El desconocido ‘think tank’ que aleccionó a los secundarios durante 2005

El año pasado, el sociólogo Raúl Zarzuri, director del Centro de Estudios Socioculturales (Cesc) fue llamado, por la Secretaría Regional Ministerial de Educación de la Región Metropolitana (RM), a cargo de Alejandro Traverso, para dictar un curso sobre movilizaciones estudiantiles a jóvenes secundarios que participaban de un taller más amplio orientado a formar lideres en la enseñanza media y vaya que los formó.



En el curso, al que también asistieron profesores, destacaron, entre otros el emblemático militante del Partido Socialista (PS) César Valenzuela y su novia Karina Delfino, independiente pro Concertación, con los cuales los integrantes del Cesc estrecharon lazos que se mantienen hasta el día de hoy, así como con otros dirigentes de la Asamblea Nacional de Estudiantes Secundarios con los que se reúnen en el plano de la "informalidad" para intercambiar ideas.



El Cesc fue creado hace cuatro años y tiene sus oficinas en Ernesto Pinto Lagarrigue, en pleno Barrio Bellavista. Está conformado por profesionales del campo de la sociología y de la historia, cuya preocupación central es estudiar a los jóvenes, tarea que creen no se ha realizado con la debida atención en el país.

Portada del libro "Jóvenes: la diferencia como consigna"

Uno de los productos más reconocidos de este think tank alternativo es el texto "Jóvenes: la diferencia como consigna", que contiene una serie de ensayos sobre la diversidad juvenil, compilados por Zarzuri y Rodrigo Ganter, y editado en agosto de 2005. El libro aborda temas como "La identidad y la alteridad de las barras bravas de fútbol"; "Construcción de masculinidades juveniles en liceos de sectores empobrecidos"; "Voces en los muros: el discurso de los graffiteros en Santiago", por señalar algunos.



La publicación incluye también un texto denominado "Luka: subversivo y rebelde de la transición chilena. Un ejercicio de historia oral y memoria", escrito por Pedro Rosas, ex preso político de la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) y militante de una de las fracciones del MIR, quien fue indultado a fines de 2004 por el Presidente Ricardo Lagos, por motivos de salud.



Además, de su trabajo en el Cesc, Zarzuri trabaja dictando clases en las carreras de Sociología e Historia de la Universidad Arcis y también en la Academia de Humanismo Cristiano, al igual como lo hacen los otros investigadores del centro de estudios, el cual realiza permanentes análisis de prensa y monitoreos sobre la situación en que se encuentra el movimiento secundario.



"Taller visionario"



-Ustedes tienen el primer contacto formal con los secundarios, a través de un taller contratado por la Seremi de Educación en 2005, ¿qué más nos puede contar al respecto?

-Sí, nosotros como Centro de Estudios Socioculturales fuimos invitados el año pasado a dictar un taller sobre movimiento estudiantil secundario porque nosotros estamos trabajando el tema "jóvenes" y nos ha interesado escarbar en su historia. Con esos antecedentes en cuenta, la Seremi de la Región Metropolitana nos invitó a dar una parte del taller de formación de lideres estudiantiles.



-¿Cuál era la línea de trabajo de ese taller?

-Por lo que nosotros entendimos, el taller estaba dentro de la línea de profundización de la educación cívica y la participación de los jóvenes…



-¿Recuerda cuál fue el temario impartido por ustedes?

-Claro, nosotros comenzamos haciendo una recreación de lo que habían sido las movilizaciones estudiantiles, partiendo por la creación de la FECH y para dar más claves se dieron antecedentes del movimiento de 1957, conocido como "la revolución de las chauchas". Ese año Carlos Ibáñez del Campo subió el pase escolar en enero, sorprendiendo a los estudiantes en marzo, y lo interesante del proceso fue la incorporación de otros sujetos sociales a la movilización, como los obreros. De ahí nos conectamos con el año 1985, que está muy bien recreado en el documental "Actores Secundarios" y terminamos con el "mochilazo" del año 2001, que son tres hitos importantes a mencionar.

Sociólogo Raúl Zarzuri, director del Cecs

<-¿Cómo fue la recepción de la materia que impartían?

-Bueno, algunos profesores que estaban presentes nos pidieron el material, lo mismo que algunos jóvenes. Esa fue la primera vez que tomamos contacto con la gente de colectivos estudiantiles y llegamos a conocer a Karina Delfino y a César Valenzuela, a quienes finalmente les hicimos entrevistas (en profundidad) para un estudio que estamos desarrollando.



-¿Considera que desde entonces ambos se perfilaban como líderes?

