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«No hay que dormirse porque aquel que se duerma puede perder»

El senador por la Tercera Región y timonel del socialismo asegura que es un error tener un sentido triunfalista, por lo que recomienda trabajar hasta el último día de campaña para llegar a cada uno de los hogares del país. También espera que la abanderada de la Concertación, Michelle Bachelet, obtenga un 53 por ciento o más de los votos este 15 de enero.


Satisfecho se mostró el presidente del Partido Socialista (PS), Ricardo Núñez, con el desempeño que tuvo la candidata presidencial de la Concertación, Michelle Bachelet, en el debate televisivo de esta semana.



Núñez destacó que la ex ministra de Salud y Defensa demostró su liderazgo, capacidad para gobernar el país y su credibilidad en los temas económicos, sociales y políticos. Sin embargo, el senador condenó la actitud del candidato de la Alianza por Chile, Sebastián Piñera, señalando que éste fue agresivo y que «en su intervención más bien reflejó algo que los chilenos tienen en la memoria histórica como un trauma: la confrontación de la época de la Unidad Popular».



Para el parlamentario por la Tercera Región, además, es indispensable que Bachelet gane de manera holgada en estas elecciones para que su gobierno genere más confianza en la ciudadanía. Apostó a que la abanderada logrará un 53 por ciento de los votos o más.



-¿Cuál es el análisis que hace del debate televisivo que se realizó antes de la segunda vuelta electoral del 15 de enero?
-Para mí Sebastián Piñera no solamente respondió a la expectativa que él se esperaba, dado su capacidad para abordar los temas con bastante prolijidad y no siempre con la fuerza de la verdad, por cierto, sino que reflejó una derecha que está prescrita a diferencia de lo que dice de la Concertación, en orden a que ésta sería el pasado.



Mientras que Michelle representó el futuro, el liderazgo y la capacidad para gobernar. Piñera reflejó a la derecha tradicional e incluso más que la de Joaquín Lavín. En ese sentido, la gran virtud del ex alcalde de Santiago era la capacidad de reflejar que la derecha se había remozado sobre la base de penetrar sectores sociales, donde la oposición no había tenido ningún respaldo, levantó lenguajes y posturas diferentes respecto de lo que históricamente había sido en este país. Y aún cuando le costó bastante a ese mundo lavinista despojarse del lastre pinochetista, lo cierto es que sus alcaldes, diputados y senadores reflejan un nuevo intento de generar una derecha diferente, tanto así que el proyecto del Partido Popular (PP) apareció por largo tiempo promovido por Pablo Longueira, Jovino Novoa y otros dirigentes.



En consecuencia, la agresividad de Piñera a mí me sorprende. Creo que si quería ganarse a los sectores moderados, particularmente vinculados a este espacio político cultural del humanismo cristino, no lo logró porque la agresividad de la manera de denostar a cinco personas en su intervención, más bien reflejó algo que los chilenos tienen en la memoria histórica como un trauma: la confrontación de la época de la Unidad Popular.



Esto a diferencia de Michelle, que sin olvidar a la UP, fue capaz -con valentía- de señalar que fue un gobierno donde se cometieron muchos errores, independientemente del liderazgo y de lo simbólico que es la figura de Salvador Allende para todos nosotros.



-¿Qué le parece que Piñera haya recurido a destacar las figuras de dos ex presidentes de la DC, como Eduardo Frei Ruiz Tagle y Eduardo Frei Montalva?
-Un grave error lo que hizo Piñera. Si él se hubiese referido a Jorge Alessandri la mitad de los chilenos seguramente no habría sabido quién fue este político y qué es lo que representó, pero otra mitad muy cercana a él si había entendido que podía ser la continuidad de Alessandri y por qué: porque éste también fue empresario (gerente de la Papelera), un hombre nacido en la derecha y porque se peleó en su momento con Pinochet, a propósito del Consejo del Estado. Yo esperaba que se hubiese hecho esa invocación y no la de dos líderes connotados de la DC que no solamente están ligados a ese partido sino que a esa enorme corriente que refleja el humanismo cristiano en nuestro país y que la DC de alguna manera lo refleja con mucho más fuerza que lo que puedan representar la UDI o Renovación Nacional.



A estos dos partidos les va a costar mucho reflejar aquello. El peso de haber formado parte del entorno del pinochetismo y por lo tanto, de un régimen que violó los derechos humanos hace incompatible que Piñera pueda ser portavoz de los valores del humanismo cristiano frente al mundo que se refleja en Frei Montalva y en Aylwin.



