Publicidad

Carabineros adquiere avión Cessna CJ1 Plus para vigilancia de frontera

La nave, que deberá llegar al país en octubre de 2007, está equipada con un sistema de visión nocturna FLIR -modelo Start Safary III- e implicará una inversión de 6 millones 159 mil dólares. Una opinión técnica de la Fuerza Aérea había considerado que un aparato turbo-hélice era la alternativa más apropiada, ya que tiene una mayor autonomía de vuelo.


La primera licitación lanzada en noviembre para dotar a Carabineros con un avión jet ejecutivo -equipado con un sistema de visión nocturna para control de fronteras y combate contra el narcotráfico- debió ser declarada desierta. Sin embargo, el segundo intento, realizado en enero pasado, sí logró su objetivo.



Los requerimientos de la licitación señalan que el aparato, equipado con un sistema integrado de sensores de visión nocturna y TV, será empleado por Carabineros para vigilar las fronteras del norte y apoyar sus operaciones de combate contra el narcotráfico y contrabando de personas.



El proyecto es resultado de una de las promesas que hizo la Presidenta Michelle Bachelet en su discurso del pasado 21 de mayo, relacionada con la lucha contra el narcotráfico. Ello responde al hecho de que Chile es un pasadizo para droga proveniente de Bolivia y Perú, en su ruta hacia Estados Unidos, Europa y, más recientemente, Asia.



Para sacar la droga desde el altiplano y alcanzar los puertos de salida en el Pacífico, los productores y sus redes necesariamente tienen que pasar por Chile, especialmente la Primera Región. Esto se hace por vía terrestre, en operaciones orientadas a cruzar la frontera durante la noche.



Carabineros, en conjunto con Investigaciones y el Servicio de Aduanas, está combatiendo enérgica y eficientemente este tráfico. Como resultado, el 70% de la droga que ingresa a Chile es decomisada. Sin embargo, parte del 30% no decomisado no sigue su ruta hacia los mercados internacionales de la droga, sino que queda en el país y sirve de insumo para el microtráfico local.



Una de las estrategias de la policía uniformada para derrotar a este microtráfico consiste la estrangulación de sus suministros, por la vía de incrementar los porcentajes de droga decomisada al ingreso a nuestro país. Para ello, la ley entrega a la Fiscalía y a la policía una serie de técnicas y herramientas de investigación: entregas vigiladas y controladas, agentes encubiertos e informantes reveladores, intercepción de comunicaciones y seguimientos, entre otras.



Sin embargo, incrementar la eficiencia de las operaciones contra el narcotráfico requiere, necesariamente, intensificar el monitoreo y control de las fronteras. Ese es el objetivo al que apuntaría la compra del avión equipado con sensores nocturnos para Carabineros.



Licitación por Chilecompra



«Este es el primer proceso de adquisición que se hace por parte de una rama de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad a través del sistema Chilecompra, y ésa es una señala clarísima de la transparencia total que se quiere dar en esto», destacó a El Mostrador.cl la subsecretaria de Carabineros, Javiera Blanco.



El contrato respectivo, adjudicado a la empresa Aero Servicios, incluye un avión jet ejecutivo Cessna CJ1 Plus Citation, de procedencia estadounidense, equipado con un sistema de visión nocturna FLIR -modelo Start Safary III- que combina visión infrarroja y de TV. La nave costó 4 millones 934 mil 869 dólares, mientras el FLIR en montaje giro-estabilizado tiene un valor de 1 millón 224 mil 131 dólares, lo que suma una inversión total de 6 millones 159 mil dólares.



La compra del aparato, que debe ser entregado en octubre del 2007 como plazo fatal, no ha estado exenta de polémicas, aunque ellas han sido más soterradas y poco o nada se ha conocido en los medios.



La primera licitación fue declarada desierta, luego de que surgieran cuestionamientos a las bases técnicas del llamado. Requerida la subsecretaria por esas dificultades, indicó que «el problema fue más de las empresas que nuestro, de que ninguna quedó en las bases y, para estar más seguro de que la segunda licitación iba en buen pie, se hicieron los ajustes necesarios».



Además, la autoridad hizo hincapié que la policía «no pidió una nave concreta y la solicitud fue hecha en términos genéricos. Lo que se hizo fue una descripción de las características que debe tener la aeronave, no se hizo una solicitud concreta de marca, modelo y las características iban dadas más por la funcionalidad».



Ejemplos de la FACH



De acuerdo a las informaciones que maneja El Mostrador.cl, las críticas más fuertes provinieron desde la FACH. Esto no dejar de ser curioso, ya que fuentes cercanas a la policía uniformada habían dicho anteriormente a este medio que esa institución había sido consultada antes de la primera licitación respecto de las especificaciones técnicas del proyecto.



