El líder de los jóvenes de la tienda gremialista es consciente de que su partido proyecta una imagen negativa -«elitista y cerrada»- pero, en su opinión, ello no corresponde a la realidad. Asegura que en los últimos años ha habido una renovación de liderazgos donde uno de los mejores ejemplos es el diputado Darío Paya, quien probablemente asuma la secretaría general en la próxima directiva.
"Yo soy justo lo contrario al perfil que la gente le atribuye a un presidente de la juventud de la UDI", señala Marcelo Rojas Framm, presidente de Nuevas Generaciones UDI, justo al comienzo de esta entrevista.
Pese a reconocerse conservador, indica que viene de regiones y no pertenece a la elite socioeconómica con la que se identifica públicamente a la UDI. Reconoce que existe un problema comunicacional, ya que, en su opinión, la tienda de calle Suecia no ha sabido transmitir bien su proyecto. Ello, sumado a las críticas vertidas a la prensa por miembros de ese partido en los últimos meses, lo motivan a salir a defender lo que es suyo.
Llegó a la UDI el 2001, luego de participar en los trabajos de invierno que organiza la colectividad. Trabajó como voluntario en la campaña de Darío Paya en San Miguel, y luego le dieron una beca para estudiar en el Leadership Institut (Washington DC), algo así como el actual semillero gremialista, donde mandan a estudiar a todas las promesas jóvenes. El 2002 es nombrado secretario general de la juventud UDI.
Es totalmente favorable al sistema electoral binominal y rechaza la institucionalización de la Alianza. "Basta con fortalecer la Alianza, potenciarla en temas específicos y llevar el pacto a algo más que un pacto electoral. Pero cada partido debe mantener su perfil distinto y diferenciador", aclara.
Caricatura UDI
-¿Porqué dices que eres lo contrario al perfil UDI?
-Primero que nada, soy de región. De Concepción, por lo que no pertenezco a esta elite de cinco o seis colegios de Santiago. Yo estudié en una universidad privada, con crédito Corfo. Mi familia es de clase media y vivo en un departamento arrendado en Ñuñoa. Además, me llamo Marcelo Rojas, no soy ni Larraín ni nada que se le parezca. No pertenezco al Opus Dei, con todo el respeto que me merecen esas organizaciones, y no pertenezco a ningún movimiento religioso. En fin, soy lo contrario al prototipo UDI, aunque sí soy conservador en algunos temas.
-¿Te sientes parte de una minoría en la UDI?
-No, hay mucha más gente parecida a mí que a la caricatura que muchos se forman. Yo no conozco a ningún integrante de la UDI que sea miembro activo del Opus Dei, aunque sí de otros movimientos religiosos. Pero la caricatura es que aquí todos son del Opus Dei y yo, salvo a Lavín, no conozco a ninguno.
-Cuando Carlos Cuadrado (ex vicepresidente de la juventud UDI) señala que el partido es percibido como intransigente y cerrado, no se refiere al aspecto conservador, sino que a la forma cupular en que se toman las decisiones.
-Yo coincido con él en cierto sentido. Uno tiene que hacer una autocrítica, y yo creo que no hemos tenido la habilidad para transmitir lo que realmente somos. Pero también creo que la prensa ha caricaturizado a la UDI durante muchos años. La gente nos asocia como un partido elitista y yo te puedo enumerar a muchos dirigentes que provienen de familias de clase media. También nos asocian con un partido cerrado, porque las decisiones las toman unos pocos, y sólo unos pocos tienen oportunidades, y qué mejor que mi caso para demostrar lo contrario. Yo que soy un gallo de región, que estudió en una universidad privada y que no perteneció a ninguno de estos colegios de elite y soy el presidente de la juventud. El ex presidente de la juventud es Pablo Desbordes, que creció en La Cisterna.
Renovación de liderazgos
-Cuadrado apunta a que esa variedad que señalas que hay en la juventud, no se repite en la directiva. Francisco De la Maza habla del "amiguismo" que hay en tu partido.