Creo que la apelación que hizo fue groseramente oportunista, a diferencia de Michelle, que tuvo la valentía de señalar que ella, aún siendo socialista, entiende perfectamente que la Unidad Popular cometió graves errores en el país.



-¿Eso no lo hizo sentir incómodo?
-No, porque lo vengo diciendo hace 20 años atrás.



-¿Pero cree que el comentario de la candidata haya decepcionado a un sector de los militantes?
-No. Porque ella dijo algo muy de fondo en orden a que se sentía muy orgullosa de haber formado parte de aquellos que hemos sido capaces de hacernos una autocrítica. Y lo que siempre hemos dicho: si nosotros no hubiésemos asumido los errores que se cometieron en el tiempo de la Unidad Popular en Chile no habría una alternativa socialista y democrática como hoy día se refleja en el PS y la expresión máxima de ello es el gobierno del Presidente Ricardo Lagos y, por cierto, el liderazgo de Bachelet.



Esa capacidad de asumir nuestras propias historias con nuestros errores y éxitos son un aval moral y ético muy importante y en política al final termina siendo valorada.



Reacción de Sergio Bitar



-Usted ha criticado la agresividad de Piñera durante el foro, pero qué le parece la reacción de Sergio Bitar. Eso también es una imagen de agresividad.
-Pero no en Michelle. Yo entiendo y puedo compartir lo de Sergio. Se sintió muy agraviado y reaccionó de esa manera… Posiblemente si lo hubiese pensado dos veces no hubiese reaccionado así, pero yo justifico plenamente su reacción. No afectó mayormente a Michelle porque la candidata es ella.



-¿No cree que le quitó protagonismo?
-Yo no creo. Es tan fuerte y tan potente el liderazgo y la expectativa que ha generado Bachelet que estos hechos no empañan su protagonismo- Además, éste es un tema que forma parte de los intereses de ciertos medios de comunicación y nada más…



-Entonces no le da importancia a este episodio de Bitar.
-Yo creo que es un episodio que se terminó. Y si se mantiene es por cuestiones estrictamente menores.



¿No comparte los reproches que se han hecho?
-No me gusta reprochar a mis amigos cuando los entiendo. Puede ser que en esa circunstancia habría tenido una reacción más tranquila, pero no soy yo quien lo va a denostar y mucho menos, ya que a los amigos se les justifica y se les respalda en las buenas y en las malas.



Los últimos días de campaña



-¿Qué espera para los últimos días de campaña?
-No es el momento de que nuevamente resurja ningún aire de triunfalismo. Hay que trabajar hasta el último día, cosa que se está haciendo y hay que llegar a los hogares de todos el país para que el triunfo de Michelle sea muy contundente, de modo tal que dada la legitimidad del voto con la mayoría que vamos a tener en el Parlamento demos un salto cualitativo en el país.



En el mejor sentido de la palabra y sin amedrentar a nadie, pero sí generando condiciones para un país que en el año 2010 se pueda mirar a sí mismo como una nación más digna, equilibrada, más justa y libre. Y eso supone un conjunto de medidas que ella ha señalado con mucha claridad, por ejemplo el tema previsional. Porque, ¿quién diablo hoy día en Chile no entiende que es necesario introducir modificaciones a este sistema?



-¿Puede ser una elección estrecha?
-Yo creo que no será estrecha, lo que quiero es que sea más holgada y para eso hay que trabajar. Hay zonas en el país que todavía están débiles.



-¿Cómo cuáles?
-Las regiones Quinta, Novena y Décima. En Santiago Oriente se está trabajando bastante y en definitiva en varias regiones tenemos que acercar la votación de Michelle a la que obtuvieron los parlamentarios. Por lo tanto, no hay que dormirse. Aquel que se duerma puede perder. Por ejemplo, 48 horas antes de las últimas elecciones españolas ganaba José María Aznar y 48 horas después -un accidente entre medio (los bombazos del 11 de marzo y las acusaciones infundadas contra ETA)- ganó el Partido Socialista. Si hay de aquí al 15 de enero un terremoto, que por cierto nadie quiere, y si no salen en el momento oportuno las fuerzas de seguridad o el gobierno para generar condiciones mejores para las víctimas, se pierde… Las elecciones son así.



-¿Cuando dice que Bachelet debería tener una votación holgada, a cuánto se refiere?
-Esperamos que saque de un 53 por ciento para arriba.


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