«No descarto ser candidato a senador por Aisén en las próximas elecciones»

«Un diputado obrero». Así se califica el pepedé díscolo René Alianco, quien en las últimas elecciones parlamentarias del 2005 obtuvo más de un 30 por ciento de los votos del distrito de Aisén, cuyo número de habitantes es similar al de una circunscripción senatorial.



Este oriundo de la zona austral del país, que fue trabajador de la construcción, asegura que él en realidad no es díscolo y que si es motejado como tal no es porque él haya querido conseguir protagonismo o hacerse «famoso», sino porque hay cosas que son indispensables decirlas en política, ya que de lo contrario «la sociedad no crece y seguimos estancado».



En ese sentido, afirma que pese a su condición de rebelde e integrante de la denominada «neoizquierda» (aunque él rechaza esa etiqueta) -junto a otros legisladores como los socialistas Enríquez-Ominami, De Urresti, Clemira Pacheco y el pepedé Tucapel Jiménez- siempre apoyará el proyecto país de la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, porque «creo que la Concertación todavía tiene una deuda social pendiente y en especial con los más pobres».



Alinco señala que está contento con su labor como diputado y el hecho de ser un representante del universo obrero en el mundo político, y por lo mismo no descarta ser candidato a senador por su zona en las elecciones de diciembre del 2009, pues «es una posibilidad concreta, aunque ello no me quita el sueño», dice.



Decisión que en los próximos años deberá definir, aunque sabe que con este reconocimiento generará una cierta tensión en el PPD, ya que varios personeros anhelan ser candidatos por esa zona, entre ellos el abogado Jorge Schaulsohn. Al respecto, según Alinco, con sus polémicas declaraciones de la semana pasada, «es dificil que los habitantes de la Patagonia puedan apoyarlo».



-¿Le ha pesado mucho ser uno de los diputados »díscolos» de la Concertación?
-Yo más que díscolo me denomino como un hombre de izquierda y allendista, es decir, recojo el legado de Salvador Allende y si para el mundo parlamentario eso significa ser irreverente, allá ellos, yo sigo con lo mío.



«Concertación tiene una deuda social con el país»



-¿Hasta que punto llega su postura rebelde al interior del bloque, considerando que es parte de un conglomerado de gobierno y por lo mismo la Presidenta de la República necesita su voto?
-Si se revisa mi votación, todos los proyectos que ha presentado el Ejecutivo ha contado con mi aprobación, excepto algunos informes, como los de Chiledeportes y Codelco, los cuales rechacé porque no los considere correctos. Sin embargo, todas las iniciativas de la mandataria han tenido mi respaldo. Además, hay una cosa más de fondo en esto: La Concertación tiene que fortalecer su compromiso social y que varias propuestas que se han hecho para ayudar a los más pobres se hagan una realidad, como un mayor acceso a la salud y a la educación pública, a la vivienda, a pensiones más dignas, etc.



Entonces no es que estemos en contra de la Concertación y de la Presidenta, todo lo contrario, sino que queremos que haya más atención a los más desposeídos porque el oficialismo tiene una deuda social con el país.



-¿Cómo se salda esa deuda social?
-La Concertación y el gobierno de Bachelet tienen metas muy importantes, como por ejemplo modificar el sistema electoral, ya que no todos los chilenos están representados en el Parlamento. Hay una especie de elite que hace que sólo unos pocos pueden alcanzar un escaño en las cámaras cuando eso es impresentable; yo me pregunto: ¿por qué no se puede tener parlamentarios comunistas, humanistas e independientes?.



Además, el Ejecutivo debe presentar proyectos que ayuden a los sectores más pobres, como por ejemplo que los niños no trabajen y que se dediquen a jugar y a estudiar. Aumentar el sueldo mínimo es algo primordial para la clase obrera y baja, entregar más becas escolares, más viviendas seguras, educación y salud… Entonces la tarea es intensa e importante y en eso debemos poner mucha atención.



