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Querellantes piden interrogar a ministro de Corte Marcial como inculpado

El rol del coronel (j) Hernán Novoa Carvajal, que fue el comisionado de la Comandancia en jefe del Ejército para asesorar a los presuntos involucrados en el envío ilegal de 11 toneladas de armas a Croacia, genera sospecha entre los querellantes. La familia de Gerardo Huber lo sindica como uno de los uniformados interesados en los misteriosos documentos que se buscaron tras su desaparición del coronel.


Los querellantes particulares en el caso por el homicidio del coronel Gerardo Huber Olivares pedirán al ministro en visita Claudio Pavez que interrogue nuevamente al coronel (j) y representante del Ejército en la Corte Marcial, Hernán Novoa Carvajal, esta vez en calidad de inculpado.



El rol que habría tenido el también abogado genera grandes suspicacias a los representantes de la familia Huber-Polloni, ya que -según los antecedentes que se han recopilado en la investigación- este funcionario de la Comandancia en jefe de la institución habría sido el encargado de asesorar legalmente a los presuntos involucrados en el envío ilegal de 11 toneladas de armas a la ex Yugoslavia, en noviembre de 1991.



Este uniformado ocupó varios puestos clave durante el régimen militar, como director nacional de Gendarmería y como el último subsecretario de Justicia del general (R) Augusto Pinochet. Actualmente, se desempeña como Auditor de la Comandancia en jefe del Ejército.



El hecho que más ha llamado la atención es, a juicio de los querellantes, la serie de contradicciones en que ha caído en sus declaraciones ante Pavez, en comparación al testimonio que quedó estampado en la investigación sumaria administrativa que llevó a cabo el Ejército en 1992, tras la desaparición y posterior muerte de Huber.



Novoa Carvajal compareció ante el comandante en jefe (s) de la Segunda División de Ejército con asiento en Santiago, general Humberto Julio Reyes, el 30 de marzo de 1992. En la oportunidad, se sumó a la tesis que apuntó a que el malogrado coronel se había quitado la vida por una presunta depresión, a raíz de su supuesta participación en el tráfico de armamento.



Contradicciones



Según pudo indagar El Mostrador.cl, en la declaración que prestó Novoa en el sumario interno que se instruyó en el Ejército hace ya más de una década, afirmó que el general Carlos Krumm, en esa época director de Logística, le pidió que lo asesorara legalmente por su posible comparecencia ante el ministro entonces que investigaba el caso, Hernán Correa de la Cerda.



Sin embargo, en su comparecencia ante el juez Claudio Pavez, el 11 de noviembre del año pasado, el coronel de justicia se desdijo de sus afirmaciones, relativizando la presunta asesoría que habría prestado en ese caso.



«En relación a que el general Carlos Krumm me había solicitado asesoría jurídica por el caso de las armas, oportunidad en que para ello estuviera con el coronel Huber, esto se refiere a que, habiendo aparecido en la prensa publicaciones referidas a dicho caso, el general Krumm me pidió si podía escuchar al coronel Huber. Por ello, cuando éste concurrió a mi oficina, en relación a que esta dependencia era paso obligado hacia la Auditoría General, sin entrar a explicarme su participación, ni asuntos de fondo sobre el tema, siempre me expresó su agobio porque la información de prensa podía afectar a su hijo, al capitán (Pedro) Araya y al empleado civil (Ramón) Pérez», sostuvo ante Pavez.



«Siempre mi papel, que fue muy breve, se refirió a darle tranquilidad de que lo que aparecía en la prensa no necesariamente podía significar la verdad de los hechos y que, en razón que se encontraba muy amargado y no me exponía otra preocupación más que aquella, no tenía porque alarmarse», añadió.



«Debo señalar que mi asistencia al coronel Huber fue de orden personal y humana, de ninguna manera en el ámbito jurídico, porque él no me planteó el problema legal, sino sólo su preocupación por él y su familia», precisó el uniformado.



«La expresión que empleo en mi declaración del sumario administrativo que el coronel Huber se sentía como un pequeño engranaje dentro de una gran máquina, quise decir con ello que el coronel Huber se sentía utilizado», aclaró, Novoa nuevamente desacreditando su versión anterior.



