Aunque hubo espacio para críticas veladas, los candidatos de la Concertación y de la Alianza optaron por apuntalar a sus adherentes a través de discursos en los que privilegiaron sus propias características. En Santiago, Bachelet reunió a más de 100 mil personas, mientras que en el puerto de la Quinta Región, Piñera fue acompañado por cerca de diez mil simpatizantes, según los cálculos de los respectivos comandos.
Con masivos actos en Santiago y Valparaíso, respectivamente, los candidatos presidenciales de la Concertación, Michelle Bachelet, y de la Alianza, Sebastián Piñera, cerraron este jueves sus campañas electorales para la segunda vuelta que se realizará este domingo.
La postulante de la Concertación finalizó su campaña con gran apoyo de figuras nacionales e internacionales, como los grupos Santo Barrios, Difuntos Correa y Cholo Mandinga, además de los españoles Miguel Bosé, Ismael Serrano, Víctor Manuel y Ana Belén; mientras que el representante de la Alianza lo hizo en el puerto de Valparaíso, con artistas locales, pero sin visitas ilustres.
Al encuentro de Bachelet también concurrieron numerosos funcionarios públicos y de gobierno, como ministros -Pedro García, Nicolás Eyzaguirre y Jaime Estévez-, subsecretarios y jefes de servicio. Según estimaciones de Carabineros, en el evento hubo más de 30 mil personas, aunque los organizadores aseguraron que había más de 100 mil.
Cinco minutos antes de las 21 horas, Bachelet pronunció un discurso escueto ante un escenario repleto de autoridades, artistas y adherentes. En la oportunidad, dijo que «el próximo domingo iniciaremos un nuevo camino y vamos a ganar las elecciones y lucharemos juntos por un camino mejor».
La ex ministra se encargó de recordar a quienes fueron sus compañeros en los tiempos del gobierno militar, mencionando al cardenal Raúl Silva Henríquez y a la fallecida presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Sola Sierra, en uno de los momentos más aplaudidos del mensaje.
También recordó que durante el régimen del general (R) Augusto Pinochet «fue la época más triste de mi vida, y enfrentamos la violencia con paz y unión», señalando que es importante recordar a quienes dejaron de existir durante ese periodo de la historia chilena.
Pidió también el apoyo de quienes no votaron por ella en la primera vuelta del pasado 11 de diciembre y dijo que «si sueñan el país que yo sueño súmense a esta tarea, porque un Chile más próspero está al alcance de la mano».
Bachelet planteó que en su eventual gobierno trabajará por más igualdad para hombres y mujeres, así como también para los pueblos indígenas, aseguró mejores pensiones y un trabajo digno y decente.
Durante su discurso, Bachelet señaló que los gobiernos de la Concertación han hecho mucho por Chile, mencionando las gestiones de Patricio Aylwin, Eduardo Frei y Ricardo Lagos, este último el más aplaudido por el público.
«Estoy orgullosa de haber sido parte de este gran gobierno del Presidente Lagos», expresó. Sin mencionar a Piñera, la candidata aseguró que «yo no hice promesas en esta campaña, yo hice compromisos que puedo cumplir. Un gobierno para la gente y con la gente».
«Diré lo que pienso y haré lo que digo. Palabra de mujer», fueron las palabras al cierre de la intervención de Bachelet.
Piñera citó a Neruda
En tanto, entre cuatro mil y diez mil personas -según los cálculos de Carabineros y del comando de Piñera- se dieron cita en la Plaza de la Victoria de Valparaíso para participar en el acto de cierre de la campaña presidencial del abanderado de la Alianza.
En el lugar, los adherentes del partidario opositor observaron las presentaciones de los grupos nacionales Sexual Democracia, La Sonora Palacios, y Adrián y los Dados Negros, todos contratados para participar en el evento.
