Fenabus tiene, desde diciembre pasado, una central de posicionamiento global similar a la que ya debería haber implementado el AFT. Una empresa de ingeniería chilena aporta la tecnología que permite a recorridos interprovinciales tener un control de frecuencia, horarios de salida y llegada de cada servicio.
La Federación Nacional de Buses (Fenabus), la misma a través de la cual el gobierno incorporó 500 máquinas al Plan Transantiago para descongestionar el funcionamiento del Metro, cuenta desde fines de 2006 con un sistema tecnológico que le permite tener un control, tanto de horario como de frecuencia de sus recorridos.
Como una manera de mejorar el rendimiento de los 130 buses que recientemente fueron incorporados al nuevo plan de transportes de la capital en recorridos expresos, Fenabus decidió implementar el sistema en esas máquinas a más tardar este viernes, según informaron fuentes de la organización.
Se trata del Sistema Nacional de Control Horario (Sinach), donde cada conductor cuenta con una tarjeta que tiene un chip incorporado que permite identificarlo. Al cabo de cinco horas de conducción continua, el sistema genera una alarma para evitar que ello ocurra.
La tecnología -instalada en virtud de una normativa laboral- funciona a través de tres elementos: un equipo POS (un computador que registra todas las marcaciones que se están haciendo con las tarjetas de conducción y todo lo que tiene relación con la velocidad), un display y un GPS.
La medida se implementó producto de la Resolución 1081 del Ministerio del Trabajo, que establece que ningún conductor puede estar frente al volante más de cinco horas continuas.
Según el gerente general de la empresa responsable a cargo del aspecto tecnológico del Sinach, Integracom, Mauricio Valderrama, el sistema permite conocer la velocidad con la que circula el bus, dónde se encuentra y si ha sufrido algún inconveniente.
«El conductor se puede sentir controlado, pero no hay que olvidar que él está transportando vidas humanas. A la larga esto mejora la calidad de atención hacia los pasajeros y a tener un servicio mucho más profesiona».
-¿Cuál es la función que cumple el sistema GPS?
-Cada bus tiene un sistema GPS. Éste se puede ver en un mapa, que se da a nivel nacional. Cada empresa tiene acceso mediante una password y un nombre de usuario al acceso a su flota de buses y puede registrar los eventos como la velocidad del bus, cuál es su posición y hacia dónde se dirige (destino). Todos los buses con flecha de color verde es porque están en circulación y los buses con flecha roja es porque están detenidos.
-¿Se puede adulterar la información que entrega el sistema?
-Es un equipo que va al interior de la cabina, por lo tanto, no es manejable por el conductor. En la medida que el chofer o una persona extraña quiera interceder e interrumpir la información que se entrega al pasajero automáticamente, esto queda reflejado en el servidor y pierde la comunicación y arroja una alarma, por lo tanto se podría detectar a qué hora se produjo dicho evento o irregularidad.
Más económico que el Transantiago
Aunque hasta el momento se desconoce el costo del contrato entre el Estado y el AFT -que sólo fue entregado la noche del martes a los parlamentarios-, Valderrama asegura que el sistema que implementaron es mucho más económico que el que debería funcionar en el Transantiago.
«El costo nuestro es un 10% del equivalente a lo que corresponde a cada bus del Transantiago. El sistema de nosotros es más económico», sostiene.
Según Valderrama, costo de implementación por cada bus es aproximadamente de US$ 2.000, e incluye el POS, el display y el GPS, mientras que en Fenabus sostienen que la mantención del sistema es de US$ 500 por máquina.
Además, destaca que este sistema, a diferencia del que debiera operar en el transporte capitalino, puede trabajar con transacciones comerciales. "Se puede insertar una tarjeta de crédito y se paga el pasaje", señala el ejecutivo.
-Si es tan eficiente su tecnología, ¿por qué no la ofrecieron al Plan Transantiago?
-Me inscribí en la licitación del Transantiago como un proveedor más y nunca me llamaron. Nunca pasó nada. Se requieren más contactos y un respaldo o alguna gestión para participar.
-¿El Ministerio o el AFT les han pedido asesoría o realizado consultas para conocer su experiencia en esta materia?
-A nosotros, como Integracom, el gobierno nunca se ha acercado a pedirnos algún tipo de asesoría. En el caso de instalar nuestra tecnología, ésta tardaría un año. Esto se debe a que implica contratar mano de obra para realizar las instalaciones. Lo positivo es que los buses del Transantiago son muy similares en términos de construcción, por ende no sería complicada la implementación.
Frente a las deficiencias del AFT, el ejecutivo prefiere no opinar. «No puedo dar una opinión al respecto. A lo mejor no pudieron coordinarse en términos de comunicación interna, tal vez funcione a futuro, pero no conozco las bases de cómo ellos han dimensionado la integración del sistema», puntualiza.
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