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Evalúan conectar artificialmente único lago salado de Chile con el Pacífico

Tras el terremoto de 1960, el Lago Budi perdió su conexión natural con el Océano Pacífico. El hecho hoy está acarreando nefastas consecuencias, tanto para la comunidad mapuche que habita en su ribera, como para las especies de la zona, algunas de las cuales podrían desaparecer en los próximos cinco años, según advierte el biólogo marino de la Municipalidad de Saavedra.


Especie endémica del Lago Budi. El Huaiquil.

Hasta 1960 el Lago Budi, ubicado en la comuna costera de Saavedra, Región de la Araucanía, convivía en perfecto equilibrio con el Océano Pacífico, pudiendo de esta forma renovar sus aguas permanentemente y permitiendo con ello la adecuada supervivencia de la flora y la fauna del lugar.



Sin embargo, el maremoto de ese año, uno de los mayor magnitud a nivel mundial, rompió la unión natural entre el único lago salado de Chile y el mar, produciendo el consiguiente desequilibrio ecológico que se está sintiendo con fuerza a 45 años de su impacto, el cual se ha visto agudizado además por la acción antrópica.



Es por ello, que las autoridades locales quieren que todo vuelva a ser como antes del terremoto, para lo cual tendrán que construir una estructura que permita conectar artificialmente el lago con el océano.



Con esto se evitaría la subida del nivel de las aguas en los inviernos o durante las lluvias, la cual destruye inevitablemente las plantaciones de las comunidades mapuches. Pero las consecuencias también son nefastas para las aves y peces, porque el estancamiento de las aguas está transformando al lago en un pantano.



Lago abierto todo el año



Según informó el alcalde de la comuna de Saavedra, Roberto Tripainao Calfulaf a El Mostrador.cl, este mes se iniciarán los estudios, en conjunto con la Dirección de Obras Portuarias del Ministerio de Obras Públicas (MOP), para evaluar cuál es la mejor modalidad de conexión, la que podría costar fácilmente cerca de mil millones de pesos.



Según explica el jefe comunal, en la actualidad el lago sólo se abre por lapsos de quince días, cada tres meses, gracias a la acción de poderosos buldózer, pero la solución es precaria e insuficiente. Es por esto, que para Tripainao se requiere cuanto antes una apertura controlada todo el año.



"Queremos tener una conexión permanente que permita una mayor fluidez de los recursos marinos para que la misma gente pueda sustentarse y por otro lado, el lago sea más atractivo porque durante el último tiempo hay un problema con el sedimento que hay en el lago, se ha hecho más fangoso. Entonces, que la comunicación abierta, que se llene continuamente, crezca durante seis horas entonces se va a mantener más oxigenado", dijo.



Por su parte, Carlos Fleite, biólogo marino, encargado de la Unidad de Desarrollo Económico Local Oficina de Pesca y Vida Silvestre de la municipalidad, uno de los problemas principales para dar una protección a la reserva natural, es que en ella habitan más de 100 comunidades indígenas que comparten el recurso agua.



"No hay control realmente de la pesca que se desarrolla ahí o del tipo de actividad agrícola que van en desmedro de la calidad del agua. Cuando se práctica la agricultura, el agua lava la tierra y todos los abonos químicos que son incorporados llegan al lagos, por lo tanto, el lago ahora está enfermo, está en un proceso de eutroficación, es decir, los nutrientes son más de los que puede soportar el agua. Esto hace que la pesca haya bajado, que la diversidad de aves disminuya", sostuvo.



Especie en extinción y recursos de la ONU



Fleite recuerda que el Lago Budi es el principal refugio de los cisnes de cuello negro en la Novena Región, además de otras 130 especies que se han detectado, a lo que se suman 11 especies de peces, uno de los cuales es de carácter endémico y se proyecta su extinción de aquí a cinco años: el huaiquil.



"De aquí a cinco años, este pez va a desaparecer. De hecho, hoy en día ya no se extrae, la única forma de hacerlo es con redes especiales, pero se capturan sólo muy pequeños ejemplares por eso queremos que las autoridades públicas intervengan", señaló.



Sobre la delicada situación del ecosistema, la directora de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama), que visitó la semana pasada la comuna, sostuvo que la situación es delicada, pero que ya se ha comenzado a trabajar en soluciones.



"Es un ecosistema muy particular y hay bastantes antecedentes que señalan que está viviendo un proceso eutroficación. Ahora, hoy día hay un conjunto de instituciones públicas y también de instituciones académicas que han comenzado a trabajar en un diagnóstico del Lago Budi, precisamente para ver cuáles son las medidas que hay que tomar", comentó.



"Nosotros como Conama, en el marco de la Estrategia Nacional de la Biodiversidad y de la preocupación de los ecosistemas que son particulares, estamos pendientes del tema y en el momento que exista un consenso de cuáles son acciones que se van a emprender. Evidentemente que vamos a destinar recursos a promover la biodiversidad", agregó.



En ese sentido, Saball que ya recibió de manos del Instituto de Educación Rural de la localidad un proyecto para la conservación de la biodiversidad del lago, el cual aspiran a financiarlo con recursos provenientes del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.



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