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Cierran sumario en caso de emblemático crimen de hermanos Vergara Toledo

Gabriel Angulo Cáceres
Por : Gabriel Angulo Cáceres Periodista El Mostrador
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Ministro en visita Carlos Gajardo tomó esta decisión poco más de tres meses después de dictar el encausamiento de los ex funcionarios de Carabineros involucrados en este hecho, que se recuerda todos los años con la conmemoración del »Día del Joven Combatiente». Defensa de ex uniformados confía en que el magistrado considere un testimonio que pondría en duda informes balísticos que los incriminaron.


Con cuatro ex miembros de Carabineros procesados, el ministro en visita Carlos Gajardo decretó el cierre del sumario en la investigación por el homicidio de los hermanos Rafael y Eduardo Vergara Toledo, militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), que fueron abatidos el 29 de marzo de 1985, en el sector de Villa Francia, comuna de Estación Central.

El magistrado tomó la decisión el pasado lunes, después de haber identificado a los responsables de estos crímenes: el teniente en retiro Alex Ambler Hinojosa, y los suboficiales (r) Marcelo Muñoz Cifuentes, Francisco Toledo Puente y Jorge Marín Jiménez, quienes se encuentran en libertad provisional.

Antes de quedar ejecutoriado el término de la investigación, las partes tienen plazo hasta el próximo martes 28 para solicitar nuevas diligencias. Sin embargo, hasta ahora ninguna de ellas se ha manifestado.

Posteriormente, el juez deberá pasar a la etapa de plenario, donde formulará las acusaciones que correspondan y luego dictará las condenas para los responsables de los crímenes.

El cierre del sumario se produce tres meses después que Gajardo sometiera a proceso -el 31 de julio pasado- a los ex uniformados involucrados en estos sucesos, tras establecer que el asesinato se inscribió como «una acción concertada y dirigida contra los hermanos Vergara Toledo, que terminó con su muerte».

Asimismo acreditó que fue la acción de uno de los carabineros la que ocasionó la muerte de uno de los hermanos, quien fue baleado a quemarropa, con un disparo en la nuca, luego de ser capturado tras una persecución. En el expediente judicial se consigna que el uniformado en cuestión «haciendo uso de su arma, apoyándola en la región cervical posterior, le disparó provocándole una lesión en dicha zona a Rafael Vergara, necesaria e instantáneamente mortal… y luego trasladaron el cuerpo al mismo lugar donde había caído junto a su hermano (sic)».

Los hermanos habían intentado escapar antes al ser detectados por la patrulla policial y durante la fuga Eduardo Vergara fue baleado por la espalda, quedando su cuerpo abatido en la calle. Una vez que Rafael es reducido, uno de los procesados le dispara a sangre fría y luego todo el incidente se trata de hacer aparecer como si hubiera sido un «enfrentamiento».

Testimonio cuestiona pericias

Antes de cerrar la investigación, el ministro Gajardo recibió el testimonio de una doctora, especializada en medicina forense, quien analizó y puso en duda los informes de balística elaborados por la Policía de Investigaciones.

La profesional sostuvo que el disparo que presentaba una de las víctimas (Rafael) no habría sido una «bala de tope», es decir, no fue percutada directamente sobre el cuerpo de la víctima.

El hecho de que el magistrado haya recibido este antecedente y resuelto pocos días después el cierre de la investigación, fue bien recibido por la defensa de los imputados, a cargo de Mauricio Unda, por cuanto podría influir -según estima Unda- en los cargos que el juez dicte finalmente contra los responsables.

Historia del caso

Eduardo y Rafael Vergara Toledo resultaron muertos cuando tenían 20 y 18 años de edad, respectivamente. Producto de estos crímenes, todos los años se celebra el «Día del Joven Combatiente», que siempre adquiere especial virulencia en Villa Francia.

En esa misma jornada de 1985, también se produjeron los homicidios de los profesionales comunistas José Manuel Parada, Manuel Guerrero y Santiago Nattino, quienes aparecieron degollados en un camino rural de la capital, y la estudiante Paulina Aguirre Tobar, también militante del MIR como los Vergara.

El caso de los hermanos Vergara Toledo había sido sobreseído por la Fiscalía Militar en 1994 en formal temporal, debido a que los antecedentes recopilados no permitieron, a juicio de la justicia castrense, establecer que se tratara de un crimen, sino que quedó catalogado como un acto cometido durante un enfrentamiento.

Sin embargo, el año 2000 la Corte Suprema acogió un recurso de la familia de los hermanos asesinados, en el entendido de que ninguno de los policías que figuraba como responsables del operativo había declarado como inculpado en el proceso.

En 2005, la defensa de los carabineros acusados de estos asesinatos presentó un recurso ante el ministro que entonces instruía el caso, Sergio Muñoz, para que cerrara la investigación debido a que en este proceso se configuraba la llamada «cosa juzgada».

Sin embargo, el magistrado negó la solicitud debido a que los policías nunca habían declarado en la investigación y porque, además, tampoco se dictaron procesamientos mientras el caso estuvo en manos de la Fiscalía Militar.

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