Las dos principales razones de la derrota, según el pacto opositor, serían el intervencionismo electoral del gobierno y el apoyo del Partido Comunista a la candidatura de Michelle Bachelet. Perfectamente alineados, dirigentes de la UDI y RN hablaron de la unidad en el bloque y comenzaron a gestarse los primeros movimientos con miras a las elecciones del 2009.
Sin ninguna autocrítica por parte de la Alianza terminó la jornada del domingo que coronó a Michelle Bachelet como la próxima Presidenta del país y dejó con las ganas al postulante RN Sebastián Piñera. En el hotel Marriott, donde se reunió la comitiva del empresario, abundaban las caras largas e incluso las lágrimas. Los dos más afectados con la derrota de Piñera eran su señora, Cecilia Morel, quien no pudo atajar el llanto, y el director ejecutivo del comando, Alberto Espina, quien estaba visiblemente triste.
Sin embargo, el sentimiento primordial en el lugar era de pena, no de sorpresa. La mayoría de los dirigentes de la UDI y RN estaban preparados para una derrota. De hecho, las críticas sobre la estrategia de campaña -que centró una mayor atención en regiones y dejó, a juicio de muchos, al descubierto la Región Metropolitana- y sobre la falta de apoyo gremialista en terreno aparecieron una semana antes del día de la elección, como previendo el resultado desfavorable.
El mismo abanderado de la Alianza comenzó a entregar señales adelantadas del fracaso que se avecinaba al afirmar al diario La Segunda que "la desvergonzada intervención del gobierno le resta legitimidad a la elección". Con ello, además, sentó el precedente de cual sería el principal argumento de la derecha para explicar los resultados de este domingo: la entrada del Presidente Ricardo Lagos, de varios ministros y funcionarios públicos a la campaña presidencial para reforzar a Michelle Bachelet. La idea era restarle méritos a la victoria de la ex ministra de Defensa y, de paso, evitar las recriminaciones mutuas entre la UDI y RN por la conducción de la campaña.
Intervencionismo electoral: la madre de todos los males
Ayer el timonel de la UDI, Jovino Novoa, sindicó al intervencionismo del gobierno como la causa número uno del resultado desfavorable de esta elección. "La UDI acepta y reconoce el triunfo de Michelle Bachelet, pero no podemos dejar de señalar que el triunfo se obtuvo mediante actos y conductas del gobierno de la Concertación que son reprobables y reprochables. La intervención electoral fue tremenda, la influencia en los funcionarios públicos, el uso y abuso del poder, las maniobras de tipo legislativo, todas acciones que o son ilegales o bordean la ilegalidad. Nosotros pensamos que frente a una acción de este tipo es muy difícil haber podido superar a la Concertación", señaló el senador y reiteró que la responsabilidad no se le puede atribuir a la UDI porque "nadie es dueño de los votos".
En la misma línea, el senador Hernán Larraín, miembro del comité político del comando de Piñera, aseguró que "presencié testimonialmente, vi a seremis de vivienda amenazar y extorsionar a la gente en términos de que si no votaban por Michelle Bachelet se iban a perder beneficios en el futuro porque iban a llegar unos ogros desalmados que le iban a quitar los beneficios a los pobres. Este tipo de comentarios al menos congela la situación e impide el crecimiento (de la adhesión) que para nosotros era indispensable".
Más tajante fue el diputado RN Maximiano Errázuriz, quien aseguró que "este fue el triunfo de Chile porque el triunfo de Bachelet fue con plata de todos los chilenos".
Andrés Allamand, por su parte, cree que el intervencionismo es el motivo por el cual Piñera no fue capaz de obtener el 48% que obtuvo junto a Lavín hace un mes atrás.
"Yo creo que se debe a una intervención electoral absolutamente desvergonzada que de alguna manera ha empañado la transparencia del proceso… Este fue un triunfo que no se obtuvo con las armas más correctas. Ha quedado pendiente o en tela de juicio lo que significa para el futuro democrático del país que cuando se producen elecciones el aparato del estado se transforme en un instrumento de campaña electoral", señaló el recién electo senador por la décima Región Norte. El ex diputado añadió que, además del intervencionismo, la victoria de Bachelet se puede explicar por la suma de los votantes de Hirsch a su candidatura.
La unidad de la Alianza
Además del intervencionismo el otro tema que fue resaltado por todos los dirigentes de la Alianza fue el de la unidad. Una unidad que brilló por su ausencia desde la creación del pacto opositor, pero que fue resaltada como su mayor baluarte en la segunda vuelta. Una unidad que en la alta dirigencia de la UDI y RN piensan que puede ser una buena herramienta para posicionar a una Alianza fuerte para el 2009.
