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DC logra acuerdo por presidencia de Cámara y sella pacto de no agresión

Parlamentarios alvearistas y colorines suscribieron este lunes un documento que entrega a los primeros la testera de la Corporación este año, y a los segundos -a través de Alejandra Sepúlveda- en 2008. Los legisladores falangistas también se comprometieron a fortalecer los liderazgos internos para las presidenciales de 2009, y evitar prácticas rupturistas.


El alvearista Patricio Walker será el candidato de la Democracia Cristiana (DC) para la presidencia de la Cámara de Diputados, según acordó la bancada de parlamentarios falangistas, superando de esta manera la polémica interna de los últimos meses.



El convenio, además de establecer los cargos hasta el fin del período legislativo (marzo de 2010), también contempla una suerte de "pacto de no agresión" entre alvearistas y colorines, con el objetivo de fortalecer los liderazgos de la tienda de cara a las presidenciales de 2009.



En ese sentido, ambas tendencias falangistas resolvieron que este año jefatura de la bancada será ocupada por el diputado Roberto León, también del sector de la presidencia de la colectividad, la senadora Soledad Alvear.



En cambio, para el próximo año ambos cargos serán designados dos parlamentarios del sector del senador Adolfo Zaldívar: Alejandra Sepúlveda (presidencia de la Cámara) y Pedro Araya (titular del grupo parlamentario).



Finalmente, para 2009 el acuerdo contempla que la primera vicepresidencia de la Cámara será para el diputado colorín Carlos Olivares y la jefatura de bancada para Eduardo Saffirio o Juan Carlos Latorre, ambos alvearistas.



Aunque hasta la semana pasada los parlamentarios adolfistas sostenían que había un acuerdo que establecía que la diputada Sepúlveda debía ocupar la testera de la Cámara, el viernes el sector depuso sus aspiraciones a cambio de que se resolvieran todos los cargos hasta 2009.



Asimismo, exigieron que el compromiso estuviera contenido en un documento escrito, como el que se suscribió este lunes en el Palacio Ariztía, sede de la Cámara de Diputados en Santiago.



Acuerdo



En esa línea, el acuerdo falangista establece que los parlamentarios impulsarán políticas públicas «que enfrenten adecuadamente las carencias ciudadanas que, a pesar de la inmensa y exitosa tarea de los cuatro Gobiernos de la Concertación, aún persisten».



«En función de lo anterior, constituye el máximo interés para la Bancada de la Democracia Cristiana, que en la elección presidencial de 2009 la Concertación esté encabezada por un o una militante de nuestro partido. Queremos construir desde ya ese liderazgo", agrega.



Según el acuerdo, "es condición ineludible para conseguir lo anterior, que el conjunto de los militantes incluidos Senadores y Diputados, trabajemos para fortalecer, y no para debilitar los liderazgos nacionales del PDC. Las descalificaciones públicas a dichos liderazgos constituyen un acto de autodestrucción política».



«Lo anterior supone que la legítima discusión propia de un partido democrático se realice en el seno de las instancias estatutarias del partido, y no a través de los medios de comunicación social. De conformidad a lo establecido en los estatutos del partido, no corresponde la institucionalización de fracciones al interior de nuestro partido. Ello es contradictorio con el apoyo activo y la legitimidad que todas nuestras autoridades, órganos y procedimientos se merecen", agrega.

«Esto último tiene como consecuencia que el conjunto de los militantes del partido debemos respetar y honrar las decisiones estatutariamente adoptadas en la institucionalidad partidaria. Si existen diferencias en materia de alianzas políticas, líneas estratégicas y/o programáticas, lo que corresponde es zanjarlas en el Congreso Nacional del partido y en la Junta y Consejo Nacional", sostiene el documento.



Asimismo, acordaron institucionalizar el funcionamiento de la bancada, con el objetivo de que las líneas del trabajo político y legislativo se discutan internamente, evitando de esta manera la difusión pública de controversias internas.



