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Fanny Pollarolo: «No estoy de acuerdo con la independencia de Chicureo»

Tras cuatro años de ausencia, Pollarolo postula nuevamente al Congreso para representar, como diputada, a las comunas de Colina, Lampa, Quilicura y Til Til. Admite que la campaña ha sido dura y que existen problemas con su compañero de lista, el DC Gabriel Sílber, sin embargo, más que las rencillas internas, le preocupa la profunda desigualdad social del distrito 16.


En 2001 la militante socialista Fanny Pollarolo -ex PC- perdió por un estrecho margen la posibilidad de transformarse por tercera vez en diputada por el Distrito 3, en la Segunda Región. Pero hoy está de vuelta y aspira a representar a los habitantes de Colina, Lampa, Pudahuel, Quilicura y Til Til, en la cámara baja.



Su última campaña fue dura y, pese a que obtuvo el 21,94% de las preferencias, su compañero de lista, el DC Waldo Mora Longa se transformó en diputado con el 22,8% de las preferencias, al igual que el UDI Mario Escobar, con sólo el 21,3%, debido a las reglas del sistema binominal.



Sin embargo, Pollarolo, de profesión médico psiquiatra, plantea que pese a no haber estado en el Congreso durante estos últimos cuatro años, nunca se ha alejado de la política, ni menos la han olvidado. Prueba de ello es que se transformó en una de las cuatro chilenas propuestas para obtener el Premio Nobel de la Paz este año, por su trabajo vinculado a la defensa de los derechos humanos durante la dictadura militar.



"Durante estos cuatro años tuve la posibilidad de trabajar, diría, como médico y como política, en un área de políticas públicas muy significativo para mí, que es la prevención de drogas en adolescentes en riesgo social", comentó la médico psiquiatra, quien además es hija del fallecido general Carlos Pollarolo.



En esta ocasión, los contrincantes de Pollarolo son Gabriel Silver Romo (DC), Carmen Hertz Cadiz y Osvaldo Toro Vásquez (Juntos Podemos Más); Patricio Melero Abaroa (UDI), y Peter Retamales Ramírez (RN).



No a la independencia de Chicureo



-A partir de su experiencia y de su formación profesional, ¿cuál es el diagnóstico de la salud mental de su distrito?

-Diría que aquí encontramos las problemáticas de salud mental que tiene el país, y muy especialmente las de la capital, derivadas de la desigualdad económico-social, de la pobreza, la falta de oportunidades para la juventud. Hay muchachos que se esfuerzan por alcanzar cuarto medio, pero después no tienen posibilidades de acceder a un trabajo de calidad. Está el problema del hacinamiento, tenemos grandes políticas de vivienda, sin embargo, todavía existen muchos allegados, sobre todo en Pudahuel, donde hay cerca de 8 mil personas en esta condición.



-¿Y qué ve en las otras comunas del distrito?

-En Quilicura, Lampa y Colina se está viendo los importantes problemas de una expansión urbana gigante, donde los Servicios Públicos no van al mismo ritmo, entonces, las distancias se hacen muy brutales… También está la integración de las nuevas poblaciones con las antiguas; el debilitamiento de la identidad de Lampa y de Colina. En Colina mismo, uno ve lo que llamé en un momento el ghetto de los ricos y el ghetto de los pobres.



-¿Se refiere a Chicureo como el ghetto de los ricos?

-Claro. Hay una subdivisión muy clara. Está la antigua Colina, de tradición, con historia, pero con un ghetto de la gente adinerada en Chicureo. Y en el otro extremo están los erradicados, donde tenemos el problema de las jefas de hogar que se enfrentan, sobre todo si es temporera, a los problemas de quedarse hasta seis meses sin ingresos.



-¿Esa tensión social podría dividir Colina e independizar a Chicureo?

-Bueno, yo creo que el ghetto de los ricos ya se siente una comuna distinta. Sé que no adquieren nada en el comercio de Colina, ni siquiera colocan bencina a los autos, y ellos están hablando de otra comuna, o sea, la fragmentación total. No estoy por la independencia de Chicureo. Creo que si no somos sociedad integrada, ni territorio y poblaciones integradas, entonces, la verdad es que no tenemos proyecto colectivo. ¿Cómo vamos a tener proyecto de país, si no nos sentimos hermanos de nuestros vecinos? Por eso tenemos que trabajar en conjunto. Han sido, además, muchos años de separación, de fragmentación, de distanciamiento, desconfianza… Integración no es sólo poner viviendas pobres al lado de viviendas más ricas. Integración es un trabajo mucho más humano, de las personas, de las emociones y del trabajo. No se trata sólo de llevar a las vivienda pobres a estas comunas. Hay que ver qué pasa con el trabajo.



