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Bachelet incluye zona de protección de ballenas entre proyectos Bicentenario

El reconocimiento público que se entregó a la propuesta de área marina y costera protegida más grande de Chile, es un estímulo a la concreción definitiva de esa zona, estiman promotores de la iniciativa -la única de caracter ambiental entre los compromisos del Bicentenario-, que pasa a ser una de las áreas de conservación más relevantes de todo el Hemisferio Sur.


Un triunfo simbólico sin precedentes se anotó el movimiento medioambientalista nacional, al lograr que el Ejecutivo diera carácter de iniciativa emblemática, en el marco de la próxima celebración del Bicentenario de Chile, a la propuesta de establecimiento de un área marina y costera protegida para Chiloé y el Golfo de Corcovado, donde se descubrió hace un par de años una gran presencia de la ballena azul, el animal más grande que haya jamás existido en la Tierra.



La propuesta, denominada "Ballena Azul en Chile: Los Gigantes de la Conservación Marina" fue presentada a la Comisión Bicentenario por el Dr. Rodrigo Hucke-Gaete, docente de la Universidad
Austral de Chile (UACh) y Director del Centro Ballena Azul (CBA), resultando ganadora de la única distinción que el Sello Bicentenario 2006 otorgará en el ámbito medioambiental.



De esta manera, «la propuesta de área protegida para Chiloé y Corcovado representa un aporte notable al país que se quiere construir para el año 2010, en armonía con el medio ambiente», comentan los impulsores.



Cabe recordar que el cuidado de las ballenas, a nivel internacional, es una de las causas emblemáticas de los movimientos medioambientales, dado que hace muchos años se encuentran en peligro de extinción.



"Con esta premiación, hemos comprobado que la protección de nuestros ecosistemas y de especies tan emblemáticas como la ballena azul, es un proyecto país de interés no sólo para científicos o ecologistas, sino que para la sociedad chilena completa, que entiende que es nuestra obligación proteger este patrimonio nacional y buscar los mecanismos para su conservación", dijo el investigador Dr. Hucke-Gaete, al conocer la distinción de la iniciativa.



La génesis del proyecto



La propuesta de un Área Marina Costera Protegida, surge luego de que los investigadores descubrieran, en el año 2003, una importante agregación de ballenas azules (Balaenoptera
musculus
) en actividades de crianza y alimentación, en la zona de Chiloé y el golfo de Corcovado (X y XI Región).



Esta situación convierte a esta zona en una de las áreas de conservación más relevantes de todo el Hemisferio Sur.



Por otro lado, en esta área confluyen diversas actividades productivas (pesquería, acuicultura, turismo y tráfico de embarcaciones), por lo cual es necesario definir un sistema de uso sustentable que resguarde el ecosistema, asegurando su conservación y manejo adecuado, se destaca.



De esta forma, el área protegida permitirá armonizar las actividades humanas mediante una zonificación del área y mejores
regulaciones para las distintas actividades productivas que hoy se desarrollan, así como aquellas que podrían producirse en adelante, se señala.



Actualmente, la propuesta es ampliamente apoyada por instituciones nacionales e internacionales entre las que se cuenta la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama); la Comisión de Medio Ambiente del Senado; WWF, la Organización Mundial de Conservación; Fundación Rufford; Whale &
Dolphin Conservation Society; Wildlife Conservation Society y Fundación Avina.



Asimismo, el Dr. Hucke-Gaete, señala que la creación de esta área protegida es «un gesto concreto por parte del Gobierno de Chile para la conservación de estos animales marinos, más aún cuando nuestro país se apronta a ser sede de la reunión de la Comisión Ballenera Internacional (IWC, por su sigla en inglés) a efectuarse en mayo de 2008».



Interés global



David Tecklin, Coordinador de WWF Chile, señala que la oportunidad que hoy día tiene Chile para la conservación marina, a través de la creación del área protegida de Chiloé y Corcovado es de interés no sólo nacional sino que también internacional. "Menos del 1% de los océanos del mundo se encuentran actualmente protegidos, una cifra bastante pequeña en si misma, y sobre todo en relación con los compromisos asumidos por los Estados del mundo en la Convención para la Diversidad Biologica y en varios foros internacionales", sostiene Tecklin.



«En general, y por años, hemos dado la espalda al mar en materia de conservación, sin embargo, cada dia se reconoce más que la creación de áreas marinas protegidas debe ser una parte integral de la visión de uso y desarrollo de los territorios marinos. Es en este contexto que el gobierno de Chile se comprometió en proteger al menos un 10% de sus ecosistemas marinas relevantes antes de 2010 y de desarrollar una red de Áreas Marinas
Protegidas (AMP) ecológicamente representativa antes del año 2012», se recordó.



Tres áreas ya protegidas



En la actualidad, Chile se encuentra desarrollando un proyecto de Áreas Marinas Costeras Protegidas, financiado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (Global Environment Fund, GEF). A través de este proyecto, se han creado tres áreas protegidas a lo largo de la costa chilena (Isla Grande de Atacama, Tercera Región; Lafken Mapu Lahual, Décima Región; Francisco Coloane, Duodécima Región), y se esperan obtener avances en la definición de la figura legal, así como los procesos necesarios para establecer nuevas áreas. En este sentido, la propuesta de área protegida para Chiloé y Corcovado, gestada por los investigadores de la Universidad Austral de Chile y el Centro Ballena Azul, podría considerarse como un ejemplo de replicabilidad para este proyecto.



El Centro Ballena Azul, una organización sin fines de lucro, creada en el año 2000, ha enfocado gran parte de sus esfuerzos en los últimos años a estudiar la ecología de grandes especies emblemáticas marinas como son los delfines, los lobos marinos y las ballenas de Chile y Antártica. Entre estos, el proyecto "Ecología y conservación de la ballena azul en Chile" ha buscado dilucidar los aspectos ecológicos esenciales que determinan la supervivencia de la ballena azul, el animal más grande que haya jamás existido en la Tierra y que se encuentra en peligro de extinción debido a la caza indiscriminada de la que fue objeto.



Entre los resultados más destacados de este proyecto se
cuenta con el descubrimiento de una numerosa colonia de estos animales en las aguas de Chiloé y el golfo de Corcovado,
relevando esta área como una de las más importantes hasta ahora conocidas, para la alimentación y el cuidado de crías de
ballenas azules en todo en el Hemisferio Sur.



En Chile el WWF ha estado trabajando desde hace varias décadas, pero sólo el año 2002 estableció oficialmente una oficina
en la ciudad de Valdivia: WWF Chile, Programa Ecorregión Valdiviana. Actualmente sus áreas de trabajo son la investigación
y planificación para la biodiversidad; la promoción y gestión de áreas protegidas públicas y privadas; la conservación con
comunidades de los bosques templados lluviosos del sur de Chile, y la Promoción de Iniciativas de Conservación con el
Sector Privado.



Además, WWF Chile apoya las iniciativas de investigación del CBA, en torno a la ballena azul y a la planificación de su ecosistema; así como también, junto al CBA, Conama y muchos otros socios, promueve el establecimiento, en forma urgente, de un Área Marina Costera Protegida para el golfo de Corcovado, a fin de proteger uno de los hábitat vitales para la conservación de este mamífero marino.

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