En reunión encabezada por el ministro René Cortázar, las administradoras de los recorridos acordaron una instancia para estudiar modificaciones a los convenios. La idea es generar un mayor incentivo para que las empresas cumplan su trabajo -transportar pasajeros-, incorporando variables adicionales a las establecidas en los acuerdos vigentes.
En las próximas 48 horas se constituirá una comisión que negociará los contratos de los diferentes actores del plan Transantiago, según se acordó este lunes durante una reunión protocolar entre el ministro de Transportes, René Cortázar, y los representantes de todas las operadoras del sistema.
Si bien durante el encuentro se expresó una disposición al diálogo y a estudiar las modificaciones que sean necesarias a los convenios vigentes, algunas empresas -como Subus y Transaraucarias- advirtieron que sólo estarían dispuestos si obtienen mayores beneficios.
La comisión estará integrada a nivel gubernamental por el ingeniero Marcos Lima, recién designado jefe de la unidad de apoyo de gestión de flota del Transantiago, y uno de sus principales desafíos es encontrar una solución a los problemas advertidos por Cortázar en relación a los incentivos que tienen las empresas para cumplir con sus contratos.
Según se indicó en el Ministerio de Transportes, una de las prioridades de esta instancia es modificar el sistema de reparto de ganancias, que oficialmente parte el 10 de mayo y que sólo apunta a distribuir los ingresos según el número de pasajeros que transporte cada empresa.
En tal sentido, la idea sería incorporar otras variables al actual mecanismo, como por ejemplo el número de usuarios que suba a los buses por kilómetro recorrido, y también generar la posibilidad de incorporar más competencia al sistema, ya sea a través de la creación de nuevos recorridos o extensión de algunos troncales ya vigentes.
Operadoras apoyan negociación
Uno de los más locuaces al término de la cita fue el nuevo gerente general de las empresas de Manuel Navarrete -Buses Metropolitana y Gran Santiago-, Jorge Beya, quien se manifestó dispuesto a conversar con el Ejecutivo.
Beya confirmó que se buscará flexibilizar el tema de los ingresos, para que los operadores tengan un incentivo real para transportar más pasajeros. "Se buscará un "acomodo" que incentive a las operadoras a controlar la cantidad de pasajeros transportados", señaló.
Por otra parte, el presidente ejecutivo de Subus, Héctor Moya, señaló que si bien son partidarios a dialogar con el Ejecutivo, pero llamó a las autoridades a no "meter a todas las empresas en el mismo saco", aludiendo a que la compañía que encabeza no ha presentado mayores problemas.
Del mismo modo opinó la presidente del directorio de Transaraucarias, Adriana Troncoso, quien agregó que si hay cambios que sean positivos para su empresa, están dispuestos a cambiar los contratos, pero que eso depende de las conversaciones que tengan con las autoridades.
Dardos al AFT
En otro plano, Beya, sin desconocer las deficiencias que han presentado sus empresas, recordó que los procesos de licitación estaban basados en que había un sistema de control de gestión de flota, cuya función estaba a cargo de una empresa a cargo del control de frecuencias, sin mencionar al Administrador Financiero del Transantiago (AFT).
«Se supone que éste iba a entregar la información respecto al número de buses operaban y si se respetaban los contratos. Como no funciona el sistema de gestión de flota, pasa lo que ocurre hoy: no hay incentivos. Una pata de esta mesa no está funcionando. Tenemos que poner la pata que falta», explicó.
Además, agregó que su operadora está haciendo lo posible para cumplir con el número de buses. «Mi empresa ha tenido bajas en la operación, tenemos talleres de mantención funcionando y la adquisición de 160 buses que ya fueron comprados y que en poco tiempo más estarán funcionando. Vamos a poner todo de nuestra parte", argumentó.
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