"Por lo anterior, resolvemos impulsar un proceso de trabajo integrado que evite en el futuro las práctica rupturistas y fraccionalistas que tanto daño provocan a la tarea común. Concordamos, por tanto, impulsar una tarea que fortalezca la gobernabilidad y la alternancia, tal como lo concordamos con anterioridad y que al margen de los nombres y ambiciones personales permita una proyección unitaria de la Democracia Cristiana", agrega.El alvearista Patricio Walker será el candidato de la Democracia Cristiana (DC) para la presidencia de la Cámara de Diputados, según acordó la bancada de parlamentarios falangistas, superando de esta manera la polémica interna de los últimos meses.



El convenio, además de establecer los cargos hasta el fin del período legislativo (marzo de 2010), también contempla una suerte de "pacto de no agresión" entre alvearistas y colorines, con el objetivo de fortalecer los liderazgos de la tienda de cara a las presidenciales de 2009.



En ese sentido, ambas tendencias falangistas resolvieron que este año jefatura de la bancada será ocupada por el diputado Roberto León, también del sector de la presidencia de la colectividad, la senadora Soledad Alvear.



En cambio, para el próximo año ambos cargos serán designados dos parlamentarios del sector del senador Adolfo Zaldívar: Alejandra Sepúlveda (presidencia de la Cámara) y Pedro Araya (titular del grupo parlamentario).



Finalmente, para 2009 el acuerdo contempla que la primera vicepresidencia de la Cámara será para el diputado colorín Carlos Olivares y la jefatura de bancada para Eduardo Saffirio o Juan Carlos Latorre, ambos alvearistas.



Aunque hasta la semana pasada los parlamentarios adolfistas sostenían que había un acuerdo que establecía que la diputada Sepúlveda debía ocupar la testera de la Cámara, el viernes el sector depuso sus aspiraciones a cambio de que se resolvieran todos los cargos hasta 2009.



Asimismo, exigieron que el compromiso estuviera contenido en un documento escrito, como el que se suscribió este lunes en el Palacio Ariztía, sede de la Cámara de Diputados en Santiago.



Pacto de no agresión



En esa línea, el acuerdo falangista establece que los parlamentarios impulsarán políticas públicas «que enfrenten adecuadamente las carencias ciudadanas que, a pesar de la inmensa y exitosa tarea de los cuatro Gobiernos de la Concertación, aún persisten».



«En función de lo anterior, constituye el máximo interés para la Bancada de la Democracia Cristiana, que en la elección presidencial de 2009 la Concertación esté encabezada por un o una militante de nuestro partido. Queremos construir desde ya ese liderazgo", agrega.



Según el acuerdo, "es condición ineludible para conseguir lo anterior, que el conjunto de los militantes incluidos Senadores y Diputados, trabajemos para fortalecer, y no para debilitar los liderazgos nacionales del PDC. Las descalificaciones públicas a dichos liderazgos constituyen un acto de autodestrucción política».



«Lo anterior supone que la legítima discusión propia de un partido democrático se realice en el seno de las instancias estatutarias del partido, y no a través de los medios de comunicación social. De conformidad a lo establecido en los estatutos del partido, no corresponde la institucionalización de fracciones al interior de nuestro partido. Ello es contradictorio con el apoyo activo y la legitimidad que todas nuestras autoridades, órganos y procedimientos se merecen", agrega.

«Esto último tiene como consecuencia que el conjunto de los militantes del partido debemos respetar y honrar las decisiones estatutariamente adoptadas en la institucionalidad partidaria. Si existen diferencias en materia de alianzas políticas, líneas estratégicas y/o programáticas, lo que corresponde es zanjarlas en el Congreso Nacional del partido y en la Junta y Consejo Nacional", sostiene el documento.



Asimismo, acordaron institucionalizar el funcionamiento de la bancada, con el objetivo de que las líneas del trabajo político y legislativo se discutan internamente, evitando de esta manera la difusión pública de controversias internas.



"Por lo anterior, resolvemos impulsar un proceso de trabajo integrado que evite en el futuro las práctica rupturistas y fraccionalistas que tanto daño provocan a la tarea común. Concordamos, por tanto, impulsar una tarea que fortalezca la gobernabilidad y la alternancia, tal como lo concordamos con anterioridad y que al margen de los nombres y ambiciones personales permita una proyección unitaria de la Democracia Cristiana", agrega.

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