Mientras Renovación aprobó con la Concertación normas consideras esenciales por los trabajadores, como la definición de lo que es una empresa y la responsabilidad solidaria de las mandantes, la UDI las rechazó. En el oficialismo aseguraron que la Alianza deberá explicar estas fisuras, en tanto que el gremialismo acusó que la ‘izquierda’ le dobló la mano al Gobierno.
Una intensa jornada legislativa, marcada por las elecciones presidenciales del domingo próximo, se registró este martes en la Cámara de Diputados, con motivo de la convocatoria extraordinaria realizada por el Presidente de la República para que los parlamentarios votaran el proyecto que busca regular la subcontratación de la mano de obra.
Pese a que todo indicaba que la Concertación y la Alianza aprobarían el texto que despachó el Senado más las indicaciones del Gobierno, los parlamentarios oficialistas lograron incluir algunas normas que demandaban los trabajadores.
Si bien oficialismo y oposición consensuaron una serie de materias en la comisión de Trabajo, hubo otras en las que sencillamente no hubo acuerdo: la definición de lo que es una empresa, la responsabilidad solidaria, y la regulación de suministro temporal.
Estos tres temas, considerados emblemáticos por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), finalmente fueron aprobadas por la Sala de la Cámara de Diputados, donde se evidenció una fisura entre los parlamentarios gremialistas, que las rechazaron, y de Renovación, que se manifestaron a favor, ante el riesgo de que el texto se cayera.
Y es que la semana pasada fue el propio abanderado de la Alianza, el RN Sebastián Piñera, el que emplazó al Gobierno a darle urgencia a la iniciativa, luego que La Moneda pusiera en duda la veracidad del respaldo que dio a los trabajadores de empresas contratistas de Codelco.
Boomerang
La jornada legislativa se inició a primera hora en la comisión de Trabajo, donde su presidente, el DC Rodolfo Seguel, advertía lo complejo que resultaría incluir en el proyecto una definición de lo que es una empresa.
El legislador aseguraba que esa precisión era «parte esencial de los acuerdos alcanzados» con los trabajadores, por lo que «sería feo que tuviéramos problemas entre nosotros", y alertaba sobre la probabilidad que la decisión de discutir el proyecto se transformara en un boomerang para el oficialismo.
A su vez, el propio timonel de la multisindical, Arturo Martínez, les enviaba un contundente mensaje a los legisladores: «No estaremos en el show del Congreso», al tiempo que detallaba las razones por las cuales consideraba fundamental incorporar la definición de lo que es empresa.
«Desde ahí se conecta todo el resto. No incorporarla es aprobar una ley de segunda categoría. Si no resuelves primero lo que es empresa, no damos claros parámetros, por ejemplo, a la Dirección del Trabajo para que haga una fiscalización más eficiente. Es fundamental. No agregar eso es dar pie a todos los subterfugios», señalaba.
Materias clave
Si bien el texto fue aprobado en general con una abrumadora mayoría -98 a favor-, cuando se inició la votación artículo por artículo, comenzaron a evidenciarse las fisuras entre RN y la UDI sobre los aspectos clave.
Entre las normas aprobadas por la Concertación y RN se encuentran que las mandantes serán responsables de las obligaciones laborales y previsionales de las contratistas -y ambas con las de los subcontratistas-, lo que estará limitado al tiempo que duró el contrato del empleado. Éste, a su vez, podrá demandar a todos los que puedan responder por el cumplimiento de sus derechos.
También visaron la contratación de trabajadores de servicios temporales para reemplazos por licencias médicas o maternales, por el tiempo que dure el permiso, para actividades extraordinarias -90 días-, y nuevos proyectos -180 días. Sin embargo, se prohibió que estos contratos sean por huelga o para la «suministración» de mano de obra.
Sin embargo, el aspecto más importante fue la definición de empresa: toda organización de medios personales, materiales e inmateriales, ordenados bajo la dirección de un empleador, para el logro de fines económicos, sociales, culturales o benéficos.
Más consenso hubo en la creación de un registro de empresas contratistas; que el mandante retenga los pagos a la compañía que le presta servicios si ésta no informa sobre el cumplimiento de sus obligaciones, y cancele las deudas; que las contratistas no tengan relación con la mandante -con una multa de 20 UTM por trabajador y cancelación del registro.
