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Los complejos escenarios que podría enfrentar el Consejo General del PPD

Votos de censura a la mesa directiva de Sergio Bitar y lograr la expulsión del senador Fernando Flores de las filas del partido es lo que barajan hasta el momento las diversas sensibilidades enfrentadas -el florismo y el girardismo- para esta cita clave que se desarrollará el 24 y 25 de noviembre próximo. Además, los lotes, por separado, han elaborado un conjunto de medidas para apuntalar la institucionalidad partidaria.


Quizás este sea uno de los Consejos Generales más complicados que le haya tocado vivir en toda su historia al Partido Por la Democracia (PPD) debido a que las fuerzas internas están muy divididas y con ansias de hacer un ajuste de cuentas a raíz de los coletazos que ha generado el escándalo financiero y de corrupción de Chiledeportes en el seno del progresismo.



Es por eso que en la última semana, las diversas corrientes (como el florismo, el girardismo, el bitarismo y el vidalismo y el laguismo histórico) se han reunido para elaborar un conjunto de propuestas y, al mismo tiempo, armar las «máquinas» para eventuales vendettas que podrían significar el quiebre definitivo del PPD, el cual nació en la década de los ’80 como «partido instrumental» y luego, con el correr del tiempo, se transformó en la plataforma política para la candidatura presidencial del ex mandatario Ricardo Lagos.



En ese sentido, los consejos regionales que se realizaron este fin de semana fueron la antesala de lo que ocurrirá en el cónclave del Edificio Diego Portales este 24 y 25 de noviembre, donde incluso la presencia de la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, aún no está plenamente confirmada, ya que ella también se involucró -de manera innecesaria, a juicio de muchas analistas- en esta crisis interna.



Fuentes ligadas al girardismo manifestaron que el líder de esa tendencia, el senador Guido Girardi, ha hecho intensas gestiones para lograr una contundente fuerza de delegados que deje en claro en el Consejo que ésta sigue gobernando el PPD y que la actitud de su homólogo, Fernando Flores, ha sido impresentable, pues no solamente descalificó a la cúpula sino también a las bases, al manifestar que el PPD se ha transformado en un partido de «pandillas».



Es así como las mismas fuentes no descartan que los aliados de Girardi presenten un voto de censura contra Flores y que ello gatille "su expulsión definitiva del partido", pues sólo suspendió su militancia a través de una carta dirigida a Sergio Bitar.



Esta jugada del parlamentario por Santiago Poniente, si bien es considerada por su círculo más cercano como necesaria, también genera reservas pues se tiene conciencia de que es bastante arriesgada. En efecto, ello podría significar que un número importante de militantes se vaya de la colectividad con él y que su eterno rival le aplique las penas del infierno como represalia, pues no hay que olvidar que éste contrató a un grupo de los mejores abogados que hay en el medio local para investigar las cuentas electorales de Girardi.



Mientras que en el caso del bitarismo, el vidalismo y el laguismo, irían con una postura mucho más de buscar consensos, considerando también que el grupo de jóvenes de la generación de los ’90, que ha sido duramente cuestionado por el resto de las tendencias internas en el escándalo financiero recientemente detonado, fueron formados por Lagos, Bitar y el ex ministro del Interior, Francisco Vidal.



Los casos de Orlando Morales (ex director metropolitano de Chiledeportes), Andrés Farías (ex jefe de gabinete de Morales y quien envío el polémico mail que detallaba la asignación directa de proyectos a 10 diputados del PPD) y Harold Correa (renunciado jefe de gabinete del ministro Ricardo Lagos Weber) han generado una fuerte preocupación y malestar en las corrientes recién mencionadas y las mismas están concientes de que ellos podrían sufrir una dura condena en el Consejo, el cual incluso podría pedir sus expulsiones.



Otro que está en el banquillo de los acusados y que incluso no iría al encuentro partidario por temor a ser objeto de repudio masivo es Rodrigo Peñailillo, jefe de gabinete de la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, que lidera a todo este grupo de jóvenes, la llamada «generación del 90», que está en tela de juicio.



