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Reclaman lentitud en implementación de programa de recuperación de barrios

Iniciativa del Minvu, que forma parte de las medidas anunciadas por Michelle Bachelet para sus primeros 100 días de gobierno, es criticada porque hasta el momento no ofrece resultados visibles. La encargada nacional del plan, Claudia Pinto, estima que se trata de algo natural, considerando que existe un proceso donde son los propios vecinos los que definen sus prioridades.


A seis meses de presentado el Programa de Recuperación de Barrios, desarrollado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), la participación comunal y la irregularidad en los plazos han sido los principales problemas que ha complicado la implementación de "Quiero mi Barrio".



Los cuestionamientos hacia la estructura de la iniciativa se han enfocado, según los vecinos, en el tiempo que toma cada fase y la escasez de resultados concretos, luego de meses de coordinación con las autoridades vecinales de los sectores seleccionados.



La propuesta forma parte de las medidas asumidas por el gobierno de Michelle Bachelet en sus primeros 100 días de gestión, y contempla la intervención de un total de 200 barrios del país, con el objetivo de mejorar su entorno urbano y social.



En esa línea, el programa, que busca generar un modelo de recuperación urbana que integre criterios particulares y privados, comenzó con 75 barrios, en los cuales ya se está ejecutando la segunda fase. A partir de este mes, se comenzó la aplicación en los restantes 125 sectores.


Segunda
fase

La iniciativa se ha divido en cuatro fases:
su instalación; la elaboración del "Contrato de Barrio"
que apunta a sensibilizar a los vecinos para el desarrollo del programa;
la ejecución del contrato de barrio o implementación del
plan de intervención; y evaluación y cierre del programa.

Actualmente, el proyecto se encuentra iniciando
su segunda fase, en la cual además se incorporan otros 125 barrios.

La primera fase ya se ha implementado en
75 barrios de 63 comunas, los que fueron seleccionados en virtud de las
siguientes características:

– Deterioro urbano: déficit de infraestructura,
equipamiento, imagen ambiental degradada.
– Vulnerabilidad social: concentración de situaciones de rezago
escolar, jóvenes que no estudian ni trabajan, madres adolescentes,
entre otros.
– Capacidad local instalada en los barrios, en cuanto a presencia de instituciones,
recursos humanos, etc. Para trabajar con el programa.

La nueva política habitacional del Minvu, de la cual este proyecto forma parte, busca mejorar la calidad de las viviendas sociales. Al respecto, la encargada nacional del programa, Claudia Pinto, explica que las políticas sectoriales no sólo apuntan a eso, sino que también mejorar lo que ya está construido.



"Este programa forma parte de uno de los ejes estratégicos del Ministerio de Vivienda, en el gobierno de la Presidenta Bachelet, y tenemos como principal objetivo recuperar los entornos de los barrios y así poder logra barrios integrados", afirmó.



Críticas al programa



A pesar de la confianza de las autoridades de vivienda en el éxito de la implementación del programa -que espera mejorar la calidad de vida de 500 mil familias-, las críticas han apuntado, principalmente, a la lentitud en la puesta en marcha de los proyectos, debido a las fases que debe cumplir el programa.



Según fuentes municipales, la demora en la implementación de los proyectos genera desmotivación en la población, quienes ven en éste el mismo fin de anteriores iniciativas gubernamentales que buscaban generar una remodelación urbanística, pero que no lograron los resultados esperados.



Carmen Robles, presidenta de la junta de vecino de la Villa Portales de Estación Central, sostuvo que "estamos aburridos y esperábamos que con un proyecto como éste las cosas se harían rápido, pero acá pasa y pasa el tiempo y no se ve nada. El programa nos plantea cosas súper lindas, sólo esperamos que se cumpla a lo menos alguna".



La dirigente agregó que los vecinos se sienten abandonados, dado que la municipalidad -según su parecer- no responde a sus inquietudes, ya que para ellos el barrio ya cuanta con el apoyo del Minvu a través del proyecto.



Pinto señala que «estamos trabajando en la villa desde el año pasado, por lo que ya tenemos un trabajo importante con las comunidades vecinales y hemos trabajado con todos los vecinos en la constitución del Consejo Vecinal de Desarrollo, con el cual decidimos cuáles serán los programas a realizar y en eso estamos".



«Nosotros necesitamos que hagan algo, sin importar por dónde se comience, para que los vecinos digamos "mira, Quiero mi Barrio hizo esto", enfatizó.



Principales problemas comunales



Aunque Pinto reconoció ciertas dificultades en la implementación del programa, debido a la necesidad de relacionarse y conocer un sinnúmero de necesidades de las distintas unidades vecinales, estimó que más que problemas se trata de «desafíos».



«El principal problema que hemos visto se debe a que existe un tema de negociación con la comunidad que es importante hacerlo, que más que un problema es un desafío. Cuando a la gente la haces participar en la toma de decisiones, a veces cuesta colocarse de acuerdo, porque las peticiones son múltiples. Pasar de lo que uno quiere para su vivienda y familia a pensar en lo que quiere y necesita mi barrio ha sido un proceso lento, pero muy atractivo", expresó.



En cuanto a las principales carencias materiales entre los 200 sectores elegidos, Pinto sostuvo que la falta de espacio para el esparcimiento es el problema más común. «A lo largo de todo el país, la principal carencia es la ausencia de espacios públicos. También vemos falta de equipamiento comunitario y deterioro de las áreas verdes que han ido deteriorando poco a poco el barrio», agregó.



En respuesta a las críticas sobre la lentitud, la encargada del programa comentó que ello se debe en cierta medida al método utilizado para el levantamiento de las necesidades. «Sería más fácil que el Estado dijera en tal y cual barrio vamos a construir una plaza o pintar las casa que preguntarle a la comunidad qué espacios públicos quieren para vivir. A la larga esto hace que el programa sea sustentable y las personas se apropian de los lugares», afirmó.



Qué se espera de Quiero mi Barrio



Según Pinto, se ha visto un trabajo social en los vecindarios que se ha instalado y consolidado en estos meses. "Durante este año se realizará la ejecución e implementación fuerte y ya partimos con las 200 iniciativas, aunque en distintos niveles y prontamente estaremos con las licitaciones de los contratos", agregó.



"El gobierno tiene la voluntad de acercarse y llegar a esos barrios que están consolidados a través del tiempo, y que la gente por una u otra razón no han podido mantenerlos en perfecto estado y que forman parte de está nueva política habitacional y que su entorno esté mejor equipado y así puedan querer el lugar donde están viviendo", finalizó.

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