Dirigentes gremialistas están conscientes de que la opinión pública aún los identifica con los intereses empresariales, cuestión que a juicio del timonel de la tienda, Hernán Larraín, obedece a un esquema obsoleto. Para romper esos mitos este año han generado una nutrida agenda con organizaciones de trabajadores, como la CUT, la ANEF y, ahora, la Confenats.
En el marco de su estrategia de acercarse al mundo de los trabajadores y sacarse de encima la imagen de partido de los empresarios, la UDI se reunió el lunes con dirigentes de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Salud (Confenats) para apoyar sus demandas.
A la cita, celebrada en el ex Congreso Nacional, llegaron el timonel gremialista, el senador Hernán Larraín, y la vicepresidenta de la colectividad, la también senadora e integrante de la comisión de Salud de la cámara alta, Evelyn Matthei.
A puertas cerradas analizaron la propuesta del gobierno para frenar el paro, que ya se prolonga por tres semanas, y concluyeron que era insuficiente. Es más, los dirigentes de la UDI estimaron que era mínima la diferencia entre las demandas y la oferta del Ejecutivo (unos US$ 2 millones, a lo sumo) por lo que encontraban inexplicable que las negociaciones no hayan llegado a puerto.
Larraín acusó al gobierno de ser un mal empleador e indicó que "aquí hay mala voluntad por tratarse de un gobierno que no está siendo sensible a las demandas de los trabajadores, pero también hay un sistema que hace que la única forma que tienen los trabajadores de lograr su objetivo es paralizando, es movilizándose".
Además, criticó que el gobierno haya rechazado la mediación de la Conferencia Episcopal y lo catalogó como "un portazo a la Iglesia (Católica)", lo cual significa que "no hay voluntad de seguir negociando". Se mostró sorprendido porque, a su juicio, es una instancia que puede ayudar a acercar posiciones. "No se trata de doblarle la mano al gobierno, sino que de facilitar el diálogo", añadió.
El antiguo esquema UDI-empresarios
El ex presidente del Senado reconoció que la idea es "asumir un rol fuerte en el mundo de los trabajadores" y romper mitos respecto a la relación de la UDI y los empresarios. Es por eso que la tienda de calle Suecia se ha reunido con numerosas asociaciones de trabajadores, entre ellas la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Asociación de Empleados Bancarios, Confederación Nacional de Empleados Municipales (Asemuch), la Confederación de Camioneros y la Federación de Trabajadores del Cobre.
"Nosotros queremos trasmitir nuestro compromiso con los trabajadores. A nosotros nos parece que el país avanza en torno a la empresa. Pero la empresa no son solamente los empresarios, son también los trabajadores, y nuestra voluntad es poder interpretar a los trabajadores en sus derechos y aspiraciones", aseveró.
Además, arremetió contra el gobierno por su ineficiencia en la solución de los problemas del aparato estatal, señalando que "las relaciones con los trabajadores es más crítica y conflictiva en el sector público, donde se dan el grueso de lo problemas laborales en el último tiempo".
En ese sentido, aseguró que la fórmula Concertación-trabajadores y UDI-empresarios está obsoleta. "Ese esquema a mí me parece que no corresponde a la realidad. Pero más que decirlo, hay que demostrarlo con hechos, y eso es lo que estamos haciendo".
«Nosotros demostramos que representamos a los pobladores igual o mejor que los partidos de izquierda. Vamos a demostrar que podemos sacar también una representación de los trabajadores y cuando los trabajadores nos conozcan, nos vean en acción y nos tengan más confianza, verán que realmente hay un interés genuino por su situación", enfatizó.
Larraín aseguró que "no somos representantes de un sector de la sociedad. Eso tiene que ver con la concepción de izquierda, centro y derecha de hace 30 o 40 años, en que la derecha eran los medios acomodados, el centro estaba representado por la clase media y los sectores populares estaban en la izquierda. Nosotros queremos ser verticales: representar a todos los sectores".
Por último, adelantó que en las próximas semanas darán a conocer una batería de medidas que apuntan a resolver los problemas de las relaciones laborales del sector público.
Matthei: "no vamos a aceptar más prácticas antisindicales"
En tanto, Evelyn Matthei, quien es miembro de la comisión de salud de la Cámara Alta, le pedirá al presidente de esa instancia, Guido Girardi, que cite con urgencia una sesión para saber si efectivamente son US$ 2 millones la diferencia entre lo que piden los trabajadores y lo que está dispuesto a ceder el gobierno. También quiere averiguar porque hay una diferencia entre las cifras que da el gobierno de cuánto ganan los trabajadores y lo que aparece efectivamente en las planillas de remuneraciones. "Aquí aparentemente hay información falsa sobre la mesa", señaló.
"Esto demuestra cómo actúa la Concertación cuando tiene la mayoría en ambas cámaras. Sencillamente arrasa con los derechos de los trabajadores, arrasa con los derechos sindicales, arrasa con la oposición y arrasa con todo el mundo. Esta no es la forma de tener paz social en el país", aseveró.
Además, la parlamentaria criticó las prácticas en las que incurre el gobierno para resolver conflictos con los trabajadores. Indicó que comúnmente llega a acuerdo con numerosos sindicatos pequeños, que representan a un porcentaje muy bajo de los trabajadores, para después hacer extensivo ese acuerdo al resto de los gremios. "Esta forma de negociación, que claramente es una práctica antisindical no la vamos a aceptar más".
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