Aunque el sector que promovía postergar la definición del candidato impuso su criterio, quienes creen que la tienda debe enfrentar las municipales con un abanderado no descartan que ahora que se transparentaron las posiciones se allane el camino. En todo caso, el voto político explicita que la tienda tendrá un representante en primera vuelta.
Sin un itinerario presidencial definido y sin candidato concluyó el viernes el Consejo Directivo Ampliado de la UDI, que había sido convocado para determinar el calendario interno del partido en esta materia. Lejos de resolver fechas o nombres, la directiva logró imponer su postura de postergar la decisión hasta el momento "más conveniente y razonable", según lo especifica en el voto político dado a conocer por el timonel gremialista, Hernán Larraín, al final del encuentro, que el primer día sufrió la bajada del autoproclamado precandidato, el senador por Santiago Oriente, Pablo Longueira.
Pese a que el propio Larraín, el martes 10 de abril, anunció que el Consejo Directivo Ampliado sería la instancia que determinaría el itinerario del partido con miras a las presidenciales del 2009, el encuentro concluyó con un voto político "unánime" -según expresó el timonel- que postergó la tan ansiada definición, con lo que en la práctica la minoría logró conducir hacia su cauce a quienes esperaban salir la cita partidaria con un calendario concreto.
Es así como el quinto punto especifica que la "oportunidad en que será elegido nuestro candidato presidencial se determinará conforme al momento más conveniente y razonable para el bien de Chile y de sus habitantes y con plena libertad para nuestro partido", para lo cual las más altas instancias del partido "estarán en todo momento evaluando y analizando la realidad nacional".
El documento también consigna que la UDI llevará "a todo evento" un candidato presidencial propio, que se enfrentará con el de Renovación Nacional en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 2009, con lo que el gremialismo cerró de plano la posibilidad de negociación con sus aliados en esta materia y volcar desde todos los esfuerzos del sector a favor del más probable abanderado de RN, el empresario Sebastián Piñera. Junto con ello, también se descarta cualquier negociación en materia parlamentaria.
Para no herir la susceptibilidad de quienes no conocían anticipadamente la determinación de Longueira de deponer su candidatura y guardaban la secreta esperanza de que su abanderado fuera ungido en esta instancia, el documento le dedica un párrafo en el que no se acepta su renuncia y sostiene que "por su liderazgo, vocación de servicio y notables condiciones humanas, si el partido y las circunstancias lo requieren, estará disponible para enfrentar toda tarea y responsabilidad que se le solicite".
Mientras Larraín daba lectura, ante la prensa, al voto político, asegurando que fue respaldado por la unanimidad del consejo, Longueira exponía en Santiago acerca de su experiencia como servidor público y su proyecto de gobierno en el auditorio de la Universidad Alberto Hurtado y ante más de un centenar de jóvenes, insistiendo en su ya conocida postura de que la "UDI debe tener un candidato que represente su proyecto político en forma clara" , pese a haber iniciado su exposición advirtiendo que "después de lo ocurrido ayer (jueves), no sé por qué estoy aquí".
Palabras que evidencian el estado de ánimo de Longueira tras hacer pública una decisión que, según cercanos al parlamentario, había tomado hace un par de semanas, al estimar que no contaba con el apoyo de la directiva para concretar el desafío que se había autoimpuesto. Esto, debido a que la mesa de Larraín nunca dio señales concretas de respaldo al autoproclamado precandidato presidencial y, por el contrario, nunca se alejó de la postura que terminó imponiéndose en el consejo, cual es la de postergar la definición del abanderado del partido.
Tensa calma
Pasado el medio día del viernes y con el objetivo de dar una clara señal de unidad, Larraín dio a conocer el voto político flanqueado por casi la totalidad de su directiva -sólo faltaba el secretario general, Darío Paya, que se quedó en la Sala de la Cámara Baja encabezando el consejo que aún no concluía-, incluidos el senador Andrés Chadwick y el diputado Rodrigo Álvarez, quienes durante el encuentro expresaron una posición distinta a la del resto de la mesa, abogando por la estrategia de nominar un candidato presidencial lo antes posible.
En la misma línea, pese a que la mayoría de los diputados estaba en la posición de acordar la nominación de un candidato presidencial antes de las municipales del 2008, los más optimistas aseguran que el 95% del consejo estaba por esa opción, se mostraron partidarios de esperar el "momento propicio". Ello resulta ser un arma de doble filo para la directiva, ya que un grupo importante cree que la mejor oportunidad aún puede ser antes de las comicios de alcaldes y concejales.
Estas expectativas generan un escenario de tensa calma al interior de la UDI, porque quienes aspiran a nominar pronto al candidato presidencial estiman que el voto político aprobado les deja un margen para empujar hacia una pronta definición. En la misma línea, los seguidores de Longueira aseguran que comenzarán desde ya a intentar convencer al senador de que reconsidere. Ello, pese a que estiman que no será una tarea fácil.
Por otra parte, también están los que atribuyen la bajada de Longueira a una estrategia del senador para afirmar su candidatura, pues luego de hacer su anuncio, dicen, recibió un respaldo cerrado del consejo. Y aunque unos y otros destacaron el "positivo ambiente" en que se desarrolló el consejo y que no hay ganadores ni perdedores, lo cierto es que existe conciencia de que el resultado representa claramente la postura que la mesa, en la voz del timonel del partido, venía socializando desde antes que se fijara la fecha del Consejo Directivo Ampliado.
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