Publicidad

Carlos Moya, jefe de ala izquierda del PS, critica sistema electoral interno

El dirigente, que encabeza la tendencia denominada Socialistas de Izquierda, afirma que es indispensable buscar un nuevo mecanismo que no sea tan engorroso y complicado como el que se emplea en la actualidad para los comicios partidarios. Además, asegura que está dispuesto a integrar la mesa directiva del senador, Camilo Escalona, pero con ciertas condiciones.


La lista "Socialistas de Izquierda, Socialistas como Allende" obtuvo un mal resultado en las últimas elecciones del Partido Socialista (PS) . Así lo reconocen en forma abierta sus máximos dirigentes, quienes -eso sí- aseguran que no fue por falta de organización o de estructura sino porque el proceso se polarizó en torno a las figuras de los dos principales contendores: la diputada Isabel Allende (Megatendencia, Nuevo Socialismo y Colectivo de Identidad Socialista) y el senador Camilo Escalona (Nueva Izquierda, Tercerismo y el sector de la Mega que responde a Ricardo Núñez).



En las elecciones pasadas, de acuerdo a los informes oficiales, este grupo, que encabeza el académico Carlos Moya, obtuvo el 17 por ciento de los votos. Y debido a eso esperaban que tal cifra se repitiera. Sin embargo, de acuerdo a un escrutinio que comprende el 92 por ciento de los votos emitidos en los comicios del domingo 23 de abril, dicha tendencia solo consiguió esta vez el 6,58 por ciento de los sufragios.



"Yo espero que en las elecciones de dos años más los Socialistas de Izquierda configuremos la mayoría necesaria y podamos ganar. Vamos a trabajar para reconstruir esta voluntad electoral y política, y esperamos acompañar críticamente el programa de la Presidenta de la República, Michelle Bachelet", dice Moya, quien fue impedido de postular al frente de su estilo debido a razones estatutarias.



-¿Cuál es el análisis que hace respecto a estas elecciones internas del PS, que para algunos se polarizaron demasiado?
-Nosotros siempre hemos sostenido que en el PS lo que nos separa en verdad son visiones políticas y hemos mantenido la tesis que en partido hay tres grandes corrientes ideológicas: los liberales, los social demócratas y los socialistas históricos (o revolucionarios). Y evidentemente en las elecciones internas lo que hubo fue una concentración pragmática de grupos en torno a alternativas electorales. Y de ese modo la lista de Isabel Allende, que reunió entre ocho o nueve tendencias internas, tenía en su seno tanto una fuerza con gran presencia de liberales (como Jaime Gazmuri, José Antonio Viera Gallo y Carlos Ominami) y gente de izquierda (como Sergio Aguiló).



También pasó lo mismo en la lista de Camilo Escalona, que tuvo dirigentes renovados y otros de izquierda. De manera que a esas listas lo que las caracterizó fue el pragmatismo electoral.



El segundo elemento visible, es que hubo una polarización ayudada por los medios de comunicación, sobre todo en torno a las figuras de Escalona y Allende. Uno de los principales errores de ésta última fue enfocar su discurso electoral sobre la base sólo de atacar y aplastar la figura del dirigente y por lo tanto ella personalizó exageradamente una corriente de odio hacia Escalona, lo que significó que militantes del partido con menos formación política entendieran que esto se dirimía entre ambos parlamentarios.



>b>»Sufrimos la exclusión»



-¿Por qué es tan crítico con la diputada Allende?
-Allende no tiene ninguna idea política respecto al país y sin embargo ella obtuvo una gran votación porque lo que se movilizó fue la subjetividad. Y respecto a nosotros, bueno, sufrimos, y aunque parezca un poco presuntuoso decirlo, la exclusión de mi persona que hizo el Tribunal Supremo, marcado por la presencia de las tendencias escalonistas y allendistas, nos debilitó históricamente porque teniendo una lista representativa de la base del partido, no habían referentes nacionales tan conocidos como Allende y Escalona. De allí que nosotros en la lista nacional al Comité Central hemos tenido un retroceso electoral formidable, que no fue lo que le ocurrió a las listas del comité regional, donde triplicamos la votación, en comparación con la elección anterior.



Entonces, nosotros pensamos que estamos subrepresentados en la actual dirección y esperamos, con humildad, enmendar nuestros errores electorales y recomponernos. Además, y espero también que en el Congreso del partido, que se realizará en enero del 2007, nosotros podamos llegar con el 20 ó 25 por ciento de los delegados, de manera que reconstruyamos nuestra base de apoyo partidario para poder incidir en un cambio de nuestra forma de relacionarnos con los militantes y la sociedad.



-¿Ustedes han tenido conversaciones con las listas que alcanzaron una mayor votación?
-Nosotros hemos dicho que nuestra participación en el gobierno partidario debe estar regido por la perspectiva de gobernabilidad política que le debemos al PS. Entonces, lo que nos importa es cómo el partido se para frente al programa de la Presidenta Michelle Bachelet. Nuestro compromiso e incondicionalidad es con las propuestas del gobierno.



Y en estos últimos días nosotros hemos visto situaciones paradojales. Por ejemplo, hemos visto cómo las AFP han lanzado un lobby importantísimo hacia gente de la Concertación y fuera de ésta para hacer retroceder este trabajo tendiente a modificar el sistema previsional, que se orienta a construir un mecanismo que sirva a las necesidades previsionales de los chilenos, en especial, de los trabajadores. De manera que esto se está transformando en la práctica en una suerte de negociación con las AFP, donde hay lobbistas que pretenden buscan pequeñas modificaciones al sistema actual, pero manteniendo los privilegios y abusos que estas administradoras ejercen en base a las facilidades que les conceden las leyes pinochetistas.



