De llegar al poder Sebastián Piñera, dos hombres clave de RN en el tema ambiental proponen revisar las ‘soluciones’ que el gobierno de Lagos ha implementado en el tema Celco. El senador Antonio Horvath y el empresario que luchó contra Ralco, Hernán Echaurren, creen que Bachelet seguirá con decisiones políticas y no técnicas frente a proyectos de este tipo.
Dos personalidades en el tema ambiental de Renovación Nacional (RN), partido al cual pertenece el candidato presidencial Sebastián Piñera, se manifestaron a favor de revisar las medidas que ha implementado el Gobierno en el tema de la Planta de Celulosa Arauco y Constitución (Celco), tanto en Valdivia, como en Itata, en la eventualidad de que el empresario llegue a ocupar el Palacio de La Moneda en marzo próximo.
Uno de ellos es el senador Antonio Horvath y el segundo, el también empresario Hernán Echaurren, quien -junto a Juan Pablo Orrego- formó el Grupo de Acción por el Bío Bío (GABB), poniendo en jaque la ejecución de la central hidroeléctrica de Ralco hace alguno años, durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
Para ambos el tema de este sector industrial no está solucionado ni zanjado con las medidas que ha implementado y exigido, especialmente, la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) de los Lagos, en esta materia. Una de ellas, la referida a la evacuación de riles (residuos industriales líquidos) de la planta, deberá ser presentada ante esa comisión por Arauco en enero.
"No, no, no…Eso no está zanjado, acabo de recibir el informe de la WWF y la verdad es que la planta se volvió a echar a andar sin las garantías de que se restituya el daño causado. Eso no está resuelto. La planta Celco no debiera funcionar mientras no haya una garantía que se restituya el daño causado", dijo el senador Horvath a El Mostrador.cl
El político aseguró que en un eventual gobierno de Piñera se fortalecerá la institucionalidad, la capacidad de fiscalización y se darán garantías de que desastres ecológicos, como los registrados en el Río Cruces, no se volverán a repetir. En este sentido, sostuvo que hay soluciones técnicas que todavía no se han implementado en este caso.
"Hay que ser más exigentes, que hagan una planta de tratamiento de sus residuos antes de que lo viertan a un medio, cualquiera que sea. Porque el emisario (submarino) es trasladar el problema del santuario de la naturaleza a la orilla del mar, echándonos encima el convenio de Estocolmo, que impide que elementos organoclorados lleguen al océano", dijo.
El error de los ecologistas
Para el legislador, los recientes acuerdos firmados entre Bachelet y representantes de un sector del ecologismo, como Sara Larraín y Manuel Baquedano, no son suficientes para provocar el cambio que se necesita.
Pese a que los programas presidenciales de los candidatos que irán al balotaje en enero son prácticamente iguales en algunos puntos: crear un Ministerio del Medio Ambiente, aumentar el poder de fiscalización, general lo que se denomina cuentas ambientales, perfeccionar la Ley de Bases del Medio Ambiente y establecer un sistema de ordenamiento territorial.
Según Horvath, la ciudadanía debe estar tranquila si Piñera llega al poder, porque éste no tendrá manga ancha con el empresariado, aunque él provenga de ese mundo, ya que antes de ser candidato ha impulsado tres proyectos ambientales: uno para prevenir la desertificación en la zona central; otro que busca hacer navegable el río Mapocho; y la implementación de un parque en Chiloé.
"Creo que hay más resguardo para el medio ambiente con la candidatura de Sebastián Piñera", enfatizó el senador.
El empresario que se opuso a Ralco
De igual forma, el atípico empresario de RN Hernán Echaurren, quien cursó un MBA en la Universidad de Harvard y hoy integra el Consejo Ciudadano de Sebastián Piñera, sostiene que en un eventual gobierno de su candidato, la Conama o el organismo a cargo en materia de medio ambiente, no puede seguir respondiendo a criterios políticos para la aprobación de proyectos industriales. Echaurren forma parte del Consejo Ciudadano de Sebastián Piñera y ayudó a redactar el programa ambiental del candidato a la presidencia y está convencido que éste es mucho mejor que el de Bachelet.
"Durante el gobierno de Lagos, la Conama ha actuado en forma absolutamente política y no técnica. Esto, incluso fue declarado por la propia Vivianne Blanlot, cuando ella era secretaria ejecutiva de la comisión y se aprobó el proyecto Ralco, que había sido cuestionado por la Comisión Nacional de Energía", recordó.
Asimismo, lamentó que la Concertación tenga una mano blanda con grupos económicos como Arauco y, por otro lado, fastidie a empresarios de menor envergadura, solicitándole un "sinnúmero de exigencias" para comenzar a producir. Por eso, aclara que serán eminentemente técnicos a la hora de analizar propuestas.
"En el caso de Celco, yo creo que están negociado y viendo que hacer con los emisarios submarinos (en Itata y Valdivia). En caso de un gobierno de Piñera…no sé si sería revisable, pero en primer término creo que sí, es revisable. Creo que se puede exigir una planta de tratamiento óptima", aseveró.
En la actualidad, este empresario se opone a la construcción de las megacentrales hidroeléctricas que está proponiendo Endesa en Aysén. Es por ello que paulatinamente ha vuelto a tomar contacto con Juan Pablo Orrego, quien ahora participa de la ONG ‘Aysén Reserva de Vida’.
Comenta que el programa de Piñera plantea la necesidad de estudiar la realidad de las cuencas hidrográficas del país y evaluar si le conviene a la sociedad preservarlas en su estado natural o utilizarlas para el desarrollo de energía eléctrica. En todo caso, Echaurren anticipa su posición: "Desde mi punto de vista Aysén es intocable. Hay que ver si soportan el plan de Endesa, cuál es el costo social que tiene, cuáles son las alternativas".
"Creo que Chile es más pobre con Ralco que sin Ralco. Ahora, luego del desastre del gas argentino, el análisis es otro que el que hacíamos cuando había gas. Es una variable que se tendrá que resolver", explicó.
Al respecto, el senador Horvath señaló que "no se trata de oponerse a una central hidroeléctrica, de lo que se trata es de oponerse a una central de mega proyecto, con un gran impacto ambiental, que inunde valles donde hay pobladores, y hay también atractivos turísticos y áreas sensibles. Entonces, nuestro planteamiento es que sean centrales de pasada y no represas, y eso es posible porque estamos grandes de algunos de los caudales más grandes que tenemos en Chile, como el río Pascua y el Baker, que tienen más de mil litros por segundo; por lo tanto, el tema está en aprovechar el caudal natural y no inundar", dijo.
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