Gobierno trabaja en la elaboración de medidas que permitan enfrentar las consecuencias nocivas de estas especies en el ecosistema. Para la ONG Ecocéanos, la iniciativa es valorable, pero lamenta que el salmón no haya sido incluido. »Estos carnívoros exóticos están impactando sobre especies nativas tan valiosas como el puye y los róbalos», afirma.
La semana pasada diversos organismos públicos y ONG, coordinados por la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama), conocieron el primer estudio sobre Especies Exóticas Invasoras (EEI), que fue encargado a la consultora especializada en estudios científicos ambientales Aquambiente, cuyo financiamiento correspondió al Programa Mundial Sobre Especies Invasoras (Gisp) con sede en Sudáfrica.
El objetivo de este informe denominado "Revisión de la evaluación de la información existente sobre el Estado, los impactos y la gestión de las especies invasoras" es entregar una visión general de la situación de este tipo de especies en el país, con el fin de elaborar una política que permita enfrentar coordinadamente los problemas que se derivan de su presencia en el territorio nacional, por el impacto económico que éstas generan.
En general, la introducción de este tipo de especies al país "se efectúa con fines de acuicultura, ornamental, control biológico o incluso en forma involuntaria"; y pueden diferenciarse entre invasoras y no invasoras, siendo estas últimas las más nocivas para el ser humano.
Por ejemplo, en 1984, en Australia, la plaga de langostas habría ocasionado aproximadamente unos 103 millones de dólares australianos de pérdidas en la producción, en tanto, los esfuerzos por combatirla costaron unos 3,4 millones de dólares australianos, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), de 2001.
Sin embargo, en Chile hay poca claridad sobre el impacto que producen a la economía las distintas especies que existen en el país. "Los organismos estatales de fiscalización y control como el SAG, manejan escasa información respecto a las pérdidas económicas que generan las plagas. Específicamente se sabe que a Chile, le cuesta $430 millones una plaga de mosca de la fruta", plantea el informe de la consultora.
Al respecto, Aquambiente recomienda que los recursos para erradicación y control deberían establecerse partidas presupuestarias estables de entre $600 y $1000 millones, "además, de fomentar todas la medidas en orden a reforzar la fiscalización y no aumentar la regulación, que para el caso de Chile se encuentra suficiente".
Dolores de cabeza
El listado de especies exóticas invasoras es extenso. A nivel de flora terrestre se encuentra la maleza, cuyo impacto en la industria agrícola y ganadera se traduce en la contaminación de semillas y graneles.
Otro dolor de cabeza lo constituye, la "polilla de la manzana" (Cydia pomonella), el daño de esta plaga puede llegar a superar el 40% de pérdidas en la producción de huertos sin programas específicos de control.
En tanto, en el extremo sur de Chile, se encuentra el castor, roedor de gran tamaño que se caracteriza por su poder de construcción de represas y destrucción de árboles, cualidad que lo ha convertido en una de la especies exóticas más problemáticas en Magallanes, donde miles de árboles han muerto debido a la elevación de la napa freática producida por la acumulación de agua.
Salmón en la mira
De acuerdo a la consultora, otro dato importante son las estadísticas de producción de los últimos años en la acuicultura, las que señalan que el 86% de los volúmenes cosechados provienen de especies exóticas, cuyo mayor porcentaje corresponde a especies no invasoras (69%).
En esta categoría se encuentran distintos tipos de salmones, como el del Atlántico (Salmo salar), de procedencia europea. Éste se utiliza con fines de cultivos en balsas-jaula en el sur del país, y que se diferencia de otras especies exóticas, por el impacto socioeconómico positivo que ha tenido, según el informe.
Sobre el tema, Juan Carlos Cárdenas, médico veterinario y director del Centro Ecocéanos, valoró la iniciativa de la Unidad de Protección de Especies y Recursos Genéticos de la Conama, pero planteó que sería necesario considerar al salmón como una especie invasora.
"Me parece positivo el asumir participativamente los crecientes impactos provocados por la introducción de especies exóticas en Chile, factor que es señalado como una de las mayores amenazas para los ecosistemas y la biodiversidad marina, al provocar la destrucción y homogenización de nuestros ecosistemas acuáticos nacionales», dijo.
Pero el especialista agregó que "existe preocupación en diversos sectores por la creciente y no evaluada introducción accidental o voluntaria de entre uno a tres millones de ejemplares de salmones y truchas, que escapan anualmente al medio acuático sur-austral del país desde los centros de cultivos».
«Estos carnívoros exóticos están impactando sobre especies nativas tan valiosas como el puye, róbalos, a la vez que introducen enfermedades no existente en los ecosistemas marinos nacionales. Urge concebir una política de prevención y control del escape de salmónidos bajo el criterio de especie invasora en los ecosistemas acuáticos nacionales», advirtió.
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