«Creo en la unidad latinoamericana»



-Pero lo cierto es que estar dentro de este grupo de diputados díscolos le ha permitido tener mayor protagonismo político.
-Yo soy un político de bajo perfil, soy conocido en mi tierra, Aisén, y eso me basta y me sobra. También reconozco que los medios de comunicación son el cuarto poder y por lo mismo uno a veces se ve en la obligación de dar sus opiniones públicamente y yo lo hago no para figurar o hacerme famoso. En ese mismo marco, me gustaría dejar en claro que no soy parte del grupo de los díscolos, como Marco Enríquez Ominami y Tucapel Jiménez, aunque si hemos coincidido en muchas opiniones. Por ejemplo, fuimos a Bolivia y yo lo hice porque realmente creo en la unidad latinoamericana y viajamos a Venezuela porque creo en el proceso bolivariano que está llevando este país con Hugo Chávez a la cabeza.



Conflictos en el PPD y candidatura senatorial



-¿Cómo ve al PPD ahora, luego del incendiado Consejo General de noviembre pasado?
-Evidentemente que con un Consejo General los problemas no se solucionan automáticamente; sin embargo, quiero señalar que esta instancia sirvió para desahogarnos, se mostró el liderazgo de Sergio Bitar y también cuáles son las posiciones encontradas en la colectividad. Además, nos quedó sumamente claro la arrogancia y el personalismo que tiene el compañero Fernando Flores.



Al mismo tiempo, también considero absurdo e inaceptable la actitud de Jorge Schaulsohn, un tipo que admiro su trayectoria, sin embargo la ambición de poder lo ha sesgado fuertemente.



«Schaulsohn se está autoacusando»



-¿Usted cree que el ex dirigente se equivocó al cuestionar a la Concertación y a los ex Presidentes de la República?
-Evidentemente. Creo que el Consejo General fue el principio de un proceso para solucionar los problemas que tiene el PPD. Y en el caso de Schaulsohn lo que dice es lamentable porque él fue presidente del partido y parlamentario y formó parte del gobierno de Ricardo Lagos, entonces se está autoacusando y por lo mismo él no debería ser desagradecido con la Concertación ni menos con el PPD, ya que la colectividad entregó más de 20 municipios para que él fuera candidato a alcalde por Santiago y si no salió no es problema nuestro. El partido se sacrificó por él y ahora él le está dando el pago de Chile.



-¿Un grupo de militantes espera que él sea expulsado?
-Yo soy uno de los que opina que debe ser expulsado porque él ya no comparte nuestros ideales, él representa otro sector y, hace lobby con la derecha para las grandes empresas.



-¿Qué le parece que Schaulsohn quiera ser candidato a senador por Aisén, su zona?
-Jorge me pidió la posibilidad de que yo lo apoyara en una eventual candidatura senatorial para el 2009. Fue a principios de año cuando Schaulsohn, junto al senador Guido Girardi, con quien era uña y mugre en ese tiempo, me pidió que lo respaldara, sin embargo yo no les di ninguna respuesta afirmativa.



-¿Y por qué no quiso comprometer su apoyo?
-Porque no era el momento. Pero para mí y mi región, Schaulsohn se sacó la careta. Ese hombre luchador, con convicciones profundas y un alto sentido social que, según él, dice tener, ahora ya no lo es. Él puede ser candidato en cualquier región del país, pero estoy seguro que no tiene el apoyo de la gente de Aisén para una candidatura a senador.



-¿Y usted podría postularse?
-Yo tengo ahora otras prioridades, como por ejemplo ayudar al gobierno de Bachelet porque soy un diputado obrero y lo digo con orgullo. A mí me costó mucho llegar al Parlamento y la primera tarea es cumplirle a mi gente, demostrar a la elite política de Chile que los obreros, y no solamente de la construcción sino que en general, también somos capaces de legislar para el beneficio de los más pobres.



-¿Pero no descarta la posibilidad de ser candidato a senador?
-Yo no descarto ser candidato a senador en las próximas elecciones, sin embargo no es mi objetivo principal. No me quita el sueño ser candidato a senador, pero no lo descarto.



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