Ministro en visita sólo tomó declaración al ex dictador en calidad de testigo, debido a que en 2005 fue sobreseído en forma definitiva y, por tanto, no puede ser imputado. Los querellantes, en tanto, estimaron que las probables condenas en este caso deben servir de ejemplo para el Ejército, pues reflejarán la traición de esta rama castrense contra su ex comandante en jefe.
El ministro en visita Alejandro Solís anunció que lo más probable es que esta semana cierre el sumario de la investigación sobre el crimen del general Carlos Prats, luego que interrogara a primera hora de este lunes al general (R) Augusto Pinochet Ugarte.
En una diligencia celebrada en su residencia de La Dehesa, el magistrado tomó declaración a Pinochet en calidad de testigo por el homicidio del ex comandante en jefe del Ejército y la esposa de éste, Sofía Cuthbert, ocurrido en Buenos Aires en 1976.
«Nos trasladamos al domicilio y contestó las nueve preguntas», señaló escuetamente el ministro Solís, evitando referirse a los antecedentes aportados por el nonagenario ex militar, así como a su estado de salud.
Trascendió que el objetivo del magistrado fue aclarar qué nivel de autoridad tuvo Pinochet en los hechos, o si eventualmente sus subordinados de la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) decidieron atentar contra Prats por su cuenta.
La decisión de interrogarlo en calidad de testigo obedece a que en abril de 2005 la Corte Suprema rechazó el desafuero solicitado por Solís, considerando el precepto de la "cosa juzgada", debido a la negativa que -por razones de salud- había expresado en 2002 a una pedido similar de la jueza argentina María Servini de Cubría, que indagó el caso en el vecino país.
La pesquisa, que fue solicitada por los abogados querellantes Pamela Pereira y Hernán Quezada, fue acogida recientemente por Solís y se instala como una de las últimas actividades judiciales del magistrado antes de decretar el cierre de sumario.
Se estima que la última diligencia que cumplirá el magistrado antes de decretar el cierre del sumario será un interrogatorio al suboficial en retiro del Ejército Reginaldo Valdés Alarcón, que enfrenta cargos en calidad de cómplice del delito de homicidio.
El ex militar entregó una fotografía al magistrado con el objetivo de demostrar de que él se encontraba en Brasil al momento del crimen y, por tanto, no podría haber participado en el mismo.
Solís mantiene procesados al ex director de la DINA general (R) Manuel Contreras, al general (R) Raúl Iturriaga Neumann, a los brigadieres (R) Pedro Espinoza, José Zara y Christoph Willike, y a los civiles Jorge Iturriaga Neumann y Mariana Callejas, además de Valdés Alarcón.
Querellantes: Interrogatorio simbólico
En tanto, el abogado Quezada coincidió con el ministro Solís, en el sentido de que salvo que Pinochet haya entregado antecedentes de relevancia, esta semana debería decretarse el cierre de sumario en la investigación por el crimen de Prats.
El profesional explicó que habían solicitado el interrogatorio al ex jefe castrense por los antecedentes que podía aportar para precisar aún más las circunstancias en que se cometió el atentado, pero de todas maneras dijo que el caso derivará en condena para Contreras y sus agentes.
Según Quezada, la diligencia de este lunes tiene un carácter simbólico porque, más allá de que los tribunales de justicia hayan desestimado su desafuero, existen antecedentes concretos que permiten suponer que estuvo al tanto del crimen.
El abogado también le asignó una importancia histórica a las probables condenas, que a su juicio deberían servir como un ejemplo para las futuras generaciones de la rama castrense. «Acá se demuestra el acto de traición que hizo el Ejército contra un ex comandante en jefe de la institución», puntualizó.
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