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Muerte de joven músico refleja falta de fiscalización a salas de ensayo

Joven falleció en octubre pasado, aparentemente, producto de una electrocución en un establecimiento de Providencia. Estos recintos pueden operar cumpliendo con las exigencias que le impone el municipio respectivo y sólo son objeto de fiscalización aleatoria. Además, no todos deben presentar una certificación de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC).


En octubre del año pasado, un grupo de jóvenes veinteañeros, aficionados a la música "hardcore" acudieron, como todos los meses, a ensayar sus canciones a una sala de enseayo «Studio 22», ubicada en Providencia. Cerca del mediodía, cuando todos los integrantes estaban ubicados, el guitarrista René Pacheco quiso hacer pruebas de sonido y acercó su mentón al micrófono. En ese momento, comenzó a realizar movimientos calificados como «extraños» por sus compañeros.



Estuvo así durante unos siete segundos, afirmó José Miguel Neira, hasta que se desplomó y dijo que se había electrocutado. De inmediato, recibió los primeros auxilios, mientras esperaban una ambulancia, que tardó menos de diez minutos en llegar al lugar. Fue difícil sacarlo del subterráneo en el que se encontraban, porque la escalera era muy estrecha, y veinte minutos después llamaron los médicos para avisar que había muerto.



Pese a que aún no está establecido con certeza que Pacheco haya fallecido producto de una electrocución, como lo sostienen sus familiares, por lo que presentaron una querella ante los tribunales de Justicia, este caso deja al descubierto algunas anomalías y la escasa fiscalización que existe en torno a este tipo de establecimientos. Y es que muchos son ilegales y los que cumplen con la normativa, como en este caso, no son objeto de una fiscalización exhaustiva ni permanente.



«Creo que quien debe tener el control de ese tipo de lugares es algún organismo dependiente de la Municipalidad respectiva, porque son ellos los que deben hacer la verificación que el local reúna todas las condiciones para el destino que tiene -y con posterioridad a eso- emitir la patente de funcionamiento y mantener un control periódico de las instalaciones para garantizar que funcione de la manera determinada», afirmó Carlos Neira, abogado de la familia y padre de Juan Carlos.



Regulaciones



El Mostrador.cl se contactó con la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) para clarificar cuál era la entidad responsable de controlar este tipo de lugares, que arriendan sus equipos por hora, entre ellos instrumentos musicales, amplificadores, micrófonos y todo lo indispensable para que bandas musicales ensayen sus temas.



La superintendenta (S) Patricia Chotzen aseguró que existe una fiscalización a este tipo de recintos, pero que es de carácter aleatoria, ya que no cuentan con la capacidad humana ni técnica como para pesquisar constantemente su funcionamiento. Sin embargo, enfatiza que también debe existir responsabilidad de la propia ciudadanía.



«La SEC no va a cada lugar a supervisar que esté bien ejecutada la instalación y tampoco las autoriza, pero sí hay fiscalización a todo lo que cuente con instalaciones eléctricas interiores", sostiene, y recalca que «el tema sí está regulado y está establecido que las instalaciones interiores deben hacerse por personal autorizado y con la normativa técnica vigente".



"Si bien la actividad es delicada y tiene cierto riesgo en su manejo, si es bien ejecutada, no reviste peligro. Es importante destacar que las personas, y no solamente las autoridades, tienen una responsabilidad en su seguridad y en la seguridad de sus clientes, porque esa es la mejor manera de fiscalizar", aseveró la superintendenta.



En definitiva, «hay reglamentación, hay organismos públicos que están cumpliendo su función, pero también hay responsabilidad de las personas por velar por su seguridad. Aunque sí se revisan instalaciones y hay sanciones si no se cumple con ellas", argumenta la funcionaria.



La representante de la sala de ensayo involucrada en el accidente, Sandra Reyes, aseguró que constantemente están controlando las instalaciones de los equipos, a través de un especialista. «Siempre está revisando todo, no es que venga una vez al mes, siempre hay algo, cambiar una ampolleta, ver un cable, por eso, la mantención es seguida", asegura.



