En la baraja del Presidente Lagos para elegir al jefe castrense están los generales Juan Carlos Salgado y Javier Urbina, quienes pese a estar bien evaluados, pasarían a retiro por cumplir 38 años de servicio. Todo apunta a que el elegido sería Óscar Izurieta Ferrer, que proviene de una familia con una larga trayectoria militar. También suenan Alfredo Ewing y José Miguel Piuzzi.
Sólo la aprobación del alto mando del Ejército para el próximo año, que debería estar listo a fines de noviembre, le resta al Presidente Ricardo Lagos para poder nombrar al sucesor del comandante en jefe de la institución, el general Juan Emilio Cheyre, que termina su período el próximo 10 de marzo.
Se trata de la primera vez desde el retorno de la democracia que el jefe castrense asumirá un día antes que el Presidente electo. Esta coincidencia se repetirá cada cuatro años, tiempo que dura el período de los gobernantes y del mando de la institución.
Mucho se ha especulado si el mandatario esperará el resultado de las elecciones presidenciales para hacer el nombramiento y consultará su opinión a la abanderada concertacionista, Michelle Bachelet, en caso de que triunfe en diciembre próximo.
Es ella quien conoce mejor a todos los generales, por haber sido ministra de Defensa, señalaron algunas fuentes.
En el comando bacheletista se señaló que de producirse esa situación, eso será visto por la candidata en completo sigilo con el mandatario. Mal que mal, las reformas constitucionales permiten que un jefe militar sea destituido por el gobierno de turno con acuerdo del Parlamento y, aunque esa no es la idea, existe esa posibilidad.
Todos están preparados
Lagos deberá hacer la selección dentro de las cinco primeras antigüedades del Ejército y, en fuentes de dicha entidad, se aseguró que "todos están preparados para ser comandante en jefe, tienen los méritos para hacerlo y ninguno de los candidatos genera rechazo entre sus pares".
Eso significa que para elegir al sucesor de Cheyre se evaluará la trayectoria, profesionalismo, capacidad, y cercanía con el mundo civil que tienen los candidatos. En ese sentido, los nombres que más suenan a la hora de elaborar la quina son los generales Juan Carlos Salgado, Javier Urbina, Óscar Izurieta Ferrer, Alfredo Ewing y José Miguel Piuzzi.
Salgado se hizo conocido públicamente por su participación en la Mesa de Diálogo. Entre sus últimas destinaciones, se cuenta el mando de la Segunda División del Ejército, jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional, donde tuvo mucho contacto con Bachelet, y desde el año pasado, es jefe de la misión militar en Estados Unidos.
Analistas, además, destacaron que este oficial ha liderado el proceso de modernización del Ejército y tiene buena llegada con sus pares.
Sin embargo, su principal problema es que el próximo 31 de diciembre cumple 38 años en la institución, con lo que debería pasar a retiro cuando se conforme el alto mando de la temporada venidera. Aunque Lagos podría rechazar su salida, no podría aplicarle la ley Canessa, pues ésta sólo permite prolongar la permanencia del jefe de Estado Mayor del Ejército.
A quien sí se le podría aplicar esta normativa es al general Javier Urbina, que actualmente se desempeña como jefe de Estado Mayor del Ejército, es decir, el brazo derecho del general Cheyre, por lo que habitualmente el jefe castrense le consulta materias de importancia.
Si Lagos quisiera seguir con la línea del actual jefe castrense, Urbina debería ser elegido. Sin embargo, analistas descartaron que ello suceda ya que no creen que en democracia se aplique una ley creada por el régimen militar.
Izurieta III
En tercer lugar se encuentra el general Óscar Izurieta Ferrer. Es de familia militar ya que su padre, de igual nombre, fue jefe del Ejército durante el gobierno de Jorge Alessandri, en la década del sesenta, y es primo del sucesor de Augusto Pinochet, Ricardo Izurieta Caffarena.
Actualmente el oficial está a cargo de Institutos y Doctrinas del Ejército, entidad que debe velar por la formación y el perfeccionamiento del personal. Entre sus destinaciones se encuentra la de agregado militar en Londres cuando Pinochet fue detenido por la Scotland Yard, y jefe de la misión militar en Washington. Es magíster en Ciencias Políticas y Ciencias Militares.
Analistas comentaron que es uno de los hombres que podría suceder a Cheyre, ya que "es de las nuevas generación de oficiales generales, ha estado en puestos importantes en el extranjero y es una persona que se caracteriza por su capacidad para trabajar en equipo".
A ello agregaron que "por provenir de una familia castrense, representa la tradición militar, por lo que tiene mucho más capacidad de comprensión de los problemas organizaciones y también está muy conciente de sus falencias y debilidades".
El otro candidato fuerte
En el séptimo lugar en el mando, pero de irse Urbina y Salgado entra a la quina, se ubica el general Alfredo Ewing, quien actualmente se desempeña como jefe del Comando de Operaciones Terrestres y, como tal, tuvo un importante rol en el rescate de las víctimas de la tragedia de Antuco.
Ha tenido cargos de importancia como director de Inteligencia, director de personal y estuvo al mando de la Academia de Guerra, al igual que Cheyre. Es "brillante", según comentaron sus cercanos, y prueba de ello es que es magíster en Recursos Humanos y Ciencias Militares, además de doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, Contabilidad y Organización de Empresas.
Según expertos en Defensa, Ewig "es un candidato fuerte, pero le puede restar bonos el caso Antuco, aunque él no tuvo ninguna responsabilidad, sino que tuvo que salir a administrar esa crisis. De hecho, el que salió finalmente del cargo fue el jefe de la zona, el general Rodolfo González".
En último lugar podría ubicarse el general José Miguel Piuzzi, quien también fue director de la Academia de Guerra, jefe de la misión militar en Washington y actualmente está a cargo del Comando de Apoyo Logístico del Ejército.
Los analistas y cercanos al Ejército señalaron que es un hombre también «brillante e intelectual». Es magíster en ciencias políticas y militares y doctorado en Sociología. Aunque tiene los conocimientos no es probable que sea nombrado ya que deberían irse ocho altos oficiales para darle paso hacia la cúspide de la carrera militar.
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