El escritor, tarotista, cineasta, actor y psicomago, radicado en París desde hace largas décadas, se encuentra en Chile para presentar si libro El maestro y las magas, en el que destaca a las mujeres que influyeron en su formación mística. Además, visitó a su amigo, el escritor Enrique Lafourcade, a quien postula para el máximo galardón de las letras en el país.
No es un conferencista típico, qué duda cabe. Tiene la carcajada presta, una posición relajada, y no se limita a contestar las preguntas que se le hacen, sino que las decora con toda suerte de historias y parábolas. De hecho, lo más frecuente es que no responda la pregunta, pero sus historias acaban siendo tan divertidas que, para el final de su narración, nadie parece recordarlo. Alejandro Jodorowsky es un verdadero encantador de serpientes, que guía a la concurrencia a su ritmo, a su frecuencia y a su humor, hasta que toda la sala entra en consonancia con su misticismo y sus conceptos mágicos.
La psicomagia la ha probado en carne propia toda la vida. Gracias a ella ha resuelto asuntos tan graves como una demanda por dos mil dólares, hecha por el ex productor de sus películas. Un día, el tarotista y escritor Jodorowsky, cansado de tanto pleito judicial, llamó al hijo de su rival, y le propuso un encuentro. Nada más verse, el demandante exclamó: "¡Usded es bello!" y el escritor le respondió: "¡Y usted no tiene cara de gangster!". A la media hora almorzaban juntos y se habían convertido en amigos.
Otra vez, hace poco, Jodorowsky miraba la televisión junto a su esposa Marianne (maga entre las magas, según él) y, viendo a Marilyn Manson, le comentó lo mucho que le gustaría hacer una película con él. A las dos semanas, fue el propio ídolo under el que lo llamó. "Eres mi maestro espiritual, tengo un video clip que está inspirado en La montaña sagrada", le dijo. "Después me pidió que lo casara, vestido como el alquimista de blanco, el del sombrero de la montaña sagrada", recuerda el autor de Psicomagia, explicando que se trata de esas "cosas surrealistas que pasan en la vida".
En Chile acaba de presentar su libro El maestro y las magas, que es el tercer volumen de su "autobiografía imaginaria", y que recoge sus experiencias de aprendizaje espiritual en México, a cargo del maestro zen japonés -Takata- y un grupo de mujeres que lo "iniciaron" en su admiración por la magia femenina.
Lafourcade al Nacional de Literatura
Dentro de las actividades que planificó Jodorowsky en Chile, estuvo la visita al escritor Enrique Lafourcade, perteneciente a la generación del ’50, de la que también alcanzó a ser parte -aunque con varios años menos- el célebre tarotista.
Para el cineasta y psicomago, Lafourcade es absolutamente merecedor del Premio Nacional de Literatura, al que ha sido eterno candidato. "Cuando hay una persona que ha hecho todo lo que él ha hecho, cincuenta libros, críticas maravillosas, peleándose con quien sea, apareciendo en la tele para divulgar la cultura, en Japón se le declara tesoro nacional. Yo declaro a Lafourcade tesoro nacional", aseguró .
Ambos escritores se conocen desde que Alejandro Jodorowsky era joven, por lo que cada vez que visita Chile, intenta encontrarse con é. "Es un amigo al que adoro -relata-, lo quiero mucho. Somos de la misma generación, ya no vamos quedando muchos."
Las magas modernas
"Las cumbres que puede alcanzar el hombre son ser campeón, héroe, genio o santo. En cambio, la mujer sólo puede ser madre, virgen, puta o tonta", dice el escritor, uno de los grandes defensores del poder femenino, luego de declararse encantado con la idea de que Chile sea gobernado por una mujer.
Asegura que por fin se está dando curso a una sociedad en la que las mujeres no están postergadas por los hombres, y aboga fervientemente por el equilibrio de los sexos. "Son una monstruosidad. esos monasterios en los que hay diez mil monjes, -en el Tibet, por ejemplo. Imagínense la tembladera de tierra que debe haber en la noche, con tantas manos derechas moviéndose sobre no sé qué. El mundo tiene que llegar a una complementariedad entre los dos sexos, si no, el mundo se acaba."
Su "feminismo", en cualquier caso, no va en desmedro del lugar de los hombres en el planeta, tal como lo plantea en su polémica teoría de que una de las causas de la dictadura en Chile es la falta histórica de padre en la familia. "Nunca he visto un país con padres más ausentes que Chile. El hombre chileno está muy maleducado, porque apenas envejece la mujer, se va con una más joven, y deja tirados a los hijos -expresa. Cuando el hombre está ausente, el país elige un padre severo, necesario. Para que no haya dictadores, los padres no tienen que estar ausentes".
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