Dirigente del PS, quien postuló por la Cuarta Región, donde cosechó un nada despreciable 19,40% de los votos, lamentó que problemas surgidos en la tienda falangista salgan a la luz pública, desviando la atención de la candidatura presidencial de la Concertación en el sentido de sumar votos para ganar el 15 de enero próximo. También elogió »responsable» actitud del PC.
Satisfecho se mostró el ex ministro y embajador socialista, Jorge Arrate, de los resultados que obtuvo las pasadas elecciones parlamentarias, donde logró el 19,40 por ciento de los votos en la circunscripción de la Cuarta Región, un porcentaje muy por encima de lo que los cálculos más optimistas le atribuían.
Arrate, quien debió competir con su compañero de lista, el DC Jorge Pizarro, y con la UDI Evelyn Mathei, aseguró que si bien fue apoyado por una parte importante de la izquierda, otra se mostró renuente a brindarle su adhesión.
En cuanto a los conflictos que se han generado por la incorporación de la DC al esfuerzo por la segunda vuelta de la carrera presidencial, Arrate lo lamentó, señalando que ello perjudica a la campaña de la Concertación.
-¿Cómo califica su participación en la campaña parlamentaria y su resultado en la Cuarta Región?
-Yo creo que fue un muy buen resultado, considerando que solo tuve dos meses para hacer la campaña y que competía con dos senadores que estaban establecidos y en ejercicio.
-¿Qué le parece la experiencia de trabajar junto al senador DC, Jorge Pizarro, y tener una contrincante como la senadora de la UDI, Evelyn Mathei?
-En el caso de mi compañero de lista, yo hice una campaña no competitiva, pero no coordinamos las actividades electorales, y fuímos más independientes. Yo creo que si las hubiésemos coordinado habríamos logrado alguna votación mayor, pero esa es una especulación.
Yo habría esperado dos o tres puntos más de votación y lo mismo un par de puntos más de votación en el caso de Pizarro, y con eso de más que habríamos doblado. Pero no se dio.
Creo que en esta campaña hubo una acción totalmente desmedida de parte de la derecha, destinada a introducir elementos económicos, donaciones, regalos y pagos de cuentas de agua potable y de electricidad en los sectores populares más pobres. Si bien, yo logré capturar una parte significativa de votación de la izquierda, hubo otra que fue renuente a apoyar a un candidato de la Concertación, aunque se tratara de mi persona, y creo que la separación que hay entre los mundos de la izquierda oficialista y extraparlamentaria es muy grande y es una herida que hay que reparar cautelosa y gradualmente.
-¿Cómo se puede reparar eso, considerando que hoy en día el PC podría apoyar a Michelle Bachelet en la segunda vuelta?
-Esa ha sido la posición del PC y la celebro porque es responsable. Ningún chileno democrático puede querer arriesgar a que vuelvan al gobierno las mismas caras que gobernaron con la dictadura. Esa es la primera responsabilidad del momento y entiendo que el PC está buscando la forma digna de poder asumirla. Distinto es el caso del Juntos Podemos, ya que su líder Tomás Hisrch, llamó autónomamente, y sin consulta a sus aliados, a anular el voto, lo que me parece de una irresponsabilidad lamentable.
PS y elecciones parlamentarias
-¿Cómo califica los resultados que obtuvo el PS, ya que bajó su votación, pero aumentó en el número de diputados y senadores electos?
-El partido llevaba candidatos sólo en una fracción de los distritos, es decir, 23 postulantes de los 60 distritos. Entonces, la votación que aparece del PS incluye a esta colectividad y al PPD, pero prácticamente sólo en un tercio de los distritos y no en el total.
De modo que las cifras no me afectan realmente porque es una votación combinada de los partidos y abarcando, como decía antes, sólo una fracción de los distritos. El hecho es que el PS obtuvo un muy buen resultado: llegó a ocho senadores y 15 diputados. Yo creo que es un buen resultado parlamentario para la colectividad, aunque creo que habría sido mejor si se hubiese obviado la larga etapa previa de negociaciones y si ésta no se hubiese centrado tanto en la Sexta Región, lo que enturbió todo el proceso de negociación y obligó a algunos candidatos a llegar a última hora a sus regiones para hacer campaña.
-¿Cómo evalúa la conducción de Ricardo Núñez, ya que en esta negociación parlamentaria se trazó varios objetivos, uno de ellos, el de aumentar la votación del partido?
-Yo creo que los objetivos que se trazó la dirección de Ricardo Núñez y Camilo Escalona se cumplieron, más allá de las críticas que uno haya tenido o tiene a la conducción del partido. Ellos cumplieron en esta elección parlamentaria y los equipos centrales partidarios fueron eficaces apoyos para todos los candidatos. Los recursos se manejaron de manera equitativa y yo estoy satisfecho con la forma como actuó la mesa.
Campaña de Bachelet y complicaciones en el comando
-¿Cuál es su opinión respecto a los conflictos que se han dado en el comando, especialmente, con la DC?
-Yo creo que las diferencias al interior de la Democracia Cristiana, en las cuales yo no tengo por qué intervenir, han sido desgraciadamente un elemento perturbador en la campaña de Bachelet. Eso no es una responsabilidad del comando sino que de los propios DC, que de un modo u otro y sin quererlo, han trasladado sus propios conflictos a otra instancia, dando un impacto negativo a su propia candidata.
En cuanto al comando, yo espero que la reestructuración que se ha hecho sea positiva. La presencia de los dirigentes partidarios creo que es razonable. He visto que han vuelto a aparecer en primera plana algunas caras más experimentadas, como es el caso del senador Andrés Zaldívar, el ex ministro Sergio Bitar y el presidente del PS, y eso me parece bien.
Los partidos atraviesan por una crisis muy complicada; sin embargo, pese a eso siguen siendo centro de adhesión ciudadana, y eso quiere decir, que son importantes, que no pueden ser ignorados y creo que fue un error de la primera etapa de la campaña al tratar de no considerarlos.
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