La estrategia de Flores y la jugada de Tohá, Jofré y Eyzaguirre



En el florismo sus principales actores han elaborado un conjunto de propuestas para la cita. Fuentes de dicha tendencia están evaluando cómo quedaron después de los consejos regionales que se están llevando a cabo este fin de semana y por lo mismo, incluso con anticipación, ya tenían estudiado los posibles escenarios que se puedan dar en el gran encuentro final.



De estas citas previas también dependerá si Flores asiste o no al Consejo, aunque sus más cercanos expresaron que no concurriría, ya que él suspendió su militancia. Si en los encuentros regionales logra un fuerte apoyo, como es lo que esperaban que suceda en las regiones Sexta y Segunda, no se descarta que los floristas (encabezados por los diputados Esteban Valenzuela y Jorge Insunza) presenten un voto de censura contra la mesa de Bitar y ello obligue a que se determine que para dar gobernabilidad y estabilidad al partido se integren a la misma dos discípulos de la tendencia del senador por la Primera Región.



Otro escenario que este grupo evalúa es que si la fuerza del girardismo y de Bitar no es tan fuerte se pida disolver la mesa y formar una de consenso, la que podría estar integrada por representantes de todos los sectores.



En ese sentido se menciona con fuerza a la diputada Carolina Tohá (actual miembro de la directiva, que sin embargo ha hecho fuertes cuestionamientos a Girardi por su supuesto involucramiento con la empresa fantasma Publicam); como primer vicepresidente al ex ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre (ligado al sector de Lagos y Vidal y que también ha tenido una postura crítica hacia la conducción partidaria); y al dirigente René Jofré como secretario general (Jofré, como se sabe, fue operador político de Vidal y en las últimas elecciones no pudo llegar a un acuerdo con Girardi, por lo que al final fue en la lista de Flores).



La Moneda, por su parte, si bien en un principio no quiso inmiscuirse en la crisis interna del PPD, al final no pudo tomar palco y terminó involucrada en todo este asunto. La reunión que tuvo Flores con la Presidenta de la República en su casa, y que se encargó de hacer pública el senador, significó que finalmente Bitar le doblara la mano a la mandataria, al forzarla virtualmente a un acto de desagravio que consistió en recibirlo por cerca de dos horas en la casa de gobierno y que luego dieran una conferencia de prensa conjunta.



En esta oportunidad Bachelet se habría comprometido a mandar a un emisario al cónclave y no se descarta que éste sea el ministro Lagos Weber, quien ha estado en contacto en las últimas semanas con altos personeros del partido para sondear el grado de profundidad que ha alcanzado la crisis.



Acercamientos entre floristas y la directiva para aquietar las aguas



En los últimos días se han producido, asimismo, algunos acercamientos entre los floristas y el oficialismo del PPD. Es así como el miércoles pasado Sergio Bitar se reunió con el ex diputado Jorge Schaulsohn, quien se presentó como candidato a secretario general por la lista de Flores y que pese a la decisión de éste de suspender su militancia, no siguió sus pasos e incluso se desmarcó de alguna de sus críticas a la mesa.



Fuentes de la colectividad dijeron que en la oportunidad ambos se reunieron para afinar un plan de reforma a los estatutos y las instancias disciplinarias, que podrían derivar en la creación, por ejemplo, de un comité de ética. Si bien no llegaron a ningún acuerdo, esto significa también que las cúpulas tendenciales tienen temor a que haya un descalabro y por lo mismo quieren tratar de hacer algo para evitar un hecho mayor.



En el caso del florismo, se tiene varias propuestas, como por ejemplo disolver el Tribunal Supremo, pues el mismo Flores asegura que éste está dominado por las tendencias y que no entrega plena garantía. Además, demanda la renovación de sus miembros para elegirlos por un quórum de 2/3 o 3/4 del Consejo General; sin embargo esta propuesta no es apoyada por el presidente del partido, quien en los últimos días entregó privadamente su respaldo al presidente del TS, Estanislado Dufey.



Otra de las medidas planteadas por Flores sería revisar el sistema para la elección de autoridades centrales, el que tampoco tendría el apoyo de la mesa, pues la idea de este grupo sería modificarlo completamente.



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