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Apoyo a Bachelet termina por quebrar relación entre fundaciones ecologistas

Rotas se encuentran las relaciones en Bustamante 24, en Providencia, centro de operaciones de dos importantes ONG ligadas al medio ambiente: Oceana y Terram, lideradas por los economistas Marcel Claude y Rodrigo Pizarro, respectivamente, debido a la firma de un acuerdo de esta última organización con Bachelet, en que ésta se compromete a cambiar la institucionalidad ambiental.


El pasado 21 de noviembre, ante diversas organizaciones ecologistas, la candidata presidencial de la Concertación, Michelle Bachelet, se comprometió a fortalecer la institucionalidad ambiental y crear el esperado Ministerio del Medio Ambiente. Sin embargo, lo que parecía propuesta más de la abanderada oficialista, terminó por transformarse en el quiebre definitivo de las ya tensas relaciones entre los organismos que trabajan en el tema.



Y es que entre los asistentes al evento se encontraban Rodrigo Pizarro, director de Fundación Terram, Sara Larraín, de Chile Sustentable y Manuel Baquedano, del Instituto de Ecología Política, quienes se han transformado en el blanco de las críticas del director de la Fundación Oceana, Marcel Claude y otras organizaciones afines, por arrogarse la representatividad del ecologismo.


Marcel Claude, director de Fundación Oceana y creador de Terram (El Mostrador.cl)

"Si uno mira los contenidos, lo que destaca Bachelet es la creación del Ministerio del Medio Ambiente, pero eso es completamente desquiciado. ¿Cómo alguien con mediano sentido común puede suponer porque se crea un Ministerio del Medio Ambiente va a resolverse el problema de la depredación de los recursos?", cuestiona Claude, en entrevista con El Mostrador.



A juicio del director de Oceana, el problema es que "hay un modelo que está en la base, hay un patrón de acumulación que está en la base. Otra cosa es que nombraran a Sara Larraín en el Ministerio de Economía, ahí estamos hablando de poner un cargo crítico, donde se resuelven los grandes proyectos de inversión que son depredadores del ecosistema".



Este hecho terminó por revelar que las relaciones en el ‘mundo ecologista’, si es que hoy se puede hablar de uno solo, están más fracturadas, especialmente entre dos instituciones, que a ojos de la opinión pública, se pensaba que eran ‘hermanas’: Terram y Oceana.



El rompimiento



Hasta 2003 Marcel Claude, presidió Terram, ONG que creó tras su bullada salida del Consejo del Banco Central. El ambicioso proyecto dio sus frutos, posicionando complejos temas medioambientales en la agenda pública, tarea que en parte se pudo realizar gracias a aportes económicos de Douglas Tompkins, quien les entregó por una sola vez US$ 120.000 para estudiar la realidad de las salmoneras en el transcurso de tres años.



A poco andar y en pleno apogeo de la organización, Claude convocó a Rodrigo Pizarro, economista y militante del Partido Socialista (PS), para unirse al proyecto. Pizarro se transformó en su ‘mano derecha’, como reconoce el propio ex consejero del instituto emisor, a tal punto que lo dejó como director de Terram tras aceptar el cargo de Oceana.



"El año 2002 apareció Oceana, ofreciéndome la posibilidad de encabezar y dirigir el proyecto en Chile. Me pareció interesante, atractivo, un trabajo nuevo. A esas alturas ya estaba construido Terram, que había llegado a ser la organización medioambientalista con mayor presencia pública y que había dado golpes muy duros al establishment, a la industria salmonera, a los Zaldívar y había logrado posicionar el tema ambiental en la alta esfera de la política", sostuvo.



Hasta ese momento las relaciones eran satisfactorias entre ambos. De hecho, las dos instituciones comparten sus oficinas desde entonces en el edificio de calle Bustamante 24, Providencia, lugar en el que lograron levantar, incluso, dos proyectos comunes: La Corporación Representa y el sitio web el Portal del Pluralismo.



Sin embargo, estas iniciativas finalizaron abruptamente el año pasado, por la lucha de liderazgos que se empezó a dar entre Claude y Pizarro, sin contar los problemas de financiamiento que afectaron a Representa, una plataforma de carácter más político.



"Hay gente a la que el poder le hace daño. Cuando tienen el poder pierden el norte. Lo que ocurrió aquí es que permanentemente el señor Pizarro intentó manipular, controlar, dirigir y apropiarse del proyecto colectivo. En consecuencia, yo rechacé esa cuestión, renuncié a Terram (era miembro del directorio), porque claramente veía que el señor Pizarro, no informaba de las decisiones", asegura Claude.



Hace ya más de seis meses que ambos no se topan en el mismo edificio y si lo llegarán hacer no se hablarían, como lo reconoce el director de Oceana.



Desde el distanciamiento, Claude y Oceana se han asociado más al mundo de la izquierda extraparlamentaria y otras organizaciones, como Olca y Ecoceanos; mientras que Pizarro y Terram se han ligado con el mundo progresista de la Concertación, lo que hace pensar a Claude que tanto Larraín, Baquedano y Pizarro están en busca de cargos políticos en un eventual gobierno de Bachelet.



