Los candidatos a la presidencia de RN rechazaron unánimemente la fórmula de una lista única que propuso Piñera para elegir a la próxima directiva y señalaron que no le temen a la democracia. Carlos Larraín fue el más severo y afirmó que «esto no es un directorio, es un partido». Todos concordaron, además, en que el empresario debe mantenerse al margen de este debate.
Con un objetivo claro arribó Sebastián Piñera a las Termas de Cauquenes este viernes en la tarde, donde se realiza un cónclave que reúne a alrededor de 70 dirigentes de Renovación Nacional. Su meta es definir si existe acuerdo en torno al proyecto político de la colectividad para los próximos años y, de haberlo, convencer a sus correligionarios que el mejor camino para llevarlo a cabo es definir una mesa directiva de consenso.
Al igual que Alberto Espina y Rodrigo Hinzpeter (los Piñera boys), el ex abanderado presidencial está convencido de que la competencia interna es negativa, produce roces y expone innecesariamente a la tienda que hoy encabeza Sergio Díez. Sin embargo, la mayor parte de los dirigentes que asistieron a la reunión creen que lo más sano es la competencia entre listas y la elección democrática de la mesa a través del sistema imperante de «un militante un voto».
"Si estamos de acuerdo con el proyecto político, podemos tener una lista unitaria. Si hay proyectos alternativos tiene que haber una sana y legítima competencia democrática. Pero hasta ahora yo he visto muchos candidatos y pocas ideas", indicó el empresario al llegar a las termas.
En la misma línea, Espina -quien bajó su postulación el miércoles- indicó que "a mí me parece que la competencia es buena, es sana y es necesaria, pero si hay un proyecto compartido por todos me parece ridículo que se haga competir dos listas que piensan lo mismo" y agregó que "si esto se plantea como una simple competencia de listas, sin contenido, esto pasa a ser una disputa personal".
"No hay que temerle a la democracia"
Sin embargo, esa postura choca abiertamente con lo que piensa la actual mesa directiva. Lo primero que dijo Sergio Díez cuando llegó al lugar fue que "nosotros no tenemos ningún temor a la democracia interna. Hay muchas personas que le tienen temor por miedo a la división, pero eso es tenerle miedo a la democracia. Nosotros ya llegamos a un consenso y es que nuestros militantes tienen derecho a elegir sus dirigentes".
El octogenario timonel recordó que él mismo llegó a presidir RN a través de una elección en la que le derrotó democráticamente al senador Baldo Prokurica. Pese a ser oponentes en las elecciones pasadas, hoy día los dos están alineados detrás de la nómina de Larraín.
Ante los dichos del ex embajador, Piñera respondió que "tampoco hay que tenerle miedo a los acuerdos", y atribuyó el surgimiento de listas a las ansias de protagonismo por parte de los postulantes. "Me inquieta lo que veo en la política chilena. Veo una pelea por cargos, por poder, por posiciones y veo una tremenda pobreza en materia de propuestas", expresó.
Hasta ahora hay dos candidaturas oficiales: una encabezada por el concejal de Las Condes, Carlos Larraín, que representa una opción de continuidad con la mesa actual, y otra liderada por el alcalde de Ñuñoa, Pedro Sabat, quien tiene un perfil más progresista. Una tercera opción, aunque aún no confirmada, es la del senador por Antofagasta, Carlos Cantero, quien comunicará su postulación después de la cita de este fin de semana.
Críticas al rol de Piñera
Todos los candidatos a suceder a Sergio Díez reiteraron su compromiso de competir hasta el final y no ceder a la tentación de una lista de consenso. El más duro fue Carlos Larraín quien, en respuesta a la propuesta consensuada de Piñera, indicó que "esto (RN) no es un directorio, es un partido".
Pedro Sabat, en tanto, señaló que el dueño de Chilevisión y ahora accionista de Colo-Colo "debiera retirarse de la disputa electoral porque puede salir mal parado, gane o pierda su opción (de una lista única)". Ello interpreta el sentir de la mayor parte de los dirigentes RN, quienes piensan que el presidenciable debe mantenerse al margen de los asuntos del partido para no politizarse.
Por su parte, Carlos Cantero expresó que "discutir hoy día la integración de la mesa me parece absurdo, sin sentido, me parece una lucha del poder por el poder". A su juicio, el partido primero debe definir su proyecto político y luego a las personas adecuadas para encabezarlo.
En la tienda de Antonio Varas existe consenso en que "no se debe poner la carreta delante de los bueyes" (en palabras de Piñera) y que primero se debe llegar a acuerdo en materias como el proyecto de RN de cara al 2009, el rol que ejercerá como oposición y su relación con la UDI, entre otros. Y luego de debatir eso, elegir a una directiva que lleve a cabo ese proyecto.
Para avanzar en ese ámbito el viernes los asistentes al cónclave escucharon las exposiciones de tres expertos para hacer un diagnóstico que las fortalezas y debilidades de la tienda. Ellos fueron Tomás Duval, cientista político del Instituto Libertad; Alejandro San Francisco, abogado e historiador de la Universidad Católica; y el sicólogo y sociólogo Giorgio Agostini.
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bdelrio@elmostrador.cl
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