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‘No hay prejuicios sobre la presentación de Mayúmana en el Festival de Viña’

Compañía israelí Mayúmana llegará a Chile por cuarta ocasión, pero ahora precedida de una extensa gira por Latinoamérica. Sin embargo, las sorpresas no terminan allí, ya que el colectivo artístico subirá al escenario de la Quinta Vergara, donde presentarán un particular show, según adelanta uno de sus integrantes a El Mostrador.cl.


Es una de las compañías de danza más famosa y ruidosa del mundo. Su particular puesta en escena los colocó en el apartado vanguardista a partir de 1996, año en que los israelíes Eylon Nuphar y Boaz Berman decidieron crear un show sin precedentes. El nombre de ese espectáculo fue "Mayumana" (que significa movimiento en hebreo) y que viene deslumbrando al mundo hace una década.



En Chile ya han estado en tres ocasiones, generando un alto grado de interés en el público local por ver a parte de los 70 bailarines que integran el elenco y que han llegado a integrar este proyecto gracias a los multitudinarios casting que la compañía realiza en Tel Aviv, ciudad donde funciona su propio teatro y hasta donde el año pasado llegaron 7 mil jóvenes a probar suerte.



El secreto parece ser sólo la novedad de este formato de danza y ritmo, que permite a sus miembros echar mano a cualquier objeto, desde un tarro de basura hasta un par de varillas, para que, colectivamente, generen su propia música y propicie el baile.



Uno de los bailarines más antiguos en la compañía es Walter Zaga. Este argentino ha estado en seis de los diez de funcionamiento del grupo. Conoce perfectamente su funcionamiento, potencialidades y debilidades.



Por eso, resulta uno de los más indicados para hablar sobre los beneficios y perjuicios que podría producir en la prestigiosa compañía, su paso por el escenario de la Quinta Vergara, en el marco de la obertura de la próxima edición del Festival de la Canción de Viña del Mar, el miércoles 21 de este mes.



"Vamos a estar haciendo algo diferente para el Festival de Viña", cuenta al teléfono desde Paraguay, Walter Zaga, quien forma parte de la gira latinoamericana de Mayumana 2007.



"Estaremos inaugurando el evento y por eso realizaremos un número diferente, que vaya acorde con las exigencias de un número televisado y que exige ciertos requerimientos estéticos y de movimiento especiales, diferentes a la preocupación que tienes para un show común y corriente en un teatro", asegura.



-Sin embargo, ¿eso no cambiará en lo absoluto el contenido del show?
-No. Mayumana viene haciendo lo mismo desde hace muchos años y siempre los espectáculos tienen el mismo colorido, el mismo ritmo, la misma energía y eso es lo que siempre se trata de cuidar, es la base más fuerte del grupo.



-¿La compañía tiene claro en qué consiste el festival que no conocen y al que vienen a presentarse, sin que exista mucha concordancia entre la historia de este show y el prestigio de la compañía?
-Poco a poco yo les voy contando al resto, porque hay gente que realmente no tiene idea de qué se trata. Hay que recordar que la compañía está compuesta por 70 personas, todos con nacionalidades distintas y, por lo tanto, siempre nos estamos retroalimentando de información entre nosotros.



-¿En qué consisten básicamente esas explicaciones sobre el Festival de Viña del Mar?
– Bueno, yo sobre la historia del festival la verdad es que no se mucho, pero al ser argentino, la cercanía me ha permitido saber un poco más por la prensa, sobre todo que es uno de los espectáculos más importantes de la música en Latinoamérica. También sé que hay una competencia folclórica y que se escoge a una especie de Miss Viña del Mar (cuenta entre risas).



En ese sentido, ¿cuál es el ánimo de la compañía, más acostumbrada a otro tipo de público y escenarios, diferentes a un festival de la canción?
-Para mí es un orgullo y es lo que a la compañía le gusta, llegar a lugares donde podemos compartir con gente. No existen prejuicios al interior de la compañía sobre los lugares en que nos presentamos, especialmente si se trata de eventos masivos, porque por lo general el trabajo de Mayumana es muy interno, siempre estamos encerrados en nuestro teatro ensayando y estas oportunidades son propicias para desarrollar relaciones humanas que a veces extrañamos.



-¿A pesar de los viajes?
-Sí, a pesar de los viajes, aunque no lo creas.



El comentario parece propicio, sobre todo porque otros artistas que han pasado por ese escenario lo han terminado repudiando, como por ejemplo Joaquín Sabina, quien recientemente afirmó que le desagradó estar ahí, apelando a su prestigio como artista, un elemento que ustedes de alguna manera comparten con él.
-No compartimos esa opinión. No creo que sea incómodo o contraproducente estar ahí, principalmente porque nosotros prevenimos de otro lugar. La compañía viene a demostrar su arte y a contagiar al público con energía, ritmo y color. Además, la gente del elenco es muy normal. Quizás los artistas de primera línea pueden tomar esto de otra forma, pero nosotros estamos más acostumbrados a cosas más naturales.



