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Presidenta destaca normalidad tras muerte y durante funeral de Pinochet

Mandataria se congratuló por la efectividad de las medidas adoptadas por su administración para mantener el orden y la seguridad. «El gesto que ha tenido la hija del general Bachelet es entender que es Presidenta de todos los chilenos y, por lo tanto, ha tomado decisiones», aseguró. Coincidió con el Ejército al calificar como «gravísima» la intervención de nieto capitán.


La Presidenta Michelle Bachelet destacó este miércoles la normalidad que reinó en el país tras la muerte y durante los funerales del general (R) Augusto Pinochet y el éxito de las medidas adoptadas por su administración.



«Estoy convencida de que hay momentos para actuar y para hablar», manifestó al iniciar un encuentro con la prensa durante el cual cuidó en no mencionar nuevamente el apellido del recién fallecido ex comandante en jefe del Ejército.



Resaltó que «el país se mantuvo sin mayores alteraciones en el orden público y en plena normalidad. Hubo espacio para la expresión del dolor de algunos y los sentimientos de otros. Las exequias se desarrollaron con la tranquilidad debida, respetando a los dolientes».



La mandataria señaló esta mañana en el Palacio de La Moneda que la estrategia del Gobierno para enfrentar el hecho fue algo «pensado con bastante tiempo de anticipación, fue planificado y decidido con precisión. Hemos tenido éxito en lo que no nos propusimos».



«Con el esfuerzo de todos, Chile ha consolidado una democracia fuerte, sólida y estable. Hemos logrado reencontrarnos. Ha sido nuestro más preciado bien y debemos defenderla. Hemos visto expresiones de división que por momentos nos recordaron los tristes episodios que Chile superó. La muerte del general amenzaba con dividir los chilenos nuevamente, dadas las fuertes emociones y sentimientos que provocaría en los ciudadanos».



«Por eso la Presidenta de la República determinó que era el momento de actuar, para garantizar la paz social y el orden público, evitar los enfrentamientos (…) Correspondía actuar con prudencia, firmeza y convicción histórica. Y los resultados nos han dado la razón», explicó.



En la misma línea del Ejército, la jefa del Ejecutivo señaló que la sorpresiva intervención en los funerales del capitán Augusto Pinochet Molina, nieto del occiso, «saltándose la línea de mando y sin autorización para hablar, irrumpió expresando opiniones políticas en contra de un poder del Estado y de sectores de la sociedad civil, lo que constituye una falta gravísima».



También dijo creer que la institución sabrá «hacer lo que corresponda» administrativamente con el oficial, pues posee los reglamentos para adoptar las sanciones pertinentes.



El gesto de la hija del general Bachelet



A la gobernante se le recordó la actitud de un nieto -Francisco Cuadrado- del asesinado ex jefe castrense Carlos Prats, que escupió el féretro de Pinochet, y se le preguntó «cuál sería el gesto que va a tener la hija del general (Alberto) Bachelet».



«El gesto que ha tenido la hija del general Bachelet es entender que es Presidenta de todos los chilenos y, por lo tanto, ha tomado decisiones, ha actuado y garantizado lo que me parece que un Presidente de la República tiene que hacer ante una situación que podía tener altísima conflictividad por las pasiones y sentimientos que produce (…) La gran mayoría de los chilenos desea vivir en un país con seguridad y orden», respondió.



Declinó posteriormente, referirse a las actitudes de la familia Pinochet -como la de cubrir el féretro con una banda presidencial- y anunció que la próxima semana se referirá en profundidad a la negativa para despedir con honores de Estado al oficial del Ejército.



Sobre lo que representó el fallecimiento, dijo que «simboliza la partida de un referente de un clima en el país de divisiones, odio y violencia. No creo que sea una nueva etapa», que se inició en 1990 con la recuperación de la democracia.



«Es claro, sin duda, que con la historia que Chile tiene los dolores y sentimientos persisten por mucho tiempo. Sin embargo, estoy convencida de que la gran mayoría de los chilenos quiere poder seguir construyendo un presente y un futuro con una mejor forma de vivir (…) El Gobierno no ha parado sus actividades porque entiende que su responsabilidad es garantizarle a los chilenos las mayores oportunidades».



Por lo mismo, citó la entrega el lunes pasado del informe de la Comisión Asesora Presidencial para la Calidad de la Educación y el anuncio del viernes sobre la reforma al sistema previsional.



Bachelet se excusó de comentar los duros dichos del ministro del Interior, Belisario Velasco, contra el ex dictador: «Habló con su corazón, pero actuó con la razón. Y tomó todas las medidas de acuerdo a las instrucciones que di para que el país siguiera funcionando con normalidad».



Finalmente, lamentó «profundamente el maltrato» físico y verbal a la prensa nacional extranjera, preferentemente de parte de adherentes a Pinochet. «Esto no demuestra ni expresa el sentimiento ni la manera en que el pueblo chileno funciona. Pido excusas», finalizó.

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