Y en este contexto resulta escandaloso que el ex senador Viera-Gallo forme parte del directorio de la AFP Provida, que es la más fáctica de todas, es decir, que un ex parlamentario, que apoyó a la lista de Allende, se incorpore a esta instancia privada, indican hasta qué punto llegan los vínculos de la derecha reaccionaria y económica-financiera y militantes del PS que defienden sus intereses.



-¿Esto quiere decir que quizás usted está más cercano a la lista de Escalona y eventualmente aceptaría una de las vicepresidencias que este ofreció a las minorías?
-Nosotros somos una corriente de ideas y no un grupo. Eso quiere decir que dependerá de nuestro selecto Comité Central asumir los acuerdos respecto a cuál será nuestra conducta interna, pero evidentemente la racionalidad y las decisiones al momento de asumir posiciones se tomarán basándonos en los principios políticas y en la necesidad de que firmemos compromisos respecto a de qué manera concreta vamos a apoyar el fin del sistema binominal, la reforma al sistema previsional y los cambios pendientes a la Constitución.



-Se lo pregunto porque Escalona es partidario de entregar dos vicepresidencias a las minorías.
-Nosotros estamos dispuestos a integrarlas, pero no estamos dispuestos a suplantar nuestra voluntar de leer el país desde la política y los intereses de los trabajadores sólo por el puro afán de ocupar cargos sin ningún sentido. Estamos dispuestos a colaborar con la gobernabilidad de partido, pero no se trata aquí de hacer acuerdos detrás de la puerta o simplemente hacer arreglines.



-En estas elecciones, hubo dos listas más de sesgo izquierdista -la representada por Carmen Lazo y Roberto Ávila- que juntas lograron más de un cinco por ciento de los votos. ¿Es posible que puedan hacer una alianza o un referente conjunto con éstas en el futuro?
-Nosotros hemos buscado contactos con las otras listas para juntarnos y desarrollar acciones, porque en las otras nóminas, donde hay una posición de izquierda histórica (como es el caso de la ex diputada Lazo) y una crítica al modelo neoliberal (que encabeza el abogado Ávila) hay ideas que compartimos y por lo mismo estamos completamente abiertos a tener con ellos un acercamiento y un comportamiento común en el Comité Central.



Cambios en el sistema electoral del PS



-En estas elecciones quedó una vez más en evidencia que el sistema electoral del partido es complicado y genera demora en la constitución de las nuevas autoridades. Frente a eso ¿usted es partidario de cambiarlo?
-Efectivamente esta elección terminó de demostrar la crisis de este sistema que nosotros deberíamos cambiar. Hay cosas escandalosas que en algún momento no lo parecieron tanto. Por ejemplo, hay varios problemas, en especial con las discriminaciones, donde nosotros podríamos avanzar a que la mitad del Comité Central estuviera compuesto por mujeres, sobre la base de que este sector eligiera a sus propios representantes, y en el caso de los hombres lo mismo.



No es correcto que nosotros establezcamos en el reglamento una discriminación positiva de 15 por ciento de jóvenes, que yo comparto y que incluso podríamos aumentar, pero luego por la ventana ingresen cinco representantes más . También es impresentable que tengamos un sistema electoral en el que desde el momento de la inscripción de la lista y la votación transcurran 15 días, cuando el Tribunal Electoral se demora, como en el caso de ahora, más de dos semanas, en calificar las elecciones. Entonces, eso significa en la práctica que las listas de menores recursos disponen de menos de 10 días para hacer una campaña nacional en un país tan extenso y fragmentado, lo que hace entonces que aquellos factores mediáticos partan con una ventaja muy grande.



-¿Qué sistema electoral sería el mejor para el PS, a su juicio?
-Yo creo que una de las razones por las cuales nosotros hemos tenido un sistema enredado y que hemos querido perfeccionar es porque hemos estado obligados a seguir la ley electoral que el pinochetismo instaló en Chile, y pese a que nosotros hemos introducido normas, creo que el mismo sistema electoral democrático proporcional que estamos exigiendo para el país deberíamos tenerlo internamente.



-¿Pero cuál era la tradición del partido?

-Nosotros le entregábamos a las bases la potestad de realizar congresos, donde se definian líneas políticas y en función de las corrientes se elegía también a los dirigentes. Hoy las elecciones no tienen nada que ver con los congresos ni con la definición programática.



-¿Y su propuesta a qué apunta?
-Es indispensable sanear el sistema electoral de manera de corregir estas tremendas desviaciones, pero al mismo tiempo que la elección de los dirigentes sea vinculante con una discusión política programática de fondo, de modo que quienes representen al partido también lo hagan para las grandes corrientes políticas e ideológicas que se van a expresar de manera hegemónica en un determinado momento.
________________________________________



Contacto



sjaramillo@elmostrador.cl



Artículos relacionados:



Los ‘notables’ del Partido Socialista que quedaron fuera del Comité Central (28 de abril del 2006)



Denuncian graves irregularidades en elecciones internas del PS (19 de abril del 2006).



Denuncian graves irregularidades en elecciones internas del PS (19 de abril del 2006).














Publicidad

Tendencias