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Fiskales Ad Hok: «Si dejamos de tocar nos vamos a la mierda»

Aunque nunca han pretendido salir de los círculos under, han estado en el centro de la escena en los últimos meses. Los escolares los transformaron en una de sus bandas íconos durante las revueltas pingüinas, y ahora los skinheads los sindican como uno de sus favoritos. Ellos, piola, sólo tocan su música, y no se sienten responsables de ningún fanatismo ajeno.


En un estudio hecho a mano, lleno de afiches, algunos de ellos antiquísimos, plagado de juguetes, ensayan los Fiskales Ad Hok diariamente. Los juguetes y los afiches denotan el paso del tiempo: los anuncios de una y otra tocata, entre posters ochenteros, fotos de ecografías, retratos de niños y niñas, una muñeca sin cabeza, un triciclo desahuciado. Llevan 20 años haciendo música, y la vida cotidiana se les mezcla con las grabaciones y las tocatas.



El día de la entrevista, tenían que ensayar a las tres. El problema es que algunos se equivocaron y llegaron a las 12. No tienen más posibilidades que ensayar separados. Los fundadores -Roli Urzúa, el bajista, y Álvaro España, el vocalista- fueron en la mañana, al igual que Pablo Arredondo, el "Mecha". Son los más jóvenes los que llegan a las hora convenida: Rodrigo Barahona "Memo" -que lleva diez años en el grupo-, Álvaro Rozas -"Guardabosque"- y el ‘sexto fiscal", Tito.



Confiesan que el disco va un poco más lento de lo que habían pronosticado, pero que lleva paso firme, aunque no se ponen plazos. Saben que los últimos meses han tenido mucha visibilidad, que han sido, junto con Los Miserables, la banda ícono de la "revolución pingüina", con tocatas en colegios y sus temas vibrando a todo volumen entre lienzos y uniformes. "Si quieres reclamar alo, tienes que estar dispuesto a hacer algo. Mucha gente alega, pero no hace nada más que machetear plata. De eso no se trata: si igual tomas micro, igual comís, igual pagái la luz. El sistema hay que combatirlo de otra forma, haciendo que la gente tome conciencia", dice "Guardabosque", y aclara que en ese sentido, el apoyo al movimiento estudiantil era un tema de coherencia. Ahora, además, los skinhead antifascistas, tan en la palestra en las últimas semanas, los han sindicado como uno de sus grupos de cabecera, asunto que a ellos francamente no les importa.



Sobre esta conexión con los escolares, dicen estar contentos de haber logrado comunicarse con ellos en términos musicales. "Son una generación que nació como en el 85, y los de la banda tenían como 18 años en el 87; han pasado hartos años, y es súper bueno ver que te apoyan, unir a los pendejos con esta otra generación" , cuentan.



-¿Cómo se explican que, más allá de las letras, ellos se sientan conectados con ustedes, que son un grupo que viene de mucho antes que ellos?
-Tito: Porque sigue siendo la misma mierda. Puedes escuchas letras que son de diez años atrás, pero coinciden perfecto con lo que pasa hoy igual. La sociedad es la misma, y el pobre sigue siendo pobre.
-Guardabosque: Eso no cambia



¿No puede ser que la buena onda que tienen con los pingüinos es porque no hay bandas de recambio que ocupen el lugar de los Fiskales ad Hok?
Guardabosque: Creo que hay una serie de buenas bandas, lo que pasa es que en la radio y la televisión te ponen una inyección de anestesia con otras cosas.
Tito: Hay una banda que se llama Malgobierno, y que lleva varios años haciendo un rock contestatario, político, súper fuerte. Ellos se sostienen solos, no le deben nada a nadie, se la juegan, y son excelentes.



"Puede que se promueva la violencia sin querer"



-¿Qué les pasa cuando se enteran de que son uno de los grupos ícono de los skinhead antifascistas?
-Son la misma hueá que los fascistas. Unos adoran a Hitler y los otros no sé a quién, pero piensan las mismas estupideces, pero tienen la misma cantidad de violencia en la cabeza. Lo que pasa es que tú no puedes privar a la gente de que escuche tu música. Cada uno es libre de pensar la música como quiera. Las letras no son tan específicas, y cada uno lo lee como quiere. Si los skinhead antifascistas escuchan a los Fiskales, ¿qué podemos hacer nosotros? Pasa también que a veces puede que se promueva un poco la violencia sin querer, y eso es un poco responsabilidad nuestra, pero la gente piensa lo que quiere y actúa como quiere, y eso pasa te gusten o no los Fiskales.



-También hay otros géneros como el hip hop, que son también canciones de protesta, pero mucho menos frontales. ¿Hay alguna otra banda que sea tan directa como ustedes en su reclamo?
-Memo: Los Miserables han ido al choque en varios momentos. Muestran lo que sienten a nivel político y a nivel histórico. También todo ese circuito que trabaja con la autogestión.



-Y es la autogestión viable?
-Memo: Cuesta mucho, pero funciona,. El trabajo lo hacemos nosotros mismos, con nuestros recursos. Es como ir tejiendo el chaleco con nuestras manos, y cuesta que funcione, porque nadie es la cabeza que lleva esto. Funciona, pero es lento. Tenemos el sello CFA, que tiene diez años, hemos grabado discos de un montón de bandas, y hemos construido nuestro propio estudio y tres salas de ensayo. Pero eso no pasa en tres meses.



"Nadie se ha hecho millonario"



-En estos meses han tenido mucho más visibilidad, un poco por lo del conflicto estudiantil, pero también puede haber influido el documental que se hizo sobre ustedes, y que dejó que otra gente los conociera.
-Memo: Ese trabajo lo hizo un loco que se ganó un proyecto, toda la investigación la hizo él. Nosotros en algún momento estuvimos con el poto en las manos, porque no sabíamos lo que iba a poner, ni cuánta gente lo iba a ver, pero fue un trabajo súper bien hecho. Después del documental, eso sí, nosotros seguimos igual de borrachos y hediondos que siempre. Ahora, nos parece súper valioso como registro, y tal vez nos favoreció porque gente que no tenía idea de quiénes éramos nos conoció.



-Se ha dicho que los Fiskales son los padres de rock punk en Chile. ¿Sienten eso?
-Guardabosque: Sí, yo cuando era chico sentía eso. Iba a ver a los Fiskales, eran mi grupo favorito, y los veía y quedaba plop.
-Memo: Llevan 20 años tocando en el punk, y eso es valorable. Por 20 años el Alvarito ha cantado lo mismo, de formas diferentes, y eso lo hace consecuente. Eso merece respeto. Acá nadie se ha hecho millonario, pero somos coherentes. Somos claros en lo que queremos. Álvaro y el Roli son cabros especiales dentro de toda su locura. Todos tenemos vidas diferentes, pensamos cosas diferentes, nos vestimos diferentes, pero nos une esta sala de ensayo y hacer temas nuevos. Si dejamos de tocar nos vamos a la mierda.

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