La entidad aérea puso en duda la conveniencia de operar un sistema de visión nocturna FLIR, en este caso con el fin de monitorear movimientos en la frontera, desde una plataforma tan veloz como un avión jet ejecutivo. Como resultado de las críticas, se suspendió el primer llamado y se hicieron algunos cambios a las especificaciones técnicas del requerimiento, tras lo cual se realizó un nueva licitación a principios de enero.



La convocatoria fue cerrada en 20 días, con los resultados antes mencionados, los que serán publicados este miércoles en la página www.chilecompra.cl, de la Dirección de Compras y Contratación Pública del Ministerio de Hacienda.



La opinión técnica de la FACH ejemplificó que un avión turbo-hélice como alternativa más apropiada, con mayor autonomía de vuelo -es decir, capaz de permanecer más horas patrullando en el aire- y más eficiente en el vuelo a baja velocidad, una condición necesaria para emplear eficiente y efectivamente el sistema de visión nocturna para vigilar superficies de terreno.



Otra consideración es que los aviones turbo-hélice son, en general, más baratos que el jet ejecutivo que buscaba comprar Carabineros. En el caso específico del Cessna Citation CJ1, la Fuerza Aérea conoce bien ese aparato, ya que lo utiliza para entrenamiento de pilotos para aeronaves de más de un motor.



Lo óptimo, según el estudio de la FACH, era una nave con gran autonomía de vuelo a baja velocidad, condiciones que el CJ1 no cumpliría. La Fuerza Aérea puso como ejemplo que un avión como el Pilatos PC-12, un turbo-hélice de un motor fabricado en Suiza, con una cabina de tamaño similar a las del CJ1 Plus, pero con prestaciones de vuelo más apropiadas para la aplicación de las capacidades de vigilancia, monitoreo de los sensores del FLIR y un costo bastante menor, ya que su valor es de tres millones y medio de dólares.



Fuentes cercanas a la FACH señalaron que otras alternativas apropiadas para servir como plataforma de observación mediante FLIR incluyen al Britten-Norman Islander BN-2, de tamaño similar al CJ1, muy económico y flexible de operar, y el De Havilland Canada DHC-6 Twin Otter, que la FACH también opera. Ambos aparatos pueden ser adquiridos en el mercado de segunda mano, aunque el DHC-6 que es de un tamaño algo mayor al de las otras naves naves.



Sin embargo, la institución policial insistió finalmente en que la plataforma para el FLIR debía ser un birreactor, pese a que ningún país lo usa para las funciones de vigilancia de frontera, y procedió a adquirir ese tipo de avión, señalaron expertos.



Niegan informe



Frente a la existencia de ese informe, la subsecretaria de Carabineros negó que la FACH haya hecho un estudio técnico. «Cada una de las ramas de las Fuerzas Armadas es independiente de sus compras. Independiente de las proposiciones, no podemos comprar (un) modelo (específico), eso sería bastante contradictorio con todos los temas de transparencia y probidad", dijo Blanco.



Agregó que «lo que nosotros hicimos fue recabar información de todos los peritos que están al alcance. Se trabajó con gente de la DGAC, se conversó con pilotos respecto a las especificaciones genéricas, hay un grupo experto de Carabineros que basta y sobra, pero se quiso ser más papista que el Papa y se requirió la opinión de expertos. Algunos pudieron haber sido de la FACH, pero en ningún momento fue un requerimiento oficial, ni un informe técnico (de esa institución)».



Insistió en que no hubo «ningún tipo de petición formal, ni de la Subsecretaría, ni del Gobierno, hacia la FACH. Ellos, dentro de las características que se dieron en alguna reunión que se pudo haber tenido, acordaron que las características que se estaban solicitando estaban ajustadas y, efectivamente, dentro de ellas había otros requerimientos y marcas que cumplían los requerimientos específicos».



Sin embargo, recalcó que "era imposible acceder a una solicitud concreta que éste es el avión que se debe comprar. Eso no corresponde".



Frente a esto, fuentes en la Fuerza Aérea -contactadas por El Mostrador.cl– subrayaron que sus recomendaciones apuntaban hacia que «la plataforma más adecuada y costo-eficiente para el empleo del FLIR es un turbo-hélice», y que el Pilatus PC-12 fue únicamente mencionado como "un ejemplo, por ser uno de los mejores aviones de este tipo disponibles en la actualidad".



Las fuentes explicaron que, además de ser demasiado rápido, el CJI Plus tiene también una autonomía -el tiempo que el avión puede permanecer en el aire- limitada a entre cuatro y tres horas media. Ese sería el tiempo que durarán los patrullajes del nuevo avión de Carabineros. En contrapartida, el Pilatos PC-12 tiene una autonomía de vuelo de 7 horas, que es casí el doble.



