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Por primera vez en 42 años FACh hace traspaso de mando sin turbulencias

Son varios los impasses que han ocurrido en estos años en la entidad aérea, que incluyen discrepancias entre los comandantes en jefes y el mandatario de turno, el caso pertrechos y denuncias por violaciones a los derechos humanos. Hoy la situación cambió y en completa normalidad el general Osvaldo Sarabia le entregará el mando de la institución al general Ricardo Ortega Perrier.


Después de un largo lapso de cuatro décadas, el cambio de mando en la Fuerza Aérea de Chile tendrá lugar sin que la gestión del jefe saliente esté rodeada de críticas u otro tipo de complicaciones. Desde 1964, cuando asumió el entonces general Máximo Errázurriz Ward, que no se daba el clima de normalidad y tranquilidad que rodeará este viernes la ceremonia de traspaso de mando en la Escuela de Aviación.



Quizás no sea casualidad que el saliente comandante en jefe de la Fach, general Osvaldo Sarabia, haya ingresado a la entidad aérea precisamente cuando Errázurriz era el jefe máximo de la institución, en 1967. Sarabia entregará el mando ahora a quien fue su mano derecha, como Jefe del Estado Mayor de la entidad, el general Ricardo Ortega Perrier.



Mirando hacia atrás en la historia, tenemos que el general Errázurriz fue sucedido en el mando de la FACh por el general Carlos Guerraty en 1969. Sin embargo, este último estuvo sólo por un año como jefe de la institución, ya que fue uno de los oficiales que estuvo implicado en un complot para evitar que el electo Presidente Salvador Allende asumiera la Primera Magistratura de la Nación. En consecuencia, inmediatamente, tras asumir el mando en 1970, el Primer Mandatario le pidió la renuncia a su cargo, nombrando en su lugar al general César Ruiz Danyau.



Ruiz Danyau también se mostraría posteriormente contrario a algunos aspectos de la política de Allende, y por este motivo el entonces mandatario le solicitó la renuncia, pese a que un número importante de oficiales apoyaban a ese jefe dentro la institución aérea. En su lugar, Allende designó en 1973 al general Gustavo Leigh, quien posteriormente sería uno de los oficiales generales que encabezaría el golpe de Estado que culminó con el derrocamiento del gobierno de la Unidad Popular.



Leigh estuvo en la Junta Militar de Gobierno hasta el 24 de julio de 1978, cuando, tras unas declaraciones críticas hechas al diario italiano Corriere della Sera, en que señaló que no sólo eran importantes las metas sino que también los plazos y que era partidario de la alternancia en el poder, enfrentó al jefe de la Junta. Sus declaraciones ofuscaron al general Augusto Pinochet, quien, tras lograr alinear detrás de su persona a los jefes de la Armada y Carabineros, le pidió su inmediata renuncia. Con Leigh abandonaron la institución más de una decena de altos oficiales, quedando el general Fernando Matthei al mando de la FACh.



Si bien Matthei entregó el mando en forma tranquila, una vez recuperada la democracia en 1991, durante el tiempo que estuvo en la Junta Militar existieron ciertas discrepancias con el general Pinochet con el general Pinochet que se agravaron en la etapa final del régimen de facto, ya que el jefe de la Aviación estaba de acuerdo con la realización de elecciones democráticas y era partidario de entregar el poder si las urnas le eran adversas al gobierno. De hecho, Matthei fue la primera autoridad que oficialmente reconoció el triunfo del NO en el plebiscito de 1988 en la madrugada del 6 de octubre, en declaraciones hechas cuando ingresaba a La Moneda.



Matthei fue sucedido por el general Ramón Vega, quien en su mandato concretó la conflictiva compra de 25 Mirages a Bélgica, cuyo aporte operacional a la Defensa es cuestionado. Paralelamente, aún no se puede comprobar ni descartar que hayan existido pagos de coimas en esa transacción.



Vega fue reemplazado en 1995 por el general Fernando Rojas Vender, quien tuvo en líneas generales un buen mando hasta 1998, cuando estalló un escándalo debido la importación ilegal de muebles de ratán y otros implementos, bajo el rótulo de «pertrechos de guerra», por parte de varios oficiales de la FACh.



Mando controvertido



Posteriormente vino el controvertido mando del general Patricio Ríos, quien fue obligado a renunciar nueve meses antes de cumplir su periodo constitucional como jefe de la FACh. Su salida fue forzada tras establecerse que había conocido y aprobado el proceder de uno de sus hombres de confianza, el general Patricio Campos, quien fue procesado por obstrucción a la justicia al ocultar información relacionada con atropellos a los derechos humanos en la Mesa de Diálogo, en casos en los que aparecía vinculada su esposa, ex integrante de organismos represivos.

Fue entonces que asumió el general Osvaldo Sarabia, en el año 2002. Sarabia hizo un mando bastante tranquilo y, según fuentes de la FACh, ello se debió al "trabajo amigable y empático" que hizo con los generales en su mando. También se destaca su gestión muy enfocada en lo profesional, aspecto que también es reconocido en esferas de gobierno.



A ello se suma, según otras fuentes, que así como el general Sarabia fue de bajo perfil, la misma actuación tuvo su esposa Patricia, quien "nunca interfirió en el trabajo de ningún oficial".



Más de algún oficial destaca el clima de tranquilidad que existe en la FACh y eso se debe, según otras fuentes, a "las buenas vibras y el apoyo de las distintas organizaciones de la entidad aérea".



Los exonerados



Fue Sarabia quien reintegró a la FACh – a la "Familia Aérea", como dicen sus miembros- a los oficiales que fueron apartados de la institución, tras el golpe militar de 1973. Sarabia también rindió homenaje al general Alberto Bachelet y al coronel Carlos Ominami, quienes padecieron torturas y otras afrentas. De hecho, el viernes pasado, los ex uniformados que se reintegraron a la institución, como los comandantes Ernesto Galaz y Alamiro Castillo, entre otros, compartieron un desayuno con el jefe de la Fuerza Aérea, ocasión en que le reiteraron su agradecimiento por su gestión en favor del reencuentro de ex compañeros de armas.



Serán estos mismos ex oficiales los que, por primera vez desde 1973, asistirán nuevamente a un cambio de mando. Allí estará también el actual subsecretario de Aviación, Raúl Vergara, quien fue asimismo oficial de la FACh y que tras el golpe militar sufrió privación de libertad, torturas y enjuiciamientos, por su apoyo al gobierno del Presidente Allende.



La ceremonia, que se iniciará a las 11 horas, será por primera vez encabezada por dos mujeres: la Presidenta Michelle Bachelet y la ministra de Defensa Vivianne Blanlot. Ellas presidirán una ceremonia que incluirá nuevamente el paso por los cielos capitalinos de los ultramodernos cazabombarderos F-16 de origen estadounidense, símbolos de la exitosa gestión del general Sarabia, además de los tradicionales aviones Pillán, los Halcones -la escuadrilla de acrobacia de la FACh-, los A-37 y helicópteros.



Sarabia hará en esa ocasión su último discurso como jefe de la Fach, poniendo término a una gestión donde las palabras fueron bastante escasas, a tal punto que sólo dio una entrevista en los cuatro años. Pero ahora será el general Ricardo Ortega quien se encargue de hablar por la Fuerza Aérea, cargando sobre sus hombros la responsabilidad de conducir a la FACh en su permanente vuelo hacia nuevos horizontes de progreso y desarrollo.



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Contacto:mlopez@elmostrador.cl



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