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«Faltan muchos estudios para entender cuál es la situación del humedal»

Autor del primer informe de la Universidad Austral que culpó a Celco de la muerte de cisnes, analiza las conclusiones del reporte de Sandor Mulsow -de la misma casa de estudios-, en la que se confirma la responsabilidad de la empresa en la tragedia. Pese a que ambos estudios van en la misma línea, Muslow declinó asociarse con Jaramillo para realizar investigaciones.


El 20 de junio pasado los investigadores de la Universidad Austral (UACH) Sandor Mulsow y Mariano Grandjean publicaron un artículo en la prestigiosa revista científica ESEP (Ethics in Science and Environmental Politics Journal) en la que responsabilizan directamente a la planta Valdivia de Celulosa Arauco de la muerte de los cisnes de cuello negro del santuario de la naturaleza «Carlos Andwanter».

La investigación «Incompatibilidad de sales de sulfato y bicarbonato soluble en el río Cruces: una respuesta a la desaparición de Egeria densa y cisne de cuello negro en un santuario Ramsar» revela una relación negativa entre la concentración de sulfato y la de bicarbonato en el humedal, lo que provocó la desaparición del luchecillo, principal alimento de los cisnes de cuello negro.

«A altos contenidos de sulfato, existen bajos contenidos de bicarbonato. Las diferencias entre las aguas del santuario y las de fuera de él presentan un 36% menos de bicarbonato. Esta diferencia en bicarbonato inhibe la fotosíntesis de la planta, lo que fue experimentalmente demostrado», explicó Mulsow esta semana.

Dada la importancia del estudio realizado por el investigador, quien es geólogo y académico del Instituto de Geociencias de la UACH, es que será analizado próximamente por la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) de Los Lagos.

Un eslabón más

El aporte de Mulsow se encuentra en la línea de lo que ya había realizado la UACH cuando el Gobierno le delegó la responsabilidad de esclarecer las razones de la muerte de cisnes que cuello negro.

Dicha investigación, que concluyó en 2005, fue encabezada por el científico Eduardo Jaramillo, del Instituto de Zoología, quien repasa las conclusiones de Mulsow y comenta que éste optó por marginarse del conglomerado de expertos al que la Corporación Nacional Forestal (Conaf) le encargó realizar el mayor estudio ecosistémico en el humedal durante los próximos cuatro años, lo que aún debe ser ratificado por la Corema en julio.

-¿Cuál es su percepción del estudio? ¿Va en la línea de las conclusiones del primer estudio de la UACH?
-En el primer informe concluimos que el sulfato había tenido una función preponderante en los cambios de la calidad del agua del río Cruces y, por lo tanto, condujo a una desaparición del luchecillo. En ese momento hicimos un experimento de laboratorio en el que demostramos que la precipitación de metales pesados sobre la planta la había matado y la había dañado. Ahora, lo que hizo Sandor Mulsow fue investigar otra línea, otro aspecto, que fue el efecto del sulfato sobre la concentración de bicarbonatos en el agua y encontró, en base a experimentos en laboratorio, efectos negativos del sulfato sobre el bicarbonato y concluyó entonces que el sulfato también afectaba las plantas, pero vía bicarbonato. Porque al haber mucho sulfato, disminuía la cantidad de bicarbonato y eso reduce la posibilidad de que tiene la planta de obtener CO2 (dióxido de carbono), que lo saca del bicarbonato…

-¿En consecuencia?
– En base a eso se concluye que Celco es la causante principal del daño, cosa que nosotros en su momento dijimos: que los cambios ambientales que habían ocurrido en la calidad del agua del río Cruces tenían que ver con Celco.

-Es decir, sigue en la línea de lo que ustedes hicieron, profundizando en una parte de la cadena de acontecimientos…
-Exacto.

Contraste con la realidad

-Al margen de este aporte, ¿cuál es la otra novedad del estudio?
-La novedad es que se hizo el experimento en el laboratorio. Lo que hay que buscar ahora es que los resultados del laboratorio se contrasten con la realidad. No siempre son extrapolables los resultados del laboratorio con la naturaleza. Tenemos que revistar lo que está ocurriendo en el humedal con las concentraciones de sulfatos y bicarbonatos…

-Pero el profesor Mulsow tomó muestras aguas arriba de Celco y en el sector de Rucaco
-Claro, también Sandor hizo muestreos de agua y lo que hay que cotejar ahora es qué es lo que sucede con el agua receptora, es decir, con el estuario, en relación, por ejemplo, a las mareas. ¿Qué pasa cuando la marea sube? ¿Ingresan sulfatos al humedal? ¿Cuándo la marea baja cambia la concentración de sulfatos?

-En consecuencia, se debe seguir avanzando
-O sea, en todo este tipo de cosas la situación es tan compleja que yo diría que faltan muchos estudios para entender cuál es la situación de lo que está ocurriendo en el humedal. Pero sí una cosa es clara, y es lo que mantenemos desde el primer estudio: que la calidad del agua del cuerpo receptor cambio después que la planta de Celco comenzará a funcionar.

La marginación del investigador

-¿Qué últimos estudios han realizado ustedes como equipo?
– Durante 2005 realizamos otros tres estudios, uno para el SAG, para ver cuál era la situación actual del luchecillo y de los cisnes, en el sentido de saber si la especie continuaba acumulando hierro en las células hepáticas. Se determinó que efectivamente los cisnes siguen teniendo daño.

El segundo tuvo que ver con un monitoreo permanente de la situación del humedal. El tercero es el que realizamos en el verano para caracterizar las aguas color marrón en el humedal del Cruces y los ríos adyacentes a Valdivia. Encontramos que el color se debe a la alta concentración de sólidos suspendidos, los que constituyen una matriz coloidal orgánica a la cual se agregan metales pesados.

-Y para el futuro, ¿qué tienen proyectado?
– En estos momentos lo que hemos preparado con 24 investigadores de esta universidad más otros de la Universidad Santo Tomás; de Chile; Concepción; Santísima de Concepción; Universidad Nacional de Lujan; y el Servicio de Geología y Minas (Sernageomin), es un programa de investigación para los próximos cuatro años en el humedal, que la Conaf solicitó a la Universidad Austral. La idea es trata de armar de un modelo ecosistémico del humedal para ver cómo reacciona el humedal ante estos cambios, a partir del cual se podrían generar las herramientas de gestión para llegar a la rehabilitación del mismo una vez que Celco se desvincule del humedal, como lo exige la resolución número 377 de la Corema.

-¿Comparten o van a compartir información con Mulsow?
-Lo que pasa es que a Sandor se le invitó a participar en este estudio y él ha dado las razones de por qué no ha participado en el mismo. Bueno, cada uno en la universidad es independiente de participar o no.

-¿Es un tema de líneas de investigación?
-Claro, con los otros 24 investigadores de esta universidad, que incluye cuatro facultades Ciencias, Ciencias Forestales, Medicina y Medicina Veterinaria. A ellos no se les obligó, simplemente se les propuso si les gustaría participar.

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