También las contratistas deberán dejar ante la Dirección del Trabajo una garantía de 500 UF ante, que aumentará si los empleados son más de 100, con el objetivo de cumplir con las obligaciones con sus trabajadores; y las sanciones a los contratos simulados.
UDI: Izquierda le dobló la mano al Presidente
Al término de la votación, el diputado UDI Felipe Salaberry destacó que la oposición votó a favor de todas las indicaciones presentadas por el Presidente Lagos, y justificó el rechazo de las normas incorporadas por parlamentarios oficialistas en los alcances que podría tener, por ejemplo, la definición de lo que es una empresa.
«La Alianza tenía dudas, que se las manifestamos a RN, sobre los artículos que fueron parte de una «doblada de mano» de la izquierda a Presidente, donde se plantea un nuevo concepto de empresa, que no se sabe el impacto que puede tener en la actividad laboral», sostuvo.
El legislador también objetó la responsabilidad solidaria de las mandantes con los trabajadores de las contratistas. "Nos parece una irresponsabilidad cuando se legisla sin que un tema se indague lo suficiente. Algunos puntos de los derechos previsionales nos parecían razonables, pero la izquierda los cambió y por eso votamos en contra», argumentó.
Oficialismo: UDI deberá dar explicaciones
En el otro lado de la vereda, la diputada PPD Adriana Muñoz aprovechó la división que hubo entre la UDI y RN, para asegurar que los perdedores fueron la Alianza y Piñera. «Fue una gran derrota para la Alianza, que votó dividida. En la comisión las diferencias no fueron tan grandes como en la Sala», señaló.
En tanto, el diputado PS Juan Pablo Letelier calificó el texto como «constructivo», al tiempo que destacó que «el Presidente, quien fue el que invitó a que discutiéramos esto, va a lograr el objetivo político y que salga de la Cámara de Diputados y vaya al Senado para defender de mejor manera los derechos de la gente de esfuerzo».
Por su parte, el ministro de Trabajo, Yerko Ljubetic, destacó la «abrumadora votación» que tuvo el texto legal, al que definió como «urgente, sustantivo, y que resuelve problemas que afectan a varios trabajadores», puntualizó.
En tanto, el titular de la Secretaría General de la Presidencia, Eduardo Dockendorff, señaló que «estamos contentos que se haya aprobado y que la derecha, a través de RN, haya entregado sus votos para que fuera una votación mayoritaria".
«Aunque después ellos (la oposición) deberán explicar porque no se pusieron de acuerdo con el candidato presidencial de la Alianza, pero el objetivo del proyecto fue aprobado y esperamos que ocurra lo mismo en el Senado", agregó.
Consultado sobre la posibilidad de que el texto fuera visto inmediatamente por la cámara alta, el secretario de Estado afirmó que en la actualidad en esa rama existe una mayoría artificial, por lo que es probable que la discusión se retome en marzo, cuando asuma el nuevo Congreso y el oficialismo tenga mayoría.
Fracasa reconocimiento indígena
En tanto, por no alcanzar el quórum requerido de 2/3 de los parlamentarios en ejercicio (77 votos), la reforma que otorgaba reconocimiento constitucional a los pueblos originarios no fue aprobada por los diputados.
Aunque el texto fue aprobado en general por 83 votos a favor, siete en contra y nueve abstenciones, los legisladores sólo aprobaron la primera parte de la iniciativa, que establece que «la Nación chilena es única e indivisible».
Sin embargo, el aspecto central de la iniciativa sólo contó con el apoyo de 75 parlamentarios y 20 abstenciones, en su mayoría de la UDI.
Se trata de la norma que establece que la ley garantizaría el derecho a conservar, desarrollar y fortalecer la identidad, idiomas, instituciones y tradiciones espirituales, sociales y culturales de los pueblos indígenas que forman parte de la Nación chilena.
Un grupo de mapuches presente en el hemiciclo fustigó con dureza la posición del gremialismo, mientras que los parlamentarios oficialistas pusieron en duda la gobernabilidad que ofrece la Alianza. «Y de esa forma quieren gobernar", señalaban.
Con todo, el texto fue despachado al Senado, donde se pueden reponer los aspectos rechazados.
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