Para reforzar este mensaje de paz al interior del pacto, varias de sus voces intentaron erradicar de raíz cualquier tipo de autocrítica que pueda después desembocar en batallas campales. Por ejemplo, Francisco De La Maza, alcalde de Las Condes y ex asesor de campaña de Joaquín Lavín, indica que el resultado de esta elección fue "todo un éxito" desde el punto de vista del traspaso de votos desde la candidatura del candidato UDI hacia el molino de Piñera. Además, asegura que el triunfo de la candidata PS se explica por el apoyo que recibió de "la izquierda que votó por Hirsch", sin esbozar ni siquiera una sola responsabilidad por parte de la Alianza. "Lo importante aquí es que el comportamiento de la Alianza sea de unidad y yo espero que esto se mantenga en adelante", señaló terminante.
Para varios el resultado de este domingo no es un desastre, porque aunque no se logró la suma Lavín-Piñera (48,63%) sí se traspasaron la mayor parte de los votos. Tal como señaló el diputado gremialista, Julio Dittborn, "queda demostrado que el traspaso de los votos de Lavín a Piñera fue de alrededor de un 90%. Más que eso no se puede pedir, es imposible un trasvasije del 100%" y afirmó que ello fue posible gracias al trabajo en terreno de los dirigentes y las bases de la tienda de calle Suecia.
Hernán Larraín, en tanto, también mantuvo un discurso de unidad y rescató el trabajo en equipo, en tanto "el esfuerzo significativo y la unidad permitió que la UDI y Joaquín Lavín le dieran todo su respaldo a Piñera".
El secretario general de RN, Cristián Monckeberg, fue de los pocos que se atrevió a entregar un esbozo de autocrítica al señalar que "desde el momento que tú pierdes quiere decir que no se hizo bien la pega". A su juicio uno de los factores que los hizo perder fue la falta de unidad mostrada en los últimos años. "Yo creo que la unión que se mostró en la Alianza en los últimos 30 días es una unión que debería haberse mostrado en los últimos 4 años y evidentemente eso no alcanzó a cuajar y a cristalizar en la gente como para darnos el apoyo mayoritario".
Piñera-Longueira 2009
En contra de la unidad que quieren apuntalar a toda costa en la Alianza juega el hecho de que hayan tantos y tan variados liderazgos con proyecciones para las elecciones del 2009 ya que ello puede producir perjudiciales guerras de poder, como la que vivió el mismo Piñera con la senadora Evelyn Matthei, con el escándalo de espionaje telefónico que quedara bautizado como el Piñeragate.
Y se puede decir que la pelea ya comenzó. Este domingo Sebastián Piñera reconoció sutilmente que le interesa candidatearse en los próximos comicios, con frases como "queremos ser gobierno y tendremos una nueva oportunidad" y "quiero entregar mi vida al servicio público". Su rival más importante es, sin dudas, Pablo Longueira quien no estuvo presente en hotel Marriott la mayor parte del tiempo y sólo llegó bien avanzada la tarde para reunirse con Jovino Novoa en el tercer piso y para hablar con la prensa unos momentos después.
Aunque antes de la elección varias voces de la UDI señalaban que si Piñera no superaba la votación de Lavín del 99 no tenía posibilidades de ser el líder indiscutido del sector y menos el candidato asegurado para el 2009. Sin embargo, ya el mismo día de la elección varias figuras de RN aseguraban que "un puntito más, un puntito menos, es lo mismo".
Allamand estima que "en la práctica es un resultado equivalente (al obtenido por Lavín el 99)" y que se puede explicar la merma por la situación económica actual y el escenario internacional, los cuales habrían favorecido a Bachelet.
Mientras más líderes, mejor
Sin embargo, en la UDI aseguran que "mientras más liderazgos haya, mejor". Así lo cree el diputado y ex timonel de la UDI, Pablo Longueira, el único candidato para el 2009 que ya fue autoproclamado. "Bienvenidos todos los líderes porque creo que el vigor de una alianza política está en la cantidad y calidad de liderazgos que tengan", indicó.
Por su parte, el senador Andrés Chadwick dijo que "tanto Lavín como Piñera tienen una fortaleza importante al interior de Alianza, ni uno ni el otro, sino ambos sumados, eso es lo que queremos sacar adelante. No hay que tenerle miedo a los liderazgos, los que tiene que trabajarse desde la unidad".
Al momento de revisar el futuro político de Sebastián Piñera como opción presidencial para el 2009 Hernán Larraín puso hincapié en lo cambiante que son los escenarios políticos. Si bien reconoce el liderazgo que tienen figuras como Sebastián Piñera y Joaquín Lavín, piensa que es absurdo proyectarse a largo plazo, ya que "si el 2004 se hubiese preguntado quien pasaba asegunda vuelta hubiésemos dicho Joaquín Lavín y Soledad Alvear".
Respecto a quien debería asumir el liderazgo en la Alianza por Chile, Cristián Monckeberg, señaló que aún era prematuro pensar en ello."No se olviden que hace seis años nadie sabía quién era Michelle Bachelet y hoy es presidenta de Chile. Por lo tanto, los líderes pueden surgir de un año para otro, pero la verdad nos deja muy contento tener dos grandes líderes como Lavín y Piñera", expresó.
bdelrio@elmostrador.cl
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