-Realmente a nosotros nos enorgullece que digan que la UDI es un partido de amigos. Creemos que es una de nuestras fortalezas. A diferencia de otros partidos políticos, la alta dirigencia es la que fundó el partido hace 20 años. Eso no se da en ningún otro partido político en Chile, porque la UDI es el único partido que nace después del golpe de Estado. Es verdad que los altos dirigentes de la UDI son los mismos que fundaron el partido y que vienen de un mismo núcleo, ya que en su gran mayoría eran estudiantes de Derecho de la Universidad Católica, y todos eran discípulos de Jaime Guzmán. Eran gallos súper jóvenes y por eso hoy día todavía están en la primera plana, y yo soy de aquellos que están agradecidos de que todavía sigan dirigiendo el partido.
-¿Qué pasa con la renovación de liderazgos?
-Sí se han ido integrando rostros nuevos a ese equipo que toma las decisiones, sobre todo en los últimos 3 años, en el último año de la gestión de Longueira como presidente y los dos años de Jovino. Nunca antes se había incorporado a tanta gente joven a la toma de decisiones: hoy día Darío Paya es un actor relevante a la hora de tomar decisiones.
-Paya es además futuro secretario general.
-Probablemente. Su voz es escuchada al interior de la directiva y de la bancada de diputados. También está la Marcela Cubillos, Rodrigo Álvarez y Marcelo Forni. La directiva de la UDI sesiona una vez a la semana con un representante de los alcaldes, que es Mario Olavarría, y se le dio cabida por primera vez al presidente de la juventud. Puede que yo no sea un actor relevante a la hora de tomar decisiones, pero ya es un paso poder estar presente ahí para ver cómo se hacen las cosas al interior del partido.
Cuestión de palabras
-¿Existe alguna diferencia en el lenguaje entre los jóvenes y los "históricos" de la UDI? Llamó la atención en su momento que Gonzalo Cornejo (alcalde de Recoleta) hablara de dictadura en vez de gobierno militar, y ahora tú hablas de golpe militar en vez de pronunciamiento.
-Yo no tengo ningún problema en calificar al gobierno militar como dictadura, ninguno. Admiro muchas cosas de ese período y repudio muchas otras, pero creo que el tema del lenguaje no es relevante. Fue un gobierno de facto por lo menos entre el ’73 y el ’80, y no tengo ningún complejo en decir que fue una dictadura. Y creo que hoy día no hay nadie en la UDI que no piense así. Siempre he escuchado a Jovino Novoa defendiendo parte de las cosas que se hicieron y repudiando otras. Lo que sí pasa es que a medida que el partido va creciendo, va llegando gente que piensa distinto, aunque no creo que haya nadie que haya votado NO en el plebiscito.
-¿Qué opinas de la cruzada de De la Maza, quien busca democratizar las decisiones al interior del partido?
-La UDI tiene un estilo que ha funcionado bien hasta ahora. Hoy día por primera vez se critica ese estilo y yo creo que es legítimo que alguien pida que se revise. Pero De la Maza se equivoca en la forma y en el fondo. Es legítimo que pida la fórmula de un militante un voto, aunque yo creo que no hay nada más equivocado. La UDI no va a ser un partido más democrático ni más votado por cambiar su manera de elegir sus autoridades. Hoy día la directiva de la UDI la eligen los 800 miembros del Consejo General y la directiva del Partido Socialista la eligen los miembros del Comité Central, que creo que no son más de 80. Hoy día el único partido que ocupa la fórmula un militante un voto es la Democracia Cristiana, y están profundamente arrepentidos de que eso sea así.
-Además, un partido político es por definición un grupo de gente que se asocia por una manera de actuar similar, por principios, pero luego también por un estilo. Y lo que correspondía era que lo planteara primero al interior del partido y luego someterse a lo que la mayoría cree más conveniente.
bdelrio@elmostrador.cl
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