-¿Y cuál es su propuesta en ese sentido?

-Hay mucha gente que llegó a Lampa y ha tenido que salir de vuelta a Santiago. Ahí necesitamos un instituto tecnológico, moderno, que los capacite para ser absorbido por las empresas que los rodean. Hay mucha industria en el distrito, tanto Pudahuel, Quilicura, Lampa, en menor grado Colina y Til Til, son verdaderos cordones industriales. Entonces, no es que no haya fuentes de trabajo. El problema es que los jóvenes de aquí no salen capacitados, por eso necesitamos un Inacap estatal y también creo que debería desarrollarse la formación dual, es decir, la combinación de la formación científico humanista con la tecnológica, más horas de práctica en la empresa, que es un modelo alemán que se aplica en Chile, pero falta mayor énfasis en estos sectores.



Los roces ‘silenciosos’ con la DC



-Su distrito es escenario de varios conflictos ambientales: el relleno sanitario en Til Til, el humedal de Batuco, la planta de reciclaje en Chacabuco. ¿Cuál es su reflexión en el tema ambiental, incluso, más allá de los temas locales?

-Frente al tema ambiental, creo que aquí se necesitan medidas más de fondo y comparto lo que plantea Michelle en su programa. Necesitamos una institucionalidad nueva, con mucho más capacidad de intervenir, con autonomía e independencia. Porque la verdad es que la experiencia que tenemos no nos satisface. Por ejemplo, lo que está pasando en el Valle de Chacabuco (donde se quiso instalar una planta de procesamiento de residuos metálicos). No entiendo por qué se empieza a hacer inversiones antes de estar aprobado el proyecto. Es absurdo, una insolencia. Es lo que pasó en Valdivia, donde tuvieron que morir los cisnes. A esa altura las inversiones realizadas (por Celco) son monstruosas… Entonces, tenemos que recoger la experiencia de estos años y hacer las correcciones con urgencia.



-Pero hay otra cosa, pareciera a la luz de algunos, que el medio ambiente es una cosa vacía, que sólo implica no dañar. El humedal de Batuco me muestra que tienen que ser los europeos, los alemanes, los suizos, los suecos los que nos digan "miren que maravillas tienen".



-Queda muy poco para las elecciones. ¿Cómo va su campaña?

-Bien intensa. Hay mucha actividad con los puerta a puerta, las visitas a las ferias, reuniones… En fin, cuesta de pronto estar en todas, porque las distancias de mi distrito juegan en contra. Ahora, para mí las campañas tienen un tiempo de comunicación que me gusta mucho. Yo quisiera que permanentemente hubiera esa posibilidad. Se nos achaca a los políticos que sólo estamos en las campañas. La gente tiene esa desconfianza, pero es cierto también que es mucho más fácil en tiempo de campaña hacer estos recorridos.



-En un debate en Televisión Nacional, su compañero de lista señaló que había que dar paso a las nuevas generaciones de políticos y usted le hizo una precisión.

-Claro, es que no es un problema de edad. Michelle ha dicho que necesita a los mejores y las mejores. No es un tema de edad. Pero fue un poco por eso la aclaración. Ahora, naturalmente hay una competencia que es propia de la democracia, siempre y cuando se haga en forma limpia y con métodos éticamente correctos… Hay quienes ponen énfasis en la persona joven, en cambio, yo lo hago en la experiencia, en las etapas por las que uno ha pasado para acceder a cargos de alta responsabilidad, y en eso creo que los jóvenes deben aprender a quemar etapas y reconocer a los otros, porque uno no decide ser líder.



-Usted claramente tiene su "centro de operaciones" en Pudahuel, donde hay un alcalde socialista, sin embargo, su compañero de lista, además de ser DC, es hijo de la alcaldesa de Quilicura.

-La verdad es que te voy a ser bien franca: A mí lo que me complica es que no ha sido fácil hacer una campaña… con facilidad en Quilicura, lamentablemente. No voy a ir más allá, pero así son los hechos. Me ha sido difícil rayar, no por el equipo que tengo, que tiene mucha mística. Sin embargo, no he tenido facilidades de la fuerza pública, al contrario, dificultades.



-¿Carabineros no le ha dado facilidades?

-En una oportunidad nos dijeron que tenían indicaciones, pedían disculpas, pero la verdad es que Fanny Pollarolo no podía tener rayados en Quilicura. Una lástima, no es democrático.



-¿Y su round con el candidato de la UDI Patricio Melero?

-Hay problemas con los rayados, nos hemos comunicado, pero a Melero lo conocí en el Parlamento y siempre hemos tenido una disputa civilizada.



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