Corte Suprema mantiene su molestia por idea de senadores de establecer ocho horas presenciales en tribunales y limitar permisos para labores académicas. Ministro Alberto Chaigneau, quien estuvo en la cámara alta esta semana, afirmó que siente una sensación de molestia y que la justicia es tratada como »un poder de tercera» por parte de los legisladores.
Los miembros de la Corte Suprema continúan molestos con la comisión de Constitución del Senado por la idea de los legisladores de fijar un horario de ocho horas de trabajo presencial de los magistrados y la limitación de las actividades académicas que pueden realizar los jueces de todo el país.
Pese a que los ministros Enrique Tapia y Alberto Chaigneau concurrieron el martes 6 a la instancia parlamentaria para explicar en terreno su rechazo a las normativas contenidas dentro del proyecto de ley que crea la Corte de Apelaciones de Santiago en lo Penal, los resultados de ese encuentro no fueron satisfactorios para los magistrados.
Tapia y Chaigneau dieron cuenta en el Pleno ordinario del viernes del encuentro en el Congreso, tras lo cual se determinó enviar las respuestas a las preguntas planteadas por los senadores respecto del tema de licencias médicas y permisos administrativos, pero también se expresará que se continúa en desacuerdo con las indicaciones al proyecto. «Estamos en desacuerdo con todo el proyecto respecto de las cosas del horario del (artículo) 347 (del Código Orgánico de Tribunales) y de las horas de clases", dijo Chaigneau.
El magistrado reconoció que a veces se cometen abusos al utilizar el artículo 347 para solicitar permisos administrativos, por lo que se regulará su otorgamiento, pero que tampoco se puede limitar a tan sólo tres días semestrales.
Chaigneau dijo que la autorización especial es comúnmente usada por los magistrados para dedicarse a la redacción de sentencias, dejando de lado la labor presencial en el tribunal u otros trámites de tipo personal, para lo cual no es necesario pedir otros tipos de permisos.
"El 347 es bueno cuando uno está enfermo, si yo tengo que hacerme un examen en ayuno, no puedo hacérmelo en la tarde, y tengo que pedir un permiso del 347, porque no puedo pedir una licencia médica, porque nadie me la da por un día, de tal manera que tendría que arrancarme de la Corte para hacerme el examen y no puedo ausentarme de las audiencias", dijo el magistrado.
Recordó que, a diferencia de otras autoridades, los magistrados no pueden ausentarse de sus puestos una vez que han iniciado las audiencias, ya que deben escuchar los argumentos de ambas partes en su totalidad para resolver un conflicto judicial.
Fuerte malestar
«Personalmente tengo una sensación de malestar, porque el único poder del Estado que se está reglamentando y que se está acorralando es el Poder Judicial. No sé que los parlamentarios tengan obligaciones de asistir, no se de los ministros, de los subsecretarios. El Presidente de la República tiene que asistir (a su puesto de trabajo) porque si no el país se va a las pailas, pero horario tampoco tiene", afirmó el juez. "Nosotros somos un Poder del Estado, no somos empleados fiscales y, por lo tanto, no tenemos porque tener horarios, con los horarios que tenemos es suficiente para trabajar».
Chaigneau afirmó que las jornadas son menos extensas a veces, porque los abogados de las partes solicitan más tiempo del que ocupan finalmente para exponer sus alegatos, por lo que se mostró partidario de reglamentar más esos puntos para evitar tiempos muertos, repitiendo la experiencia del nuevo sistema procesal en que es el tribunal el que fija el tiempo de los alegatos y no la solicitud de la partes.
Chaigneau insistió que desde el punto de vista personal "me siento ninguneado, porque no soy (considerado) un poder del Estado. Soy (visto) como un viejo tal por cual a quien hay que coartarle todas las cosas, porque son niñitos que se portan mal. No sé cual es la razón. A mí me gusta la justicia y la equidad, y si los ministros de Estado, los subsecretarios, los parlamentarios, no están limitados, por qué se va hacer con los jueces. La única razón que pienso es porque creen que somos unos flojos de porquería y que por eso está todo atrasado en el Poder Judicial. Creo que somos un poder de tercera y quiero termina con ese sistema».
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