Jaime Mulet, Gonzalo Duarte, Carlos Olivares y Jorge Sabag hacen duro análisis sobre la relación gobierno y falange, señalando que algunos parlamentarios del bloque progresista están provocando de manera innecesaria al oficialismo, porque instalan materias -como el proyecto de ley de aborto terapéutico- que dejan en tela de juicio la unidad del pacto.
La Democracia Cristiana (DC) siempre ha tenido una fuerte diferencia con el gobierno en los temas valóricos y, en ese sentido, varios legisladores falangistas advierten en que si las discrepancias se intensifican, se podría llegar a un quiebre en la Concertación.
En esta administración la sola posibilidad de legislar a favor de la eutanasia y el aborto terapeútico hizo que la DC pusiera el grito en el cielo. Lo mismo sucede con el tema de la píldora del día después, donde si bien hay diversas posturas en la falange, distribución ha dado pie para que se generen discrepancias.
En La Moneda están concientes de estos problemas. Sin embargo, en los partidos del bloque progresista señalan que la Presidenta la República, Michelle Bachelet ha sido valiente al instalar el tema de la píldora, considerando los costos político que ello significa en cuanto a la relación DC-gobierno.
En ese sentido, los diputados Gonzalo Duarte, Jaime Mulet, Carlos Olivares y Jorge Sabag, hacen un duro análisis de esta situación, y algunos no descartan que haya un quiebre en el bloque oficialista si la cámara baja aprueba el proyecto de ley sobre el aborto terapéutico, que la semana pasada fue declarado admisible por dicha corporación.
Carlos Olivares: «Hay gente que no se siente cómoda en la Concertación»
El diputado Carlos Olivares (colorín) cree que «hay gente que no se siente cómoda en la Concertación y lo que quieren es crear otro referente. A mi juicio, son varias las situaciones que han puesto a la alianza oficialista en tensión».
Señaló que «echo de menos una declaración de la directiva nacional del partido que no se ha pronunciado al respecto y me parece que es importante que se dé a conocer la posición de la DC». Y puntualizó: «Como militante y diputado siento que no se está haciendo todo lo necesario para mantener la coalición de manera cohesionada con todo este tipo de situaciones: La campaña contra el sida, la píldora del día después, la eutanasia, el aborto terapeútico».
«Parece que hubiera algunos militantes de otros partidos empeñados en romper la Concertación», agregó, precisando que si se insiste en este tipo de materias finalmente se podría conseguir ese objetivo. «En definitiva la coalición política también debe reconocer valores en común, si no los hay, nos queda sólo el programa y una intención de llegar al poder y esas dos condiciones no son suficientes para mantener una coalición política en pie y victoriosa como ha sido la Concertación».
Y recalcó: «En el programa de gobierno tiene que haber valores y si no los hay, le veo poca vida a la Concertación. El gobierno dice que le gusta el diálogo y el debate, pero en estos temas valóricos no ha habido, y eso lo reclamamos de manera urgente».
Sabag: «Bachelet no ha tenido una visión de estadista»
El diputado Jorge Sabag (colorín), en tanto, sostuvo que «muchos parlamentarios democratacristianos estamos muy decepcionados por la manera en que la Presidenta ha actuado en esta materia, porque creemos que ella no ha tenido una visión de estadista sino que ha actuado de manera sesgada y políticamente. Como si estuviera gobernando una especie de federación progresista, donde está el PPD, el PS y el PRSD, sin considerar a la DC para nada»
Y agregó. «Aquí hay evidencias claras de que la pastilla es abortiva y eso no lo entienden. Tanto la Presidenta como la ministra de Salud están sesgadas con su visión y no están abiertos a escuchar otras opiniones de la DC».
Para el diputado, ambas socialistas «no han actuado con espíritu concertacionista porque todo ha quedado a través de decretos, cuando lo que deberían haber hecho en una materia tan trascendente como ésta es haber enviado un proyecto al Congreso para debatirlo, sin embargo no escuchan».
Para Sabag «si seguimos así y se aprueba una ley de aborto, como lo dijo el diputado Patricio Walker, la DC tendría que irse de la Concertación-. Y eso es lo lógico, puesto que tendríamos que separar aguas de quienes tienen una visión relativista de la vida versus los que tenemos un pensamiento humanista cristiano».
Gonzalo Duarte: «La DC no permitirá dejarse provocar»
El diputado Gonzalo Duarte (alvearista), en tanto, señaló que «desde el punto de vista del aborto terapéutico, sin duda que es una provocación de algunos sectores muy minoritarios de la Concertación, que lo que buscan más bien es molestar, confrontar y generar en el fondo un problema en la Concertación».
«Pero yo me quiero quedar con las opiniones que han expresado distintas autoridades, como las declaraciones de la diputada del PPD Adriana Muñoz, en orden a que a pesar de estar de acuerdo con el proyecto, considera que es inconveniente ahora presentarlo. La DC no va seguir aceptando ni dejándose provocar para posibilitar que algunos parlamentarios, como Marco Enríquez-Ominami tengan tribuna», subrayó.
Duarte advirtió que «no le vamos a dar importancia estas provocaciones y sólo le rechazaremos su proyecto, demostrando que no tiene ninguna viabilidad como legislador». En cuanto a la píldora del día después, el diputado consideró su distribución como un «mal menor», aunque no compartió la actitud del gobierno de no consultar antes de firmar el decreto.
Jaime Mulet: «No a la cultura de la muerte»
Uno de los que también considera complicada la situación al interior del bloque es el diputado Jaime Mulet, quien señaló que «la propuesta de aborto me parece extremadamente grave. Hay un grupo de parlamentarios que insiste en ese tema, el cual divide profundamente a la Concertación y en ese sentido no me siento en comunidad con gente que promueve la cultura de la muerte».
Y añadió: «No me siento en comunidad con ellos, creo que si bien es un grupo parlamentario, no son los propios partidos, su actitud genera daño. Uno puede entender que haya gente partidaria del aborto, pero no estoy dispuesto a ser socio de una coalición política con alguien que promueva una cultura de la muerte; no me siento cómodo con un socio que promueve el aborto».
Consultado si se iría de la Concertación, respondió: «Hasta ahora el socio tiene un jefe, que son los presidentes de los partidos, es decir, son algunos parlamentarios los que provocan, no es el PPD, el PS o el PRSD. Es incómodo para mi, es más incómodo que antes mantener esa sociedad».
«Ahora si algún presidente de partido deja de privilegiar la relación con la DC y promueve el aborto, sin duda que no me sentiría parte de la Concertación», finalizó.
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