«No arriesgaría la vida de nadie, ya que no sólo René ensayaba ahí, sino también mi hijo y los amigos de él", recalcó.



En cuanto a los ruidos que se filtraban, explicó que "a esa sala se le hizo un tratamiento acústico y la municipalidad y el departamento de obras tienen todas las medidas, las fotos y está aprobado por el departamento de obras toda la infraestructura, lo único que falta es el estudio acústico del fondo de la casa", señaló Reyes.



Deslizan responsabilidades



La entidad que regula y controla la cantidad de decibeles emitidos por estos establecimientos, conocidos como salas de ensayo, es la Autoridad Sanitaria. Sin embargo, ésta sólo puede intervenir cuando existe una denuncia acústica al respecto, de lo contrario sus funciones son limitadas.



Al consultar sobre quién es el encargado de fiscalizar a las "salas de ensayo", en la Municipalidad de Providencia, comuna que aloja al establecimiento mencionado, señalaron que luego de otorgar los permisos de obras respectivos y tras cumplir con los requisitos solicitados, como la certificación SEC, no se hace ningún tipo de fiscalización posterior.



El Mostrador.cl consultó en Bomberos sobre qué capacidad tienen ellos de fiscalizar estos recintos, pero señalaron que "no tenemos la autoridad para hacerlo y no podemos exigir nada, sólo podemos recomendar las medidas adecuadas que se deben tomar para prevenir accidentes eléctricos", afirmaron.



En tanto, en el Departamento de Relaciones Públicas de Chilectra señalaron que "nuestra obligación es mantener las líneas y que lleguen de manera segura, pero sólo hasta el empalme", afirmaron, por lo que queda fuera de su capacidad cualquier tipo de responsabilidad en el tema.



Si bien "Studio 22" tiene la documentación solicitada por la Municipalidad está al día, entre los antecedentes requeridos por la Dirección de Obras no se encontraba la certificación de la SEC.



Esto, porque una "sala de producción y estudio de grabación", como figura en los documentos, puede funcionar cumpliendo los trámites simples de entregar planos y pasando las primeras verificaciones de las instalaciones que hace la municipalidad respectiva.



Acusaciones



Según el grupo afectado, "Unciónxtrema", la dueña del recinto quiso responsabilizar al joven de haber ocupado el micrófono estando mojado, pero ella afirma que sólo fue un comentario que dio en su momento para tratar de entender qué podía haber sucedido.



"Pero en definitiva, el Servicio Médico Legal y, así esta establecido en el certificado de defunción de René, dijo que la muerte había sido por electrocución, o sea, René recibió de ese micrófono una descarga fortísima que lo mantuvo con vida unos pocos minutos", aseguró el abogado Neira.



Pero en "Studio 22" afirman que la muerte del muchacho no fue por electrocución, porque tras el accidente las pericias de Investigaciones señalaron que la muerte del joven fue por otras causas, como un infarto al momento de acercarse al micrófono, afirmó Elías Palomo, dueño del establecimiento. "René no presentaba signos de descarga eléctrica ni quemaduras", argumentó.



"Es una irresponsabilidad de ellos decir que se electrocuto y, si a mi me demuestran que eso ocurrió, yo cierro esta sala. Para acá vino la policía y nos dijo (tras investigar) pueden funcionar como siempre", indico Palomo.



El establecimiento en el que se encontraban, ubicado en la calle Bucarest, durante su funcionamiento, al menos hasta septiembre, fecha en la que uno de los integrantes de la banda trabajó recepcionando a los grupos que llegaban, no contaba con los permisos respectivos.



"Trabajaban con patente provisoria , no les habían entregado la patente en la municipalidad por problemas de ruidos que salían hacia fuera. Y creo que algunas veces le pasaron hasta partes", afirmó Neira.



Al respecto, la representante de "Studio 22" afirma que «estábamos con patente provisoria, porque no podíamos entregar la recepción de la obra, porque faltaba un informe acústico, mientras lo esperábamos trabajábamos con patente provisoria".



Las eventuales responsabilidades sobre muerte de René serán definidas por los tribunales de Justicia, luego que la familia del joven presentara una querella contra los representantes del establecimiento.

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