El parlamentario por la Región del Maule y dirigente del sector renovado o Megatendencia manifiesta que la colectividad debe no solamente ser parte activa del gobierno de Michelle Bachelet y cumplir un rol relevante en el Parlamento, sino que también es necesario cambiar sus políticas para volcarlas a la ciudadanía, generando un fuerte diálogo social.
El 23 de abril próximo se realizarán las elecciones internas en el Partido Socialista, y ya hay varios candidatos que quieren gobernar la colectividad en el marco de la gestión de Michelle Bachelet. Uno de los que dice estar disponible para iniciar un proceso de cambios en materia de ideas y propuestas al interior del PS es el senador por la Región del Maule, Jaime Gazmuri.
El parlamentario sostuvo que la colectividad necesita tomar otro rol en este nuevo gobierno y ello está relacionado con ser un canal de participación para la ciudadanía, ya que la Presidenta electa quiere hacer "una gran red de protección social" para los sectores más pobres del país.
A su parecer ello es fundamental para afrontar los nuevos tiempos y también eso debe ir acompañado con fuertes reformar al sistema político para democratizarlo y perfeccionarlo de acuerdo a las necesidades de la sociedad chilena. En ese sentido, este parlamentario de la Megatendencia o sector renovado espera que este proyecto pueda ser llevado adelante desde el seno del partido para potenciar aún más el gobierno de la militante socialista.
-¿Por qué quiere postularse a la presidencia del PS?
-Hay que hacer una discusión muy a fondo de cuáles son los grandes desafíos que tiene el PS en el país durante el periodo de gobierno de Michelle Bachelet. Tengo la impresión que son desafíos muy promisorios, ya que este es un gobierno que tiene un programa muy exigente con un gran énfasis social, modernizador y democratizador, y eso significa tener un partido que pueda muy activamente apoyar a la Presidenta y mucha capacidad de propuesta en el marco del programa de las tareas administrativas.
Creo, al mismo tiempo, que el PS debe asumir el desafío, y también el resto de las colectividades, de componer sus vínculos con la ciudadanía y las organizaciones sociales. Sin duda, existe un déficit de participación y de constitución ciudadana en Chile y ese es el tema central del periodo que viene, precisamente porque el compromiso y la promesa de la Presidenta es una nueva forma de gobernar, es decir, un nuevo trato; incluso Bachelet es la Presidenta de los ciudadanos y para que la gente participe, entre otras cosas, necesita de los partidos políticos que son canales de participación y de expresión.
Sin duda, y este es el tercer elemento, las ideas del socialismo democrático en Chile son crecientemente atrayentes para muchos sectores de la sociedad y particularmente para las nuevas generaciones, y por tanto tenemos también una audiencia política y cultural muy amplia, y el PS puede lograr esos desafíos, pero necesita un profunda reforma porque hoy día, como todas las tiendas, hay áreas que son muy deficitarias.
-¿Como por ejemplo?
-Como el debate democrático, la capacidad de generar opiniones y propuestas sobre los principales problemas que tiene el país en diálogo con la sociedad civil, la recomposición de relaciones más orgánicas con los movimientos del país, la organización de los trabajadores, de consumidores, de vecinos, culturales y juveniles.
Entonces, el PS necesita ser un partido de gobierno y en el Parlamento, pero también una colectividad en el terreno del debate cultural y ciudadano. La manera de acompañar la promesa programática, fuerte y destinada a generar un estado de protección social, con reformas políticas muy fuertes, durante esta administración, es teniendo un partido activo.
En ese sentido, es importante señalar que al interior del PS no hay tantas diferencias sobre estas materias, y por lo mismo sería bueno generar un gobierno partidario de amplia unidad.
Entonces, obviamente hay muchos que pueden encabezar un proceso de este tipo… Está mencionado mi nombre y estoy disponible si eso concita un amplio acuerdo. Yo no ando detrás de ningún cargo sino que de una política.
-¿Usted es partidario de una lista de consenso?
-Si llegamos a acuerdos sustantivos sobre estos contenidos, sí. Creo que el proceso está muy abierto y tenemos poco tiempo para isntalar el debate, y por mismo es importante ver la política a implementar durante estos años, y después de eso vemos los cargos de la futura mesa.
-También para estas elecciones se mencionan los nombres de Camilo Escalona e Isabel Allende. ¿Qué le parece?
-Concordemos una propuesta en común y después discutamos el tema sobre quién lo encabeza. Tenemos liderazgos suficientes, pero mi opinión es que el cuadro tendencial actual del socialismo ya no refleja el estado de opinión, ya que son más bien atabismos del pasado, grupos de amigos y grupos de poder, pero que no obedecen a lineamientos políticos y culturales muy distintos.
Si en estas elecciones hay consenso y acuerdos sustantivos políticos podremos lograr una gestión de unidad, o de lo contrario veremos qué propuestas se generan y que se ejerza el ejercicio democrático al interior del partido. Creo que los propósitos fundamentales del PS son muy comunes y aprovechemos esta oportunidad de ver si podemos elevar el debate interno y la calidad de las propuestas porque los desafíos que emprenda son importante para fortalecer el gobierno de Bachelet.
Podemos enfrentar el futuro con optimismo pero al mismo tiempo tenemos que darnos cuentas que para los desafíos que vienen el PS necesita una reforma profunda.
-¿Cómo evalúa la mesa directiva de Ricardo Núñez y es posible que él continúe como presidente del PS?
-Yo en el balance de la actual mesa, que nació de un Congreso General que fue bastante crítico hace un año, es muy bueno. Es una dirección que cumplió con los objetivos electorales del partido, pues la bancada de senadores socialistas es la más grande de la Concertación y en diputados llegamos a 15, cosa que es muy importante.
El tema es que debemos presentar los desafíos que vienen por delante y para eso necesitamos una unidad muy amplia y si logramos acuerdo en un nuevo liderazgo eso le hará muy bien a la política en general y al partido.
-En cuanto a la relación con el resto de los partidos, ¿cómo el PS deberá manejarse con sus pares durante estos cuatro años de gobierno de Bachelet?
-Yo creo que el PS debe tener una actitud de extrema responsabilidad, de gran identificación con la Presidenta electa, un apoyo incondicional a la cuarta gestión concertacionista, pero al mismo tiempo una colectividad que sea capaz de generar mucha propuesta y tareas que tienen relación con el diálogo, con la ciudadanía, y la generación de ideas.
Hay un compromiso muy fuerte de Bachelet con que tenemos que acentuar el diálogo social, estrechar las relaciones entre trabajadores y empresarios, descentralizar el país, que incorporar a los ciudadanos a la gestión, cambiar los hábitos de la burocracia estatal, y para eso necesitamos un PS muy activo.
No podemos limitarnos a ser un partido del gobierno y del parlamento, porque no solamente podemos ser generadores de cuadros de la administración y máquinas electorales. EL PS debe jugar un papel en el debate cultural, programático y en el fortalecimiento de la democracia.
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