Sistema FLIR



Carabineros empleará el nuevo avión y sus sensores para vigilancia y monitoreo de zonas fronterizas, especialmente en la zona norte, en las cuatro primeras regiones, principalmente en las sectores montañosos de la frontera con Bolivia y su hangar estará en Iquique. "Se sabe que el grueso del ingreso de la droga se hace por la zona norte, por la extensión y características del territorio se hace muy difícil hacer control porque los ingresos se hacen por pasos no habilitados y es dificultoso tener un control policial a lo largo de toda la frontera", explicó la subsecretaria.



En esa perspectiva, el avión equipado con FLIR se usará para localizar vehículos pequeños y personas a pie que intentan cruzar la frontera de noche, transportando droga.



Una de las dificultades que presentará la aeronave de vigilancia de la policía uniformada es que estará equipada con un sistema que permite detectar ingresos ilegales a territorio nacional durante la noche. Según las bases técnicas, esa capacidad estará dada por la instalación de un sistema FLIR (Forward Looking Infra-Red). Este es un sistema que combina sistemas de visión infraroja y de TV en un montaje direccionable que es controlado desde el interior del avión mediante un control remoto.



Según los especialistas, el FLIR es útil en la fase final de una operación de detección y prevención de un ingreso ilegal, cuando éste ya ha sido detectado por otros sistemas de vigilancia de mayor cobertura y sensibilidad, como un radar de apertura sintética montado en un avión o en un satélite. Es decir, el FLIR es útil para completar la tarea cuando las coordenadas de un ingreso ilegal ya han sido obtenidas, es decir, cuando ya se sabe donde buscar.



Además, el FLIR sería ineficiente para detectar vehículos menores, entre los pliegues montañosos que caracterizan a las zonas cordilleranas de la frontera con Bolivia, en condiciones nocturnas o de baja visibilidad.



Radar de Apertura Sintética



Para detectar vehículos a distancia es necesario un Radar de Apertura Sintética o SAR (Synthetic Aperture Radar), un tipo de sensor que permite la obtención de imágenes del terreno similares a fotografías mediante el uso de rebote de señales.



El SAR funciona mediante una antena virtual que es sintetizada matemáticamente, lo que le permite alcanzar una efectividad equivalente a una antena sólida de cientos de metros de largo.



Esto le permite definir el tamaño y los contornos de la zona a ser monitoreada, que puede ser redonda, ovalada, cuadrada o rectangular; de acuerdo a las necesidades de la rebusca. El resultado son imágenes que con una resolución que puede ser inferior a un metro.



El FLIR sería un elemento útil y eficiente como complemento del Radar de Apertura Sintética, y lo ideal sería es que estuviese instalado en un helicóptero, para apoyar el procedimiento final de captura de los implicados directos en el operación de ingreso de la droga.



Una de las criticas hacia la compra del avión Cessna CJ1 Plus por el que optó Carabineros es que no podría alojar el radar SAR y las consolas internas que se requerirían para su efectiva operación del sensor. Es por eso que los cuestionamientos apuntan a que se trataría de una plataforma que no cumpliría con las aplicaciones que se esperan de él hoy, y que además tampoco tendría la flexibilidad necesaria para acomodar requerimientos futuros.



El costo de un avión equipado con un radar SAR oscila entre los 20 y 30 millones de dólares, dependiendo de que la plataforma sea un avión de segunda mano o nuevo. El costo es sin dudas superior a lo que Carabineros como institución estaría en condiciones de invertir en la compra de equipamiento. Sin embargo, el SAR es necesario e imprescindible, si es que realmente se quiere ejercer un control de las fronteras y combatir efectivamente al Narcotráfico.



En la perspectiva anterior, la compra del SAR debería ser implementada en el marco de un proyecto país que involucrase a los Ministerios del Interior, de Defensa, Economía, entre otros.



Según fuentes de Carabineros, a la nave se le podría dotar también con un radar de apertura sintética, y argumentaron que con el sistema FLIR se trabaja con imágenes normales o infrarrojas para poder ver las diferencias termales de los cuerpos en tierra. Este equipo además puede ser operado a 40 mil pies de altura y en el altiplano no se puede volar a muy baja altura.



«Se puede fijar un punto automáticamente y se entregan las coordenadas geográficas para entregar la información al personal en tierra. Es decir me puedo mover donde quiera y la cámara siempre va a estar enfocándolo", argumentó la fuente policial.



Al respecto, fuentes de la Fuerza Aérea señalaron que el tamaño de la cabina del CJ1 Plus no permitiría acomodar conjuntamente a los operadores del Radar y el sistema FLIR de visión nocturna. La operación óptima de ambos sistemas requeriría, junto con mayor autonomía de vuelo, de un avión con una cabina más grande, como el turbo-hélice EADS-CASA C-235.



_________________

Publicidad

Tendencias