la inteligencia chilena’ (7 de noviembre del 2005)

Publicidad

Tendencias