‘En Concertación se desató la carrera presidencial y eso complica las cosas’

Cauto pero crítico, a la vez, se muestra el senador de la Democracia Cristiana (DC), Mariano Ruiz-Esquide, respecto al conflicto que hay en la Concertación por la propuesta del Poder Ejecutivo de nombrar a Pablo Ruiz-Tagle como nuevo contralor. Esto, porque él es uno de los tres parlamentarios concertacionistas (los otros son Adolfo Zaldívar y Nelson Ávila) que no quiere apoyar al académico de la Univerisidad de Chile.



El senador, en ese sentido, explica que la situación del contralor es un ejemplo más de que las cosas en el oficialismo no están bien y que lamentablemente «hoy en Chile se desató la carrera presidencial y eso cruza todas las relaciones internas».



En ese orden, asegura que si no está apoyando a Ruiz-Tagle no es por un capricho político, por golpear la mesa o porque quiera poner las cosas más dificiles, sino porque es una luz de alerta para que el gobierno entienda que los parlamentarios de la Concertación «no son meros buzones» a la hora de analizar y votar un proyecto de ley.



-En la reunión de las bancadas de senadores y diputados del martes pasado, trascendió que el presidente del Senado, Eduardo Frei, hizo un llamado de atención a usted y al senador y líder colorín Adolfo Zaldívar, quien tampoco apoya a Ruiz-Tagle.
-En el tema de fondo, usted sabe muy bien, hice una declaración pública y en ese sentido mantengo esa posición: Yo no voy a votar por el señor Ruiz-Tagle y las razones las entregué al comité ese martes. Respecto a una versión de prensa que habría existido un llamado de atención de Frei, lo revisé, lo vi y me parece pésimo, ya que no me voy a referir al fondo, a las actitudes y a las eventuales molestias de ningún senador, porque eso es parte del secreto de nuestras relaciones.



Lo que sí quiero decir es que en la oportunidad no emití comentario alguno, ya que tenía certeza, como tantas otras veces, de que lo que se habla en el seno de las reuniones de partido aparece en la prensa y por lo tanto mantuve absoluto silencio. Ello no significa aceptar o quedarme tranquilo frente a una eventual actitud de reto porque entre nosotros no hay ese tipo de comportamientos.



Carrera presidencial lanzada



-En todo caso, la actitud de usted, de Zaldívar y Nelson Ávila (senador radical) demuestra a las claras que en la Concertación existe desorden y que aún no hay una línea de acción en conjunto de los senadores con el gobierno.
-No tenemos una buena relación entre el gobierno y lo parlamentarios en términos de acuerdo y toma de conciencia en común, a pesar de que muchas cosas no se nos comunican. Pareciera como que no hablamos el mismo idioma cuando conversamos. Creo que tampoco estamos bien al interior de la Concertación y, bueno, en la Democracia Cristiana también tenemos una deficiencia clara. Y yo creo que de estas tres cosas el denominador común es que hoy en Chile se desató la carrera presidencial y eso cruza todas las relaciones y las complica.



Este es un tema que desgraciadamente se puso en el debate y quizás la mayoría de las gestiones que algunos senadores, ministros o dirigentes hacen es por ese fin y no por el futuro de la Concertación, el éxito del gobierno, la amistad cívica entre los partidos del bloque o por el bien del país.



-¿Le molesta que algunos senadores de su partido actúen como candidatos presidenciales?
-A ver, yo creo que ellos cumplen con su función. Lo que pasa es que hay una tentación sublime por todas las reglas humanas, que no son propias de los partidos y de algunos personeros de gobierno, en orden a que esta tarea que cumplimos está invadida por esa maravillosa nube del poder de la que nos hablaba Platón.



-Cuando dice que en la DC tenemos una deficiencia clara, ¿a qué se refiere?
-Creo que nosotros los senadores de la DC, a pesar de ser tan pocos, ahora nos hemos alejado más en nuestras relaciones. Además, hay que sumarle los problemas del subpacto PS, PPD y PRSD, lo que tensiona mucho más a la Concertación. En ese orden, hablando en política en general, no podemos dejar atrás la actitud de la derecha también en el sistema.



-Pero respecto al tema del contralor, han quedado muy en evidencia los conflictos y la falta de una solidaridad mínima en la Concertación.
-Antes de eso me gustaría señalar que en esta materia también se produce en la derecha algo que es malo para el país y que va a terminar rebotándole a ellos: La oposición no tiene mayoría en el Senado, pero si es mayoría para ciertos proyectos de ley en los cuales su decisión es clave. Ahora, para que esa oposición -que es absolutamente legitima y parte del acuerdo político- pueda negociar y llegar a acuerdo se deben cumplir cuatro condiciones que no se han dado, como por ejemplo que el acuerdo político no puede bajo ninguna manera transformarse en la tiranía de la minoría, lo que lamentablemente ahora RN y la UDI lo está haciendo.



En definitiva: el juego de las mayorías y de las minorías tiene que ser sensato porque de lo contrario se transforma en esa dictadura de la minoría que al final termina quebrando el ejercicio político.



«No tengo una postura vanidosa»



-¿Qué le parece la decisión del gobierno de seguir con el nombre de Ruiz-Tagle hasta el final?
-Yo entiendo que el gobierno está haciendo esfuerzos por conseguir alguna votación de la derecha para no sufrir el descalabro con Ruiz-Tagle, ya que por ser una gran persona no merece este atropello.



Ahora frente a la contralora subrogante, Noemí Rojas, quiero dejar en claro que no la conozco y no sé su pensamiento político, pero quiero comentar algunas cosas que me llamaron la atención y que enturbían el ambiente político: Por ejemplo, yo no sé si la derecha quiere realmente que ella sea la contralora porque lo que hicieron los senadores al ir a visitarla fue el abrazo del oso. Entonces, esto se puede explicar de dos manera: que los partidos de la oposición no se dieron cuenta de lo que hicieron o lo querían hacer, y en eso a la derecha la encuentro de una habilosidad política, y, segundo, tampoco entiendo porque Rojas no mantuvo riguroso silencio.



-En ese sentido, ¿cómo interpreta el apoyo del presidente del PPD, Sergio Bitar?
-Eso sólo hace aumentar la confusión y la sensación de que estamos con el viento sureao (como se dice en el sur de Chile), es decir, que da vueltas para todos lados y que nadie sabe para dónde va.



-¿Con su postura golpeó la mesa, qué significa eso, que de ahora en adelante el gobierno si necesita su voto deberá hablar directamente con usted?
-No necesariamente. Ese no es mi planteamiento porque sería una postura vanidosa. Yo formo parte de un comité, de un gobierno y de una Concertación.



Le he dado durante 16 años ejemplo de disciplina al oficialismo y por lo tanto ni siquiera puede decirse que he golpeado la mesa, porque no es la forma de hacer política. Los senadores, entonces, no somos simples yesman, y no me gusta cuando las autoridades creen que tienen los votos de los senadores en el bolsillo. Y esto lo he dicho siempre, desde que asumí como diputado en 1965. El respeto al Parlamento es parte de la esencia de la democracia y eso no sólo se hace teóricamente sino que en la práctica diaria.



La esencia de la democracia es que el diálogo es el intercambio de opiniones de dos y no es un monólogo con interrupciones de dos como algunas personas creen, como algunas entidades piensan o algunos dirigentes creen. Ni simples monólogos con interrupciones ni golpes en la mesa ni echar encima instituciones internacionales, ni de Estados Unidos ni de ninguna parte… Yo no estoy en ésa.



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