Presidente del Senado hizo un llamado a debatir sobre los »efectos sociales» del nuevo sistema de transporte de la capital, y a aclarar las dudas que aún persisten en la ciudadanía. »Tarde o temprano (el valor del boleto) deberá ser sincerado, así como también la posibilidad de establecer subsidios», aseguró.
El presidente del Senado, Eduardo Frei, advirtió este sábado que "tarde o temprano" las tarifas del plan Transantiago deberán ser "sinceradas", por lo que hizo un llamado a discutir la posibilidad de estudiar un subsidio para los pasajes.
En su tradicional columna sabatina del sitio web de la cámara alta, el parlamentario planteó que los problemas registrados en el primer mes de funcionamiento demuestran que en el diseño del nuevo de sistema de transportes de la capital "no se evaluaron adecuadamente las consecuencias humanas y sociales del proyecto, privilegiándose los criterios técnicos».
Con todo, reconoció que ahora sólo cabe solucionar a la brevedad los inconvenientes, por lo que es necesario terminar con las críticas inconducentes. «El Transantiago no tiene marcha atrás y precisamente los anuncios de la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, confirman el carácter definitivo e irreversible de este plan», aseveró.
Junto con asegurar que es necesario que las medidas sean implementadas "en los plazos previstos» y legislar con "prontitud" aquellas que forman parte de los proyectos de ley -como la intervención de empresas y la autoridad metropolitana-, también consideró que es tiempo de aclarar las dudas que aún persisten.
«Hay que agregar la necesaria aclaración respecto a las dudas que se han instalado en los usuarios acerca del financiamiento del sistema y el futuro de las tarifas, cuyo monto tarde o temprano deberá ser sincerado, así como también la posibilidad de establecer subsidios", sostuvo el ex gobernante.
De acuerdo a los anuncios de las autoridades gubernamentales, las tarifas se mantendrían estables en $ 380 durante los primeros seis meses de operación del plan -hasta agosto-, aunque diferentes especialistas ya han advertido sobre la necesidad de incrementar las tarifas ante los nuevos costos que ha debido asumir el sistema.
Según los cálculos de algunos expertos, si la flota de 5.600 buses previstos en el diseño original del plan finalmente es aumentada a 6.000, los costos de explotación del sistema subirían en un 18%, por lo que el valor del boleto subiría en algo similar, es decir, $ 430. A ello hay que agregar la extensión en el horario de funcionamiento del Metro en casi una hora y el aumento de los llamados «buses clones».
Efectos sociales
En esa misma línea, el parlamentario hizo un llamado a debatir sobre los "efectos sociales" que está generando el Transantiago. «Y en esto quiero ser muy claro: no podemos aceptar que los costos financieros y humanos del nuevo sistema lo paguen los más pobres».
«Todos sabemos que el explosivo e improvisado desarrollo urbano de la capital y los planes de vivienda social han empujado a los más desposeídos a vivir en la periferia y son precisamente ellos los que más demandan el transporte público", afirmó el legislador.
En ese sentido, sostuvo que finalmente son ellos los que «deben levantarse más temprano para tomar una micro, los que más caminan para llegar a un paradero, los que deben hacer más trasbordos y los que más demoran en llegar a su destino, que muchas veces es en el otro extremo de la ciudad».
«Lo vivido en estos días demuestra que no se evaluaron adecuadamente las consecuencias humanas y sociales del proyecto, privilegiándose los criterios técnicos. Es hora de enmendar", precisó.
Críticas a empresas
En su intervención, Frei considera "absolutamente comprensible" la molestia de los usuarios por la escasa frecuencia de los buses o las aglomeraciones en paraderos y Metro, y si bien reconoce que es responsabilidad de las antiguas autoridades del Ministerio de Transportes que lo diseñaron, las empresas tampoco han estado a la altura de la circunstancias.
"A los contratiempos ya conocidos también ha contribuido de manera significativa la deficiente gestión de varias de las empresas involucradas en el proyecto, las que han sido incapaces de cumplir sus obligaciones. Recordemos que para poner en marcha el Transantiago se realizaron licitaciones públicas, y quienes participaron y ganaron adquirieron compromisos contractuales a los que han faltado reiteradamente", afirmó.
«Por su parte, la modalidad de cobro establecido por el Administrador Financiero tuvo un errático estreno, mientras que las empresas tecnológicas tampoco entregaron los softwares que son fundamentales para fijar, determinar y controlar la periodicidad de circulación de las micros y para saber donde éstos se encuentran en cada momento", puntualizó.