<b<-¿Cómo por ejemplo?
-Por ejemplo, después de un espectáculo salir a comer y compartir la misma mesa con la gente que fue a ver el show. No somos para nada superestrellas, somos un grupo de gente que hace su trabajo y un espectáculo único.



Los bailarines en el conflicto



La historia de Israel y los conflictos que han dividido a judíos y palestinos, son un tema que a la compañía de danza Mayumana, cuyo de centro de operaciones está en Tel aviv, capital del Estado israelí, preocupan de manera personal a los integrantes de esa nacionalidad, según asegura el argentino Walter Zaga, quien vivió 5 años en ese país y al que regresa con frecuencia.



"Los conflictos políticos y sociales se manejan a nivel personal en la compañía y nunca en su historia han interferido en el trabajo artístico", asegura.



-¿Dichos conflictos no han entorpecido social o artísticamente el trabajo de Mayumana durante su permanencia en Isarael?
-Ninguno de esos conflictos tiene que ver mucho con la compañía y con el trabajo. Son temas más personales que en los que, en general, la compañía no interviene.



-¿Cuál fue su experiencia directa con estos conflictos durante los 5 años de residencia en Israel?
-Yo viviendo ahí, vivía en mi propio mundo. Además, Tel Aviv es una ciudad súper cosmopolita y al tener a la prensa ahí, siempre con el tema de los conflictos de Medio Oriente muy presentes día a día, la gente cree que en Israel toda la contingencia pasa por atentados de coches bomba y una odiosidad permanente entre los habitantes y realmente no es así.



-Desde el punto de vista artístico de la compañía, ¿cómo se desarrolla el ambiente artístico en el país?
-Existe toda una vida social y cultural artística que, obviamente, no llega a la prensa o a la gente que pueda tener cierta información. Pero el que está viviendo ahí lo hace de otra manera, vive conectado con su realidad, que pasa por otro lado y no necesariamente con los aspectos políticos y sociales. En ese sentido, la relación artística es muy rica, muy fuerte.



El secreto del éxito



El prestigio con el que cuenta Mayumana en el mundo no es gratuito. Para 1996, su novedosa puesta en escena que fusionó el uso de la rítmica y la percusión con espíritu de vanguardia y la danza, generó un impacto en la crítica mundial y sus integrantes pasaron a transformarse en un número vital en importante ciudades como Nueva York, donde por estos días otro estamento representativo del grupo estrena un nuevo montaje.



El paso de los años y la serie de reformulaciones en cuanto a la puesta en escena, no han sido obstáculo para que el estilo fundado por Mayumana permanezca vigente, sin que haya un secreto, dice Walter Zaga, para mantenerlo. "En realidad el único secreto es el trabajo", asegura. "El espectáculo que llevamos es muy trabajado, siempre está en pleno crecimiento y se buscan cosas nuevas».



-¿Cómo logran mantener ese ritmo tan intenso de trabajo?
-Una de las principales virtudes es el constante tránsito de personas por la compañía. Hay mucha gente que también ha dejado el grupo para definir su vida artística por otros lados o simplemente por estudios o para establecer una familia, eso permite que esta rotación casi constante sea una realidad.



-La ausencia de temáticas específicas en sus espectáculos es otra particularidad. ¿Esa neutralidad también puede ser un factor preponderante en la vigencia de la compañía?
-Mayumana es un espectáculo para toda la familia, multicultural, universal, lleno de energía, color y humor, cosas que parecen muy simples, que se ven muy simples, pero que implican un trabajo muy arduo de fondo y con esa percepción de no dejarse estar. Eso es lo que nos ha llevado a mantenernos vigente.



-Es algo así como un constante aprendizaje…
-Siempre tratamos de sacarle partido a las cosas, buscar nuevos sonidos, renovar parte del espectáculo y eso permite que haya ganas de hacer mejor las cosas, llevar el show a un mejor lugar, es como si no existiera un techo. Ese trabajo de búsqueda y de perfeccionamiento nos permite sacar un mejor partido a las cosas.



-Aparte del Festival de Viña del Mar, realizarán una serie de presentaciones en el Teatro Municipal de esa ciudad entre el 15 y 20 de febrero. ¿Cómo serán visualmente estos espectáculos?
-Será un espectáculo con mucho humor, ritmo y energía, que contará con algunas variaciones por el cambio de elenco, pero que básicamente será parecido a lo que ya hemos mostrado en Chile antes, con las lógicas actualizaciones por supuesto.



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