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Juntos Podemos no logra alinear a sus fuerzas y enfrenta quiebre definitivo

Los distintos sectores que componen el pacto de la izquierda extraparlamentaria no logran ponerse de acuerdo en torno a la idea de establecer alianzas con instancia convocada por la CUT. Mientras el PC lo ve como un tema estratégico, los humanistas invocan el acta fundacional del Podemos para restarse a esa posibilidad. A lo anterior, se suma la incomodidad que provoca el »desmarque» de Tomás Hirsch.


El pacto Juntos Podemos Más, que agrupa a más de 55 organizaciones de la izquierda extraparlamentaria, no logra alinear sus fuerzas. Esta vez, el punto de división fue la reciente convocatoria de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) a participar del Parlamento Político y Social, que pretende aglutinar a distintas fuerzas en torno a cinco puntos: cambio al sistema binominal; reforma a la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE), reforma del sistema previsional, reforma a los mecanismos de negociación colectiva; y el fin de la ley de Amnistía.



La incorporación del pacto al nuevo referente social se discutió en un encuentro realizado el jueves pasado, en Brasil 23, ex sede del comando presidencial de la coalición, sin que se llegará a un acuerdo, especialmente entre el Partido Comunista (PC) y el Partido Humanista, lo que definitivamente abrió la carrera al interior del conglomerado para quedarse con el proyecto político y su nombre.



En la reunión, una mayoría de los participantes, entre los que se contó el PC, la Izquierda Cristiana (IC), un colectivo de ex presos políticos, el Comité del Cobre y el núcleo denominado Cambio Democrático, estuvieron por participar como "Podemos" de la instancia convocada por la CUT, a la que ya asisten los cuatro partidos de la Concertación, además del propio PC y la IC.



Para estos últimos, su oposición al Gobierno de Michelle Bachelet, no es contradictorio con la posibilidad de acordar acciones conjuntas con todos aquellos sectores que estén dispuestos a impulsar las demandas concretas que creen justas, y que además son parte de lo que ha estado impulsando la izquierda en la última década, según supo este medio.



El mejor ejemplo de ello -argumentan- es el movimiento de los estudiantes secundarios, cuya transversalidad política permitió cuestionar uno de los pilares del modelo: la LOCE, que fue sancionada poco tiempo antes de que Pinochet dejara el poder.



«Nosotros no seremos obstáculo para que otros sectores, cualquiera que estos sean, apoyen las justas demandas de la gente. Ello no significa abandonar el camino de la movilización, sino por el contrario concretar los acuerdos que se logren por la vía de la presión popular. Por eso la primera medida del Parlamento Político y Social ha sido acordar un calendario de movilizaciones donde se pueda expresar la voluntad mayoritaria de democratizar nuestro país», señaló a El Mostrador.cl un dirigente ligado al grupo que está en favor de participar en el parlamento político y social.



Artículo 6 del Podemos



En tanto, el grupo conformado por el Partido Humanista (PH), el Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez y el PC (AP), si bien estuvo de acuerdo en apoyar las demandas de la CUT, se negó a sentarse en una misma mesa «con quienes han sido y son los principales responsables de mantener en Chile un sistema político, económico y social que margina a importantes sectores de la ciudadanía y ha contribuido a aumentar la inequidad en Chile», según expresaron los humanistas en una declaración pública difundida el viernes.

El argumento de este grupo se basa en el artículo 6 del documento fundacional del Juntos Podemos, que señala que los integrantes del conglomerado coinciden en «no establecer alianzas con la Concertación ni la derecha».



La reunión del jueves permitió poner claridad en torno a cuáles son las diferencias que existen en el conglomerado y quienes están en determinada postura, lo que obliga al referente de izquierda a enfrentar un segundo desafío, que es establecer un método para resolver las posiciones de minoría sin que ello signifique poner en peligro la unidad del pacto.



Por ahora, aunque la mayoría de las organizaciones se ha incorporado o piensa incorporarse al Parlamento Social, la adhesión como conglomerado Juntos Podemos Más sigue estando obstaculizada por el sector minoritario, lo que deberá resolverse en el curso de esta semana.



Polémica carrera presidencial



Por otra parte, en la discusión no estuvo ausente el resquemor que produce en ciertos sectores la «carrera presidencial» que ha emprendido tempranamente Hirsch para el 2009, quien hace unos meses recorrió Europa exponiendo la experiencia del Juntos Podemos y ahora realiza un viaje por Latinoamérica, sin que la decisión de esas giras promocionales, llevadas a cabo a nombre del conglomerado, haya sido discutida previamente por quienes lo integran.



Como se recordará la nominación de Hirsch no estuvo exenta de cuestionamientos del pacto, porque hay quienes no lo veían como un candidato químicamente puro «de izquierda», pero la urgencia de levantar una alternativa finalmente impuso el consenso en torno a un candidato, un programa, una lista parlamentaria y una declaración de principios común.



Pero la decisión de Tomás Hisrch, de hablar a los medios de comunicación la misma noche del 11 de diciembre para dar a conocer la opción del PH, el MIR y otros grupos, de no apoyar a Michelle Bachelet en la segunda vuelta, rompiendo con lo que había sido hasta ese momento un proceso de toma de decisiones «por consenso», cuestionó seriamente su liderazgo al interior de la alianza.



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