José Enrique Pinelo destaca perspectivas de largo plazo del diálogo »sin exclusiones». Dice que considerar el tema marítimo es una buena señal, pese a que el acceso soberano al Pacífico no ha sido puesto sobre la mesa. Tras el acercamiento, La Paz reafirmó el compromiso de ayudar Santiago en materia energética.
Con moderación se tomaron en Bolivia la inclusión del "tema marítimo" en la agenda "sin exclusiones" que, en conjunto, han decidido llevar adelante con Chile, y que se formalizó este martes a través de la firma de un protocolo en La Paz.
Para la prensa boliviana fue mucho más importante el viaje que el vicepresidente, Álvaro García Linera, realizaría a EEUU con el fin de pedir el aplazamiento de la Ley de Promoción Comercial Andina y de Erradicación de la Droga (ATPDEA), que le permite al país vecino obtener beneficios arancelarios por parte de Washington.
En Chile, en cambio, sectores de la oposición reaccionaron molestos y advirtieron que cuando estos temas los pone en una mesa de negociación es porque "también está dispuesto a ceder", según el presidente de la UDI, Hernán Larraín.
Al respecto, el cónsul de Bolivia en Santiago, José Enrique Pinelo, quien por estos días se encuentra en La Paz, considera que la incorporación del concepto "marítimo" significa sólo eso, por lo que no se puede especular sobre soberanía u otras cosas mientras no exista nada en concreto en la mesa.
Hasta el momento, además del mar, la agenda conjunta comprende otros aspectos relevantes para la relación bilateral: la integración fronteriza, libre tránsito, integración física, complementación económica, el río Silala y recursos hídricos.
Pinelo viajó hasta su país para conocer los detalles del acuerdo que firmaron los vicecancilleres de ambos países y, además, para acompañar al ex candidato presidencial de la UDI Joaquín Lavín, quien se encuentra en Bolivia junto a un grupo de alumnos de la Universidad del Desarrollo, institución en la cual ocupa el cargo de director del Centro de Políticas Públicas.
Un nuevo contexto
-¿Cómo evalúa la inclusión del tema marítimo en el acuerdo firmado por ambas cancillerías el pasado martes?
-Como gobierno lo valoramos de manera muy positiva y como parte de un proceso mayor, que es el que ambos gobiernos denominados de reconstrucción de confianzas.
-¿Pero qué significa en concreto? ¿soberanía principalmente?
– No se ha hablado del contenido del tema marítimo. Esto es parte de un proceso que se inicia con la presencia del Presidente Ricardo Lagos en la casa de nuestro Presidente Evo Morales; luego, la aceptación nuestra a la relación a la relación bilateral, posteriormente, el encuentro de los cancilleres en República Dominicana, y el conjunto de actividades que hemos desarrollados. El objetivo creo que está cumplido, que es tener una agenda común, que hemos llamado «agenda sin exclusiones».
-En consecuencia, no hay nada en particular a discutir, más que la generalidad del concepto "marítimo"
-No, en absoluto. Lo más importante es que los presidentes inician un nuevo contexto en el continente. Ambos representan lo que ya sabemos, no es necesario repetir, y ese contexto es el que permite precisamente que los dos países entren en un plano de construcción de confianzas muy importante que nos lleva esta agenda común.
No hay plazos
-Sin embargo, ¿qué hace la diferencia hoy? Ambos países han estado a punto de lograr acuerdos, pero luego éstos se desvanecen por distintos motivos
– Primero hace la diferencia el contexto y, segundo, el hecho que a nuestro juicio este proceso está básicamente pensando en el futuro, estamos absolutamente convencidos de que si no pensamos a largo plazo y dejamos que la historia nos siga encadenando e impidiendo que veamos el futuro, no vamos a lograr lo que básicamente queremos todos, que es la unidad latinoamericana.
-¿Esperan un acuerdo en el campo marítimo antes de que Bachelet termine su mandato?
-El proceso está planteado, se ha iniciado, no hay discusión sobre contenidos, simplemente tenemos la agenda y no tenemos metas en tiempos definidos.
-¿Qué le diría Bolivia a los sectores, especialmente de la derecha chilena, que no les gustan este tipo de acuerdos?
-Lo más importante para nosotros es que el pueblo chileno y el pueblo boliviano se están acercando, y quienes son su líderes están construyendo confianzas. Por eso, queremos decirle que acá tienen un interlocutor muy legítimo, el Presidente Evo Morales, que tiene un apoyo popular nunca visto en Bolivia y que, por lo tanto, la legitimidad genera estabilidad y la posibilidad de llegar a acuerdos en el marco de esta agenda sin exclusión.
-¿Esta agenda permite la discusión de otros temas?
-Claro. Dicho sea de paso, les comento que incluye los temas que ya se conocen, pero que a la vez permite incorporar otros.
-¿Cómo cuáles?
-No están definidos, pero por eso la agenda tienen el título de "sin exclusiones".
Apoyo energético
-Evo Morales dijo que el mar era un tema que los va a acercar con Chile y Michelle Bachelet sostuvo que, pese a la firma del acuerdo, se respetarán los tratados vigentes ¿qué le parecen esas declaraciones?
– No se ha planteado la discusión del Tratado de 1904 (que fijó los límites entre ambas naciones). No hemos hablado de ningún tema, excepto la incorporación del tema marítimo en la agenda.
-¿Cómo tranquilizar a los sectores que en Chile ven todavía actitudes hostiles por parte de Bolivia, como la prohibición a Argentina para vendernos gas?
-A propósito de eso, Bolivia ha oficializado su propuesta de trabajar el tema de energía eléctrica. No está incluido en la agenda, pero se ha oficializado por parte de nuestro gobierno el trabajar ese tema. Está la disposición boliviana de desarrollar emprendimientos de energía eléctrica.
-¿Mediante qué mecanismo?
-Básicamente ese es el título y a partir de allí se tienen que dar escenarios.
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