Actual responsable de la Contraloría General de la República manifestó su »dolor» por la demora del Gobierno en la definición del sucesor definitivo de Gustavo Sciolla, así como la posibilidad de que por primera vez desde el régimen militar se designe como titular a un personero ajeno al organismo. »Si se nombrara a una persona de un perfil político, la autonomía de la Contraloría se pierde», advirtió.
La contralora subrogante, Noemí Rojas, reconoció este viernes el malestar que existe al interior de la Contraloría General de la República ante la posible llegada de un abogado externo que se haga cargo del organismo en reemplazo de Gustavo Sciolla, quien abandonó el puesto en mayo pasado.
En un sinceramiento poco común para la responsable de un organismo de esa naturaleza, Rojas ratificó la inquietud manifestada en la víspera por los propios funcionarios, especialmente porque se trataría de la primera vez desde el régimen militar que se designaría a alguien ajeno a la repartición como contralor general.
«Estamos un poco dolidos. Lo voy a decir sinceramente y eso ha afectado un poco, internamente, el trabajo nuestro, porque ése es un gran barco. Hay muchas funciones, entonces no es fácil que una persona que venga de fuera llegue como contralor", admitió.
«Eso no ha sucedido más que en una ocasión», añadió, en clara referencia a la cuestionada designación en 1978 -y luego en 1987- de Sergio Fernández como contralor por parte del general Augusto Pinochet.
Si bien precisó que la designación del personero forma parte de las facultades de la Presidenta Michelle Bachelet -«y no me voy a entrometer en eso»-, reconoció que también existe inquietud por la demora en la designación de Sciolla, considerando que era de público conocimiento que su mandato al frente del organismo vencía en mayo pasado.
El cuestionamiento de Rojas a la eventual designación de un abogado externo como nuevo titular del organismo se suma al que ya habían manifestado los funcionarios del organismo, a través de una carta que fue difundida el jueves, y diferentes dirigentes de la oposición.
«Autonomía se pierde»
Rojas estimó que la posible llegada de un personero externo al organismo, con claro perfil política, pone en riesgo la autonomía del organismo. "Si se nombra a una persona de un perfil político, la autonomía de la Contraloría se pierde", alertó.
«Nosotros para fiscalizar, para controlar, los actos de la administración… y lógico, no hay mucho qué pensar, que si no se tiene la real independencia la persona que asuma este puesto de qué independencia y de qué autonomía nos hablan", recalcó.
«Entonces el llamado al gobierno sería ese, a respetar la autonomía de la institución y independencia de la institución. Y esto es una cosa personal, es una cosa una institucional", insistió Rojas.
Consultada si el posible nombramiento de una personero externo podría facilitar el proceso de modernización en el que se encuentra abocado el organismo, la contralora (S) dijo que «acepto de que hay que hacer cambios", pero recordó que estos incluso ya están en ejecución.
De hecho, Rojas encabezó este viernes un acto en el que se dieron a conocer los principales avances de este proyecto que, entre otras materias, supone la implementación de servicios en línea para que todos los usuarios puedan obtener información sobre sus trámites".
"Nosotros hemos mostrado lo que hemos estado haciendo en el tema de la modernización. Ahora yo estoy liderando un proceso de modernización, es decir, el trabajo nuestro es hacer precisamente cambios, y todo esto significa cambios y hemos estado dispuesto a hacerlos", puntualizó.