Pese a las afirmaciones del coronel de justicia, existen antecedentes en el proceso que lo sindican como el único abogado del Ejército que asesoró a Gerardo Huber cuando éste fue citado a declarar por el juez Correa De la Cerda.



Además, Antonio Sahd Salomón, ex agente de Aduanas, confirma ese rol en su declaración ante Pavez: «Después que saliera en la prensa la denuncia de un embarque chileno en Budapest, Hungría, con armas, fue que recibió Sergio Pollman una llamada del general (Fernando) Torres Silva, sobre si podíamos recibir al mayor Hernán Novoa, de la Auditoría General del Ejército, a lo que accedimos y, al parecer, llegó el mismo día a nuestras oficinas, acompañado de una secretaria, donde conversamos cordialmente sobre el embarque, donde, por propia iniciativa, le hice entrega del juego de guía aérea anulada, donde se decía lo de la ayuda humanitaria».



Visita al Cajón del Maipo



En esa medida, fuentes allegadas a la viuda de Huber, Adriana Polloni, afirman que la actitud de Hernán Novoa tras la desaparición del coronel fue bastante extraña, ya que este uniformado fue uno de los primeros en llegar a San Alfonso, en el Cajón del Maipo, luego que se perdiera el rastro de Huber.



De hecho, como la mujer del militar desaparecido fue dopada durante esos días, ella se preocupó de llevar una bitácora con los hechos más importantes que sucedían. De esta forma, el 30 de enero de 1992 -sólo un día después del hecho- Novoa apareció en la casa de Elwin Tapia, pidiendo información sobre supuestos documentos que se encontraban en poder de Huber.



Sin embargo, el actual integrante de la Corte Marcial negó esa imputación, asegurando que «no es efectivo que por orden de alguien o por iniciativa propia yo haya ido a San Alfonso a preguntar por unos documentos que estaba extraviados o que estaban en poder del coronel. Yo pienso que el hacerme concurrir a San Alfonso tuvo por objeto reunir a todas las personas que, de alguna manera, el último tiempo compartieron con el coronel extraviado, porque de otra manera no me explicó la razón de enviarme a tal diligencia».



Respecto a que en 1992 se sumó públicamente a la teoría que Huber se suicidó agobiado por el caso Armas a Croacia, Novoa Carvajal nuevamente se desdijo de sus afirmaciones y ahora sostuvo que «en ese período de tiempo yo no pensé que se hubiese suicidado, pero sí que se hubiese extraviado».



Eventual inhabilidad



La vinculación de Hernán Novoa con el caso que investiga el ministro en visita designado por la Corte Marcial, Alejandro Solís, sobre el envío ilegal de armas a Croacia durante la guerra de los Balcanes ha generado inquietud entre los querellantes del caso Huber.



Hasta ahora, el único uniformado sindicado como el encargado de asesorar a los posibles inculpados en este proceso fue el coronel (r) Enrique Ibarra. Sin embargo, éste negó cualquier participación en este caso.



«En febrero de 1992, yo estuve como Auditor General del Ejército, en reemplazo del general (Fernando) Torres que hizo uso de su feriado legal y en ese período no tuve ninguna noticia oficial sobre esa materia, tampoco se me encargó nada al respecto, lo que resulta extraño porque en ese momento yo era Auditor General del Ejército», sostuvo Ibarra.



«En todo caso, debo mencionar al tribunal que intervino de algún modo el actual coronel (Hernán) Novoa, que en aquella época era capitán, pese a lo cual no me informó nada al respecto, seguramente porque debe haber salido de vacaciones (…). Pienso que nada se me comunicó al respecto porque la situación debe haberse manejado a otro nivel de asesoría jurídica», agregó el retirado miembro de la justicia militar.



Estos hechos preocupan a los querellantes en cuanto a la imparcialidad de Novoa, en su calidad de integrante de la Corte Marcial, cuando deba resolver recursos en el llamado caso Armas a Croacia, proceso que se tramita por la justicia castrense.



Cabe recordar que el año pasado, cuando se ordenó su reapertura, el representante del Ejército en el tribunal de alzada militar era el coronel (J) Juan Arab.

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