"Terram ha desaparecido, se ha hundido en la mazmorra de la politiquería, porque el señor Pizarro, primero que nada, intentó empujar en forma muy activa la candidatura de Lavandero, de buscar asociaciones con el Partido Comunista, con Fuerza Social, con la Surda. Es decir, claramente, involucra, a Terram en un proyecto político", afirmó el economista.



Los descargos de Pizarro



A juicio de Pizarro, el discurso de Claude no hace otra cosa que ‘distorsionar el debate’ sobre la institucionalidad ambiental. Plantea que una cosa es el quiebre entre Terram, Oceanía y Representa, y otra es cómo las organizaciones ambientales se presentan frente a distintos temas de la contingencia.



"Terram, ahora y antes, es una fundación que no tiene afiliaciones políticas, a pesar que miembros del directorio y yo tenemos nuestra posición. Es una organización que se estructura bajo una lógica de ejercer influencia política no partidista, sino en el sentido inglés y para esos efectos se tienen una serie de relaciones con el poder, el poder en su conjunto", aclara Pizarro.


Rodrigo Pizarro actual director de Terram (El Mostrador.cl)

"Comenta que en el transcurso del mes de noviembre, se incorporó al comando de Bachelet el Partido Ecológico, liderado por Manuel Baquedano y Sara Larraín, y como resultado del diálogo con la candidata oficialista, ésta accedió a firmar diez compromisos que asumen gran parte de la agenda ambiental presentada a los candidatos presidenciales en el transcurso del año.



"Muchos de los problemas se pueden resolver, rediseñando la política ambiental y no se trata de un ministerio. Se trata de pasar la gestión y el diseño de política ambiental, desde una función de coordinación a una implementación única. Bachelet ha dicho que van a existir un Ministerio del Medio Ambiente, que va tener dos subsecretarías: de Biodiversidad y otra de Gestión Ambiental, además de una Superintendencia y un Servicio Nacional de Parques, eso significa que todas las atribuciones en materia de biodiversidad pasan a una entidad única", aseveró.



"(En consecuencia) desde el punto de vista de Terram nos pareció, no sólo adecuado, sino que también conveniente firmar esos compromisos, porque pensamos que son importantes desde el punto de vista ambiental y porque pensamos que el rol de nuestra institución es precisamente ésa, ejercer influencia sobre los partidos políticas y sobre las distintas candidaturas presidenciales. La firma de los diez puntos es una notable mejora y una revolución desde el punto de vista de la institucionalidad ambiental, por eso no veo mayor contradicción", complementó.



Respecto de la posibilidad que finalmente Bachelet les ofrezca un cargo político a los líderes ecologistas más afines con sus posturas, el economista señaló "si es que le ofrece un cargo y acepta Baquedano o la Sara Larraín, a mí parece algo, no sólo legítimo, sino que extremadamente interesante, porque significa que la Concertación se está ampliando desde su base original y está incorporando a gente que no ha sido de la coalición y ese es un tema que nosotros, como Terram, hemos planteado hace mucho tiempo, que esta Concertación se abra a la sociedad civil. Ahora, si me ofrecen un cargo a mí, como Terram, no lo puedo aceptar porque Terram no es una organización política, es una organización de la sociedad civil, si es que a mí me lo ofrecen (personalmente) tengo que ver eso en el contexto del Partido Socialista".



¿Problemas de financiamiento



Consultado respecto a si Terram pasa por problemas de financiamiento, como señaló Claude, Pizarro sostuvo que ello no es efectivo, pero que sí han cambiado la forma de obtener recursos desde la partida de éste a Oceana, porque ya no hay fondos institucionales desde el extranjero. Según Marcel Claude, en sus tiempos, el financiamiento provenían del magnate Douglas Tompkins, la Fundación Hewlett y Ford.



"Hay relaciones con distintos actores, pero el gran financiamiento que tuvo Terram, que fue cuando Marcel estaba, era un financiamiento institucional de la Fundación Hewlet de U$ 600.000 y de U$ 200.000 al año. Eso terminó cuando se fue Marcel… ¿O acaso por qué crees que se fue Marcel…? Y a partir de entonces la Fundación Terram ha hecho enormes esfuerzos para financiarse", dijo Pizarro.



Adicionalmente, explicó, ese fondo se entregó por única vez "eso permitió que Fundación Terram a partir del año 2000 se expandiera y una de las cosas que hizo fue contratarme a mí, como director de Estudios. Pero eso se agotó en 2003. Desde entonces, y como no tiene fondos institucionales, redireccionó sus esfuerzos de financiamiento. Hoy tenemos sólo dos grandes financiamientos, uno es del Banco Mundial U$97.700 para introducir algas alrededor de una salmonera, y el segundo fondo grande se obtiene a través de la creación de las Cuentas Ambientales para Panamá", puntualizó.



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