Pasadas las 19.00 horas, Piñera ofreció una conferencia de prensa en la «Sebastiana», la casa museo del poeta Pablo Neruda, antes de dar inicio a la «Marcha de la Victoria», que lo llevó desde el Cerro Florida hasta el lugar donde estaba previsto el acto final.
En la casa de Neruda, el candidato aseguró que se llegaba a un final de campaña «estupendo», y que ahora venía lo más importante el próximo domingo, que será una jornada de «alegría y paz». Piñera aseguró que a partir del 11 de marzo dará cumplimiento a los compromisos asumidos por la ciudadanía.
En ese sentido, señaló que habrá trabajo para todos, se devolverá la dignidad a los adultos mayores y que el país será más próspero. El postulante, en un discurso que se prolongó por siete minutos, le pidió a Dios que le diera la sabiduría para llevar las riendas del país, y citó al poeta: «Suban a nacer conmigo, hermanos».
Posteriormente, dio inició a la caminata que bajó con varios millares de adherentes por los cerros del puerto en dirección a la Plaza Victoria, donde Piñera se dirigió a los asistentes al acto de campaña por cerca de media hora.
En su segundo discurso, en el que exhibió una evidente afonía, repasó los compromisos que había asumido durante el acto de campaña, e insistió en que durante su gestión se crearán un millón de empleos con «un sueldo decente» y que, pese a las críticas, también impulsará una jubilación para las dueñas de casa.
También aseguró que era necesario enfrentar de una mejor forma la pobreza, por lo que si es electo mandatario impulsaría un cambio a la ex ficha CAS -actual Familia-, para que la gente «no esté escondiendo sus enseres, niegue su condición y mantenga en malas condiciones a sus hijos".
Durante su discurso, en el que no mencionó directamente a Bachelet, pero sí insistió en que quienes no habían hecho estos cambios en 16 años, mal podrían hacerlo en cuatro, en directa referencia a lo que han sido los gobiernos de la Concertación.
«Un gobierno que en 16 años no ha sido capaz de dar trabajo y seguridad a los chilenos, ¿merece seguir otros cuatro años?», preguntó Piñera. «¡No!», respondieron los asistentes al acto, varios centenares de los cuales viajaron desde Santiago, en buses especiales.
«La inmensa mayoría de los chilenos saben que más que nunca necesitamos un cambio y alternancia en el Gobierno», afirmó el candidato, quien aseguró que ello «significa abrir puertas y ventanas para que entren de una vez por todas el aire fresco y la luz del sol, que ventilen e iluminen al país».
Piñera estuvo acompañado en todo momento por Joaquín Lavín y una veintena de dirigentes de Renovación Nacional y de la UDI, entre los que se encontraban los senadores Alberto Espina (RN), Hernán Larraín (UDI), además de personalidades de la política de la zona, como la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Regginatto, y el diputado electo Francisco Chahuán.
Además de los músicos nacionales, también estuvieron junto a Piñera otros personajes del mundo artístico, como el actor Felipe Armas, el cantante Peter Rock y el «Negro» Piñera, el hermano del candidato.
El abanderado también dio la palabra a Lavín, el otrora postulante de la UDI, quien agradeció la posibilidad que tuvo para trabajar con él en esta segunda vuelta. Además, señaló que el próximo 15 de enero comienza un "nuevo Chile, donde Piñera será Presidente", se declaró un "soldado" del abanderado y revivió el lema de «El Cambio», que centró su campaña presidencial de 1999.
El ex edil de Santiago y Las Condes manifestó que el empresario es una persona calificada para guiar los destinos del país, y que podrá combatir la delincuencia, para que la ciudadanía supere el temor que se ha instalado en los últimos años.
En la oportunidad, Piñera también invitó a hablar a su mujer, Cecilia Morel, a quien le dedicó todo su trabajo. Morel, en tanto, señaló que el domingo todos se juntarán a celebrar el triunfo de su marido sobre la carta oficialista.
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Ismael Serrano y Miguel Bosé centraron atención acto de clausura de Bachelet
