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Duras recriminaciones en la DC hunden a comisión negociadora de gabinete

Enfrentamiento entre los senadores, Jorge Pizarro y Adolfo Zaldívar, por la designación de militantes de ese partido para la conformación del nuevo gobierno tensionó aún más a la falange. Pero el conflicto subió de tono a raíz de una declaración pública que sacó la mesa directiva, donde se acusa a la disidencia de tener un »doble estándar y de exigir sus nombramientos».


Casi dos horas de fuerte tensión se vivieron este viernes al interior de la Democracia Cristiana (DC) debido a que se reunió por última vez la comisión que estaba destinada a negociar los nombres para proponerlos a la Presidenta electa, Michelle Bachelet, en el marco de la conformación del nuevo gabinete del cuarto gobierno oficialista.



Tanto los disidentes como los colorines tenían cosas que decirse, más aún si en la reunión de este miércoles el senador Jorge Pizarro -ligado al alvearismo- denunció que el presidente de la colectividad, Adolfo Zaldívar, estaba negociando los cupos con Bachelet, privilegiando sólo a personas de su tendencia y no al resto de los militantes.



Eso generó una lluvia de ataques entre ambas partes a través de la prensa, lo que obligó a que nuevamente se citara a la comisión. En esta reunión estuvieron presentes Pizarro, Zaldívar, los senadores Rafael Moreno y Marino Ruiz Esquide, el diputado Jorge Burgos y, en representación del ex Presidente, Eduardo Frei, Cristián Toloza.



En la ocasión, según fuentes confiables, Pizarro y Zaldívar tuvieron un duro enfrentamiento verbal que al final generó en que tal instancia no siguiera funcionando como tal, más aún si se considera que la mandataria electa anunciará este lunes a sus ministros. El senador por la Cuarta Región le recriminó al jefe partidario que "no le daba confianza" la labor que estaba realizando en este proceso, porque los postulantes de la disidencia estaban quedando fuera y en definitiva todo se lo estaban llevando los colorines, "sabiendo que hay mejores profesionales en el ala alvearista".



Mientras que el líder colorín -de acuerdo a las mismas fuentes- acusó al parlamentario de la megatendencia de armar conflictos artificiales y dejar a la DC como un partido desesperado por conseguir cargos públicos. En eso, el diputado Burgos apoyó las expresiones de Pizarro, alegando que la mesa directiva falta a la verdad cuando asegura que la disidencia ha entregado una lista con nombres.



En tanto, que el senador y militante del sector chascón Mariano Ruíz-Esquide, si bien estaba del lado de los disidentes, trató de apaciguar los ánimos, afirmando que esta pelea «perjudicaba enormenete al partido ante el país».



Lapidaria declaración de la directiva



Pero la gota que rebalsó el vaso fue la declaración que sacó la mesa directiva, firmada por el secretario nacional, Jaime Mulet, media hora antes del crucial encuentro. En el texto se señala que se «rechaza el doble estándar de quienes aparecen como voceros de la minoría. Ya que en el seno de la comisión proponen nombres y áreas de su interés, exigiendo sus nombramientos, al punto que se ha debido recordarles que ello es una atribución privativa de la Presidenta electa".



Agrega que "en público tienen otro discurso quejándose del trabajo de la comisión y aventurando que no estarán representados en las propuestas del Partido. Tratan por esa vía de presionar. Es el mismo estilo de recurrir a las acciones mediáticas para lograr sus fines. Ayer antes de 24 horas empañaron el triunfo de la candidata, opacando el gran resultado que habíamos logrado. Hoy, quieren condicionar sus decisiones como Bachelet".



"El país, la Concertación y el partido deben estar tranquilos. La Mesa Nacional velará, al igual que lo han hecho la mayoría de los miembros de la comisión especial, por preservar los intereses del bien común más allá de los personales o grupales", concluyó.



A esta declaración se sumaron las expresiones del vicepresidente del partido, Rafael Moreno, quien manifestó que Bachelet «no sólo tiene la potestad, sino que el derecho de fijar las condiciones para resolver su gabinete".



"La DC no es un partido que está detrás de las pegas. Quienes den la imagen de que estamos en una disputa de esa naturaleza, están absolutamente equivocados", agregó el legislador.



Moreno subrayó que «estamos por valores, programas e ideas, y desde ese punto de vista, por lo menos quienes estamos en la mesa, vamos a mantenernos en esa actitud, y lo demás es equivocarse sobre la historia de la DC". Mientras que Zaldívar manifestó: "los problemas internos del partido quedan en las paredes del partido".



Fuerte réplica de la disidencia



La respuesta de los disidentes fue dura. Luego del encuentro y al leer con detención la declaración de la mesa directiva, el diputado Burgos contestó con indignación: "Es injuriosa, no tiene ningún fundamento y está hecha sobre imputaciones falsas".



Por su parte, el senador Pizarro, antes de verse las caras con Zaldívar, aseguró que le daban "pena" las afirmaciones de Moreno, agregando que, a diferencia de este último y del secretario nacional de la colectividad, "siempre digo lo mismo en público y en privado. Conmigo no se pueden equivocar en eso".



"Son declaraciones injuriosas, descalificatorias y que no se ajustan a la verdad, no ayudan mucho. Yo le representé esto al presidente del partido", estimó. También desmintió que los disidentes estén ejerciendo presiones contra la Presidenta electa por los cargos ministeriales, "porque nosotros no hemos propuestos nombres para nada, sino que hemos conversado sobre criterios y de numerosas personas que pueden colaborar con el gobierno de Bachelet».



A su parecer sería fundamental que toda la Concertación esté representada en el gabinete "y algunos independientes también. Nosotros formamos parte de la coalición y lo que ella decida lo vamos a respaldar".



La prudencia de los chascones



El que trató de apaciguar las cosas fue el senador Mariano Ruiz-Esquide, quien durante la reunión trató de que las partes limaran asperezas, sin embargo, muy poco logró. Después de la cita, expresó que "no hay ninguna situación especial que esté viviendo el partido por el tema de los cupos ministeriales. Aquí no están en debate los nombres ni las discusiones sobre esa materia, pues la colectividad ha superado hace muchos años esa tónica y ese parámetro de comportamiento, aunque aparentemente fuera distinto".



Reconoció que hubo una reunión "bastante clara, fuerte, serena pero al mismo tiempo precisa. Hemos acordado que lo que se conversó en este encuentro fue privado, secreto y parte de la dinámica interna del partido".

"Aquí hay elementos y parámetros claros: esta comisión es oficial del partido que discute con el presidente y la mesa lo que debe hacerse. El jefe partidario tiene sus atribuciones de las cuales son exclusivas y al mismo tiempo debe reconocer que dicha instancia tiene que tener conocimiento de los hechos y que hay una suerte de nominaciones que todos debemos influir", sostuvo.



Consultado sobre el conflicto entre los colorines y disidentes, el senador respondió: "Es un nivel de conflicto que no es superior ni inferior que ha venido trayendo en los últimos tiempo. No es nada nuevo en esta materia".



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