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Melipilla: Acusan abusos de inmobiliaria que construye conocida multitienda

Familia se siente impotente porque, a pesar de las acciones judiciales que emprendidas a fines de 2006, no ha logrado evitar el deterioro que ha sufrido su propiedad desde que comenzó la construcción de una tienda comercial en el centro de la ciudad. Denuncias apuntan a una constructora y a la mano blanda del municipio. Pero éstos se defienden.


Una fuerte disputa mantiene una familia de Melipilla con la inmobiliaria que está a cargo de las obras de construcción de una conocida multitienda -Falabella-, a raíz de los severos daños, en muros y techumbre, que ha provocado la empresa en la propiedad que colinda con las faenas.



La controversia debe resolverla la Corte de Apelaciones de San Miguel, donde fue interpuesto un recurso de protección, el que pese a que fue acogido a tramitación, no ha sido suficiente para impedir el desarrollo de la construcción, pues el tribunal aún no se pronuncia sobre el fondo.



Y es que si bien la instancia dictó en diciembre pasado una orden de no innovar, que obligaba a la Inmobiliaria Siglo 21 a «abstenerse de efectuar actividades que importen de cualquier manera comprometer la estructura del inmueble de la recurrente», los afectados aseguran que la firma ha hecho caso omiso a este dictamen y ha preferido pagar las multas que le cursa el municipio.



Según Ricardo Suárez, hijo de la propietaria afectada, el primer impacto de la construcción significó la pérdida de un arriendo de más de 10 años con la empresa ING, la que optó por rescindir el contrato. "ING se fue. Mi mamá es viuda, vive de una renta, que era parte importante de sus ingresos, pero ahora la perdió. Ahí hay un perjuicio económico que tendrán que restituir, incluido el daño moral", afirmó Suárez.



Las obras comenzaron a mediados del año pasado, y están a cargo de una firma que pertenece a los mismos dueños del Mall Leyán, ubicado en pleno centro de la ciudad.



Y aunque la tienda comercial no aparece como la primera responsable, Suárez enfatiza que es la "mandante", por lo cual debe hacerse cargo de las externalidades negativas del proyecto. "Hay una responsabilidad de Falabella. Si ésta no fiscaliza y deja que sus contratistas hagan lo que sea, y después diga que no es su culpa, no corresponde. Lo mínimo es que respete a los vecinos de donde piensa abrir un local", indica.


Al respecto, señala que hace pocos días fue visitado por un personero de la multitienda, quien señaló que analizarían el problema, pero hasta el momento no le han presentado ninguna solución.



Suárez sostiene que las irregularidades en la construcción de la tienda Falabella se remontan desde el inicio de los trabajos, luego de que no contara oportunamente con los permisos para demoler edificios adyacentes a su propiedad y, posteriormente, comenzara la edificación.



«Puedes ir a varias partes y ver cómo las municipalidades protegen a los vecinos. Acá claramente se cuidan intereses particulares de empresas o de ciertos personajes de la zona. En consecuencia, en la municipalidad hay un claro abandono de deberes", afirma.



Descargos



A su turno, el director de Obras Municipales, Hernán Espina, se defiende y explica que han hecho todo lo que el marco legal les permite para proteger el derecho de uno de sus vecinos. "La inmobiliaria tiene tres o cuatro paralizaciones de faena y unos diez partes cursados. Hemos hecho todo lo que está a nuestro alcance", indicó.



Pese a reconocer que el tema "es delicado", el funcionario recordó que el problema también afectó a otra familia, pero que ésta llegó a un acuerdo con Siglo 21.



Por su parte, una funcionaria de la firma constructora, que habló bajo condición de reserva de su identidad, precisó a este medio que cuando se comenzó a edificar se construyó un muro divisorio, y que ya habían cancelado $ 500 mil por los daños de la techumbre.

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