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Nuevo testimonio del comandante Ibañez inculpa a jefe del Depto. Antártico

Durante su última comparecencia ante el fiscal Marcos Ibacache, el teniente coronel Armando Ibañez afirmó que la riesgosa misión de rescatar un trineo perdido -que luego significó la muerte de tres militares- provino del coronel Miguel Santibañez. Además, dijo que la confección de una falsa orden para justificar la salida fue responsabilidad del oficial Mauricio Toro, subjefe de la base.


Un testimonio que podría generar un vuelco en el proceso judicial que investiga las responsabilidades en la tragedia ocurrida en la Antártica, el pasado 28 de septiembre, en el que fallecieron tres uniformados por las negligencias de sus mandos superiores, se adjuntó hace pocos días al expediente tramitado por el fiscal militar Marcos Ibacache, en Punta Arenas.



Según esta última declaración, del teniente coronel Armando Ibáñez Changarotti -entonces jefe de la dotación antártica-, el accidente ocurrido a raíz del ocultamiento de la caída de un trineo a una grieta de hielo, en el sector del Abrazo de Maipú en el continente blanco, ocurrió por una orden de su superior jerárquico, al jefe del Departamento Antártico, coronel Miguel Santibáñez.



Este último uniformado, al ser interrogado en el caso, cayó en una serie de contradicciones acerca de quién fue el responsable de encapsular la información sobre el accidente, con el objeto que la opinión pública no se enterase de los motivos que lo generaron y, con ello, no perjudicar aún más la imagen de la instticuión castrense luego de la tragedia ocurrida en Antuco, donde fallecieron 49 soldados conscriptos y un suboficial, en el mes de mayo de 2005.



Por su parte, Ibáñez Changarotti es uno de los dos procesados en esta causa, acusado de los delitos de incumplimiento de deberes militares y falsificación de una orden falsa para justificar la expedición. Sin embargo, el otro de los imputados, teniente coronel Mauricio Toro Pardo -subjefe de la Base O´Higgins-, es el único que hasta ahora ha obtenido el beneficio de la libertad bajo fianza.



Para fuentes allegadas a la causa, la presión que le ha generado esta situación llevó al comandante Ibáñez a formular estas acusaciones directas contra su superior y contra su subalterno, a quienes responsabiliza en gran medida de los hechos constitutivos de delitos. De hecho, a raíz de esta nuevas declaraciones se solicitará la realización de nuevas diligencias y no se descarta solicitar el procesamiento del coronel Santibáñez.



El día 28 de septiembre de 2005 un carro snow cat cayó a una grieta de 30 metros, falleciendo tres de los siete ocupantes del vehículo, en una operación destinada a rescatar un trineo que se había caído el 6 de ese mismo mes, con materiales destinados para la Base, y del cual nunca se dio cuenta su pérdida.



»Cototo» Santibáñez



El Mostrador.cl tuvo acceso a las declaraciones del oficial que permanece recluido en un recinto militar en la ciudad de Concepción, quien el último 24 de mayo sostuvo ante el tribunal: "quiero agregar en la presente declaración que el motivo por el que en el careo que tuve con el coronel Santibáñez, ante el fiscal militar de Punta Arenas, omití rebatirle lo que él afirmó respecto a que él me había ordenado no salir con nadie desde la Base, a rescatar un trineo con material, que había caído en un grieta el día 6 de septiembre, se debió a que me sentí superado por el prestigio y el peso que éste tenía en el Ejército. De hecho, le decían "El Cototo Santibáñez" por la gran cantidad de notas de demérito que ponía".



A esto añadió que "el día 6 de septiembre yo le informé de lo sucedido (a Santibáñez) y le propuse además recuperarlo entre el 27 y 30 de septiembre, cuando era el ejercicio combinado con la base argentina Esperanza, denominado Paracach. Entonces, él me respondió -‘tení que recuperar las especies o te hago sumario y te cago’-, luego al ver lo que dijo en el careo tuve miedo de lo que él pudiera hacerme".



En ese sentido Ibáñez dijo que "también puedo recordar, además, otra ocasión similar ocurrida el 12 de septiembre de 2004, cuando me hizo levantar en la madrugada para pedirme las medidas de unos estanques de combustible en desuso que iban a ser embarcados próximamente, pues yo le había leído las medidas enviadas por el comandante de la Base, ante lo que él me responde -‘tení que tomar buenas medidas, porque si los tanques caben en el buque te hago sumario y te cago’-. Todo esto que relato es para explicar el temor que yo sentía de él".



En cuanto al por qué de sus primeras declaraciones, en las que intentó justificar la salida del 28 de septiembre con motivo del ejercicio combinado con Argentina, el uniformado dijo que "todo lo relatado en relación con el ejercicio Paracach y la recuperación del trineo caído el 6 de septiembre se avala con la respuesta que él (Santibáñez) me da el día 28 de septiembre, cuando le informo que había caído el carro snow cat, con siete tripulantes en el sector Abrazo de Maipú en el que hubo fallecidos. Entonces me responde -ya se en qué andaban, andaban preparando el ejercicio Paracach, a eso fueron ustedes, sino se hubieran quedado acostados-".



Luego de ello, Ibáñez afirma que Santibáñez le habría colgado el teléfono para comunicarse con el Comando de Apoyo Logístico (CALE) e informar del accidente, hecho que lo llevó a sostener esa versión.



Por otra parte, explicó que en principio la búsqueda del trineo se programó para el día 23 de septiembre, en que había buen contraste y buenas condiciones climáticas, pero que ello se suspendió por la llegada de la profesora de Hidroponía de la Universidad de Chile, María Luisa Tapia, junto a unos alemanes. Por ello, el teniente coronel Toro habría dispuesto que los carros y las motos se utilizaran para llevarlos a conocer la zona.



La participación de Tapia



En cuanto al segundo hecho investigado, que se relaciona con la confección de una orden falsa para justificar la malograda salida, Ibáñez dijo que "en determinado momento, no recuerdo ni fecha ni hora, el teniente coronel Mauricio Toro Pardo se me acerca y señala ‘mi comandante no tenemos el documento que avale la salida, por lo tanto confeccionaré una orden’".



"Después la orden fue confeccionada, pero finalmente yo no la firme ni la vi, pues no estaba en condiciones para ello", añadió al señalar que debido al accidente su estado anímico y mental se vio seriamente afectado, por lo cual incluso se le suministraron calmantes por el personal médico de la Base.



"De tal manera que en los días previos el comandante Toro me pide que no involucre a la profesora María Luisa Tapia en la confección de la orden de salida antes referida, porque presumo que ella participó junto a Toro en la confección de la orden. A su pregunta sobre si la profesora María Luisa Tapia tenía una relación amorosa con el comandante Toro, este hecho era conocido por todo el personal de la Base, por ello esta señora se atribuyó en varias ocasiones facultades que no le correspondían como civil. Como la vez que se imprimió la orden, para lo cual ella dispuso al sargento Raúl Poo, quien al percatarse de lo que era se resistió, pero ella lo presionó abusando de su relación con Toro".





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