-No. Pero la conversación que tuvimos, posterior a esa actividad, nos pareció interesante y nos dio señales de que el diagnóstico de ellos sobre la realidad de la educación era bastante preciso, aparte de que venían construyendo ya un movimiento bastante fuerte el 2005.



¿Futura movilización?



-¿Qué han descubierto a partir del movimiento estudiantil este año?

-Luego de las movilizaciones y analizando un poco más en profundidad el tema, nos dábamos cuenta de la estructura organizativa que para nosotros era similar a la que veníamos pesquisando en otros grupos y que rescataban formas, que se comenzaron a dar en Chile con mayor fuerza a inicios de los 90′ en las universidades: los denominados colectivos.



En la actualidad, estamos rastreando de dónde emergen los colectivos, pero si uno quisiera situar esta estructura de los estudiantes secundarios, con el modelo del asambleismo permanente, es algo que comenzó fuertemente en los 90′ y se manifestó tímidamente en el "mochilazo", oportunidad en que la ministra de Educación Mariana Aylwin debió enfrentar esta nueva forma de organización.



Si uno revisa la prensa, se puede dar cuenta que la ministra y sus asesores se quejaban de que no podían resolver inmediatamente los temas, porque los estudiantes debían consultar a la asamblea, a lo que se sumaban los cambios de dirigentes negociadores, por decisión de la misma asamblea.



-¿Cómo van a seguir las movilizaciones a futuro?

-No los hemos discutido en profundidad, la semana pasada estuvimos con alguna gente y los chicos… Lo que ronda es que se viene una nueva movilización y que ella tendrá lugar éste o el próximo año, a más tardar en abril. El diagnóstico que hacen los chicos es que la Comisión (Asesora Presidencial en materia de educación) no tiene sentido y que no se va a lograr nada… De hecho, lo que se está viendo son los lazos con los estudiantes universitarios…

El Cesc hace un constante seguimiento del movimiento secundario en la prensa

-¿Viendo qué?

-Viendo cómo se conforma primero una mesa paralela a la oficial para avanzar un poco más rápido, con un nuevo petitorio. Obviamente nosotros pensamos que quizás eso se presente y sea acompañado de algún tipo de movilización.



Ausencia de entendimiento real



-Después de las movilizaciones de fines de abril, ¿el gobierno ha comprendido quiénes son los jóvenes, qué les sucede y sus preocupaciones reales?

-Creo que las autoridades y el mundo adulto no tienen una idea muy acabada de lo que son los jóvenes y qué pueden hacer, porque principalmente las miradas que tenemos sobre ellos son principalmente negativas; por lo tanto, los análisis a partir de esas construcciones de la juventud no son tan finos ni permiten tomar decisiones o hacer planificaciones, son análisis muy coyunturales.



-Incluso, el taller que dio la Seremi no iba en el sentido de comprender más a los jóvenes sino de «empoderarlos» para que ejercieran un liderazgo.

-Claro. Creo que eso es un problema acá en nuestro país (entender a los jóvenes). Ni siquiera el Injuv (Instituto Nacional de la Juventud) tiene plata para monitorear lo que pasa en este segmento. En su caso, podemos entender que es un organismo estatal, por lo tanto, tenía que alinearse con el gobierno (durante las movilizaciones), eso es entendible, pero en el caso de los partidos políticos, vemos también la ausencia de las juventudes políticas.



A qué voy, a que los espacios de la política (juvenil), hoy en día, no están mediados por aquellas instituciones que se suponían tradicionales en la mediación de conflictos, como los partidos. Antiguamente en una movilización como ésta, el presidente del PS llamaba a su juventud y les decía "cálmense chilquillos", pero ni el PC puede hacer eso. Todas estas nuevas transformaciones, no han sido analizadas por el gobierno.



Foco de tensión



-Los liderazgos al interior de la Asamblea ¿pueden complicar el futuro de ésta?

-Han surgido figuras potentes o que también han sido relevadas excesivamente por los medios de comunicación. Pero, sin duda, es un foco de tensión, que en todo caso, los chicos han sabido administrar y lo han administrado bastante bien, en el sentido de que hay una Asamblea que mantiene el control de esos liderazgos.



-Finalmente, ¿cómo ve el escenario para el próximo año?

-La otra vez conversábamos lo complejo que iba a ser para las universidades el ingreso de esta generación que tiene más conciencia. Evidentemente va con un plus que no ha tenido ninguna generación desde los años 70′, porque la del 85′, la de ‘Actores Secundarios’, es una generación desencantada, que entró a la universidad y después se fue para la casa, en cambio, esta generación va a seguir en la vida pública. Ahora, los que se quedan en el ámbito de la enseñanza media, deben administrar la tensión de la que te hablaba y velar por la transversalidad política de la Asamblea.





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