La representante del organismo fiscal recibió información de un supuesto ex integrante del Batallón de Inteligencia que le aseguró que el malogrado uniformado estuvo en los subterráneos de García Reyes, antes de ser trasladado a la Escuela de Inteligencia. En tanto, querellantes desmintieron que se hayan contratado seguros antes de su desparición.
Un antecedente novedoso y que se encuentra siendo investigado por el ministro Claudio Pavez, a cargo de sustanciar la investigación judicial por el homicidio del coronel Gerardo Huber Olivares, fue entregado por la representante del Consejo de Defensa del Estado (CDE), María Inés Horvitz, en los alegatos por el recurso de amparo interpuesto por el brigadier (r) Manuel Provis Carrasco.
En la vista de esta causa, ante la Segunda Sala Penal de la Corte Suprema, la abogada sostuvo que existen indicios que la llevan a pensar que el malogrado uniformado, que permaneció 21 días desaparecido a comienzos de 1992, pudo haber estado secuestrado en los sótanos ubicados en las ex dependencias del Batallón de Inteligencia del Ejército (BIE), en calle García Reyes.
Según la profesional, esta sería otra de las piezas que uniría este proceso judicial con el que instruye el ministro Alejandro Madrid por el asesinato del ex químico de la disuelta DINA, Eugenio Berríos Sagredo, quien permaneció cerca de 20 días oculto en dichas dependencias antes de ser trasladado secretamente a Argentina, con el fin de evitar que declarara en la investigación por la muerte del ex Canciller Orlando Letelier.
Al referirse a este tema, Horvitz precisó que este antecedente lo recibió a través de un misterioso llamado telefónico a su domicilio, por parte de un supuesto ex integrante del BIE que se habría desempeñado en dicha unidad durante los años 1992 y 1993. La credibilidad que le otorga a este testimonio se fundamenta en que este personaje le habría detallado antecedentes sobre el funcionamiento del Batallón que no están en conocimiento de alguien que no hubiese pertenecido a él.
Según este relato, el ex uniformado que habría desertado del Ejército a raíz de la serie de situaciones anómalas que ocurrían en dicha repartición y que el grado de información al que tuvo acceso se debió a la labor que le fue asignada: destruir todos los documentos secretos de la ex CNI y de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE).
A raíz de su permanencia en dicha función, este probable testigo clave se habría enterado que antes de ser llevado a la Escuela de Inteligencia (EIE), Huber habría estado cautivo en ese recinto, en el cual habría sido sometido a torturas con el fin de revelar el destino de documentación confidencial relacionada con el tráfico de armas.
Este antecedente ya se encuentra en conocimiento del ministro Pavez quien decretó diligencias para poder corroborar esta versión. Sin embargo, fuentes de El Mostrador.cl consideraron que este relato es «altamente improbable», ya que no habría existido necesidad de realizar una maniobra tan riesgosa como cruzar Santiago con un militar secuestrado. En ese sentido, reiteraron que el único lugar donde pudo haber estado raptado es en las dependencias contiguas a la EIE, ya que era un recinto secreto y con acceso restringido.
Más allá de este antecedente, este ‘informante’ incluso dio el nombre del supuesto asesino material del coronel, pista que se encuentra trabajando la policía de Investigaciones y cuyo nombre este medio se reserva por el momento. Asimismo, esta versión también coincide con las presunciones que existen en la investigación del juez Pavéz que los autores intelectuales del crimen sería el brigadier (r) Provis y el general (r) Víctor Lizárraga.
El coronel Huber desapareció el 29 de enero de 1992, desde las cercanías del el puente El Toyo en el Cajón del Maipo, y fue hallado muerto el 20 de febrero del mismo año, con una herida de proyectil en su cabeza. Sin embargo, tras 14 años de investigación judicial este crimen aún no ha sido aclarado.
Desmienten seguros
Por otra parte, los querellantes particulares en este caso, quienes representan a la familia Huber Polloni, desmintieron categóricamente versiones provenidas desde las defensas de los cinco militares procesados por Pavez por asociación ilícita, respecto a que el fallecido coronel habría tomado millonarios seguros de vida antes de desaparecer.
Este antecedente, se dijo, podría apuntar a que la vícitma habría estado en conocimiento de la posibilidad que lo asesinaran y, por ello, habría orquestado toda una serie de situaciones que inculparan a la estructura del Ejército para lograr compensaciones económicas para su familia, luego de su muerte.
Sin embargo, esto fue desmentido categóricamente por el abogado Rodrigo Silva, quien ayudó a la familia del uniformado a realizar los trámites de rigor tras su fallecimiento.
En ese sentido, el profesional explicó que Gerardo Huber sólo tenía los seguros que reglamentariamente tienen los funcionaros dekl Ejército y que estos eran de montos bastante exiguos, por lo cual esa hipótesis era «absolutamente ridícula».
B>Artículos relacionados:
Caso Huber: Suprema rechaza recurso de Provis y confirma cargos (28 de Marzo del 2006)
Caso Huber: Provis insiste en inocencia y vincula homicidio con la Cutufa (27 de Marzo del 2006)
Los nexos que ha establecido la justicia entre los casos Berríos y Huber